Unos Globos tan correctos que no enamoran

Los Globos de Oro los dan un grupo de periodistas que no llega al centenar, la mitad sin trabajos claros, a los que la retransmisi¨®n televisiva de sus premios ha encumbrado. Las majors les pagan viajes y muchos de ellos -no todos- le corresponden con gratitud, con entrevistas m¨¢s publicitarias que period¨ªsticas y con, desde luego, candidaturas a los galardones que en alg¨²n caso rozan el rid¨ªculo. ?O nadie se acuerda ya de The Tourist? Angelina Jolie -un ejemplo de cineasta muy querida por la prensa y que sabe corresponder a ese cari?o- fue candidata por aquella pel¨ªcula y s¨ª, tambi¨¦n lo era anoche en la 75? edici¨®n de los Globos, donde entr¨® en la categor¨ªa de pel¨ªcula de habla extranjera como directora de Se lo llevaron: recuerdos de una ni?a de Camboya. Que no es mala, pero tampoco como para estar ah¨ª.

Y eso es lo que le pasa a los Globos de Oro. Los premios acaban salv¨¢ndose, nunca caen en el desastre. Pero no enamoran. Excepto el a?o pasado, que en las dos candidaturas en las que divide el premio principal la HFPA (la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera en Hollywood) ganaron Moonlight (drama) y La La Land (comedia o musical). En esta ocasi¨®n han vuelto a las andadas. Y sus grandes ganadoras, Tres anuncios en las afueras (cuatro galardones), y Lady Bird (dos) retratan lo dicho. La primera tiene un buen guion (McDonagh sabe c¨®mo plantear acciones, personajes y di¨¢logos) y un estupendo reparto. De acuerdo. Sin embargo, no hay mucho m¨¢s. Y entre sus rivales m¨¢s directas destacan el poder¨ªo visual de Dunkerque, y la finura creativa y estil¨ªstica de La forma del agua y Call me By Your Name, filmes que de verdad contienen nervio, arte y calidad. Por no incidir en la ausencia dolorosa, clamorosa, de The Florida Project, la mejor pel¨ªcula que probablemente se estren¨® en 2017. Entre los cuatro premios del filme de Martin McDonagh, guion y actriz protagonista podr¨ªan repetirse en los Oscar. M¨¢s, ser¨ªa excesivo. Frances McDormand va bien encaminada a por su segundo oscar (tiene grandes rivales, aunque no insuperables), y a est¨¢.

Lo mismo ocurre con Lady Bird, otra buena, muy buena pel¨ªcula, aunque no excepcional. Cada a?o hay, como la de Greta Gerwig, otras dos pel¨ªculas iguales, y una de estas normalmente es francesa. Al menos, Yo, Tonya es m¨¢s arriesgada, aunque como habla de chandaleros y de basura blanca con ansia de grandeza no tiene el prestigio que Lady Bird. Y s¨ª, en una temporada en que la mejor secundaria va a ser una batalla entre dos actrices que encarnan a la madre de la protagonista, esta vez Allison Janney ha ganado a Laurie Metcalf. Veremos qu¨¦ pasa en las restantes galas de premios.

Irreprochables son los dos premios a La forma del agua, en direcci¨®n (otra contradicci¨®n: Gerwig no era ni finalista) para Guillermo del Toro, como en la banda sonora, del maestro Alexandre Desplat, el compositor actualmente m¨¢s en forma. Tambi¨¦n parece l¨®gico que Coco gane en su categor¨ªa. Pero que a la pel¨ªcula de Pixar no se la premie en canci¨®n es tan sinsentido como que gane Fatih Akin con En la sombra cuando en el apartado a pel¨ªcula de habla no inglesa estaban la chilena Una mujer fant¨¢stica, la rusa Sin amor y la sueca The Square. Por suerte hubo suficientes discursos e inteligentes revindicaciones como para estar entretenidos y para que el p¨²blico olvidara durante instantes que lo que ve¨ªa no era una gala de activismo social, sino de cine.