Macron y el momento de Hegel
Carr¨¨re ha trazado un agudo retrato del primer presidente culto de Francia en mucho tiempo
Cuenta Emmanuel Carr¨¨re que, en relaci¨®n con la Uni¨®n Europea, Macron quiere situarse en la l¨ªnea de los visionarios y no de los gestores, de los fil¨®sofos y no de los bur¨®cratas. En Atenas, este septiembre, en la colina de Pnyx, alcanz¨® este punto alto de su oratoria: ¡°Miren el tiempo que vivimos: es el momento del que hablaba Hegel, el momento en que la noche cae y donde la lechuza de Minerva levanta el vuelo¡±.
Macron, primer presidente culto de Francia en mucho tiempo, habl¨® al atardecer con la Acr¨®polis al fondo. Era esencial ir a Atenas, dijo, porque significaba regresar a las fuentes para hablar de la democracia. Habl¨® en la misma colina de los oradores en la que, sesenta a?os antes, Malraux pronunciara un discurso memorable. Y estuvo a la altura de las circunstancias, aunque la cita de Hegel quiz¨¢s sobrevalor¨® la cultura filos¨®fica de sus oyentes, porque no explic¨® la met¨¢fora: Minerva es la diosa de la sabidur¨ªa, la lechuza su atributo y esta lechuza, dec¨ªa Hegel, espera la noche para sobrevolar el gran campo de batalla de la historia. Dicho de otro modo, la filosof¨ªa llega despu¨¦s de la acci¨®n y con cierto retraso. S¨ª explic¨®, en cambio, Macron que la lechuza trae la sabidur¨ªa, aunque siempre mira hacia atr¨¢s ¡°porque es m¨¢s f¨¢cil y tranquilizador mirar lo que tenemos, lo que conocemos, m¨¢s que lo desconocido...¡±.
El agudo retrato que de ¨¦l ha realizado Carr¨¨re en Una semana con Macron es una nueva demostraci¨®n del talento del autor de Limonov, al servicio en esta ocasi¨®n de la b¨²squeda de las virtudes y contradicciones de un pol¨ªtico brillante que por ahora parece distinto de los dem¨¢s. Su retrato de Macron es la clase de documento period¨ªstico-literario que tantas veces se echa a faltar en la prensa internacional. Carr¨¨re, por cierto, escribe sin los prejuicios tan corrientes entre nosotros a la hora de abordar a una personalidad de posible genio; prejuicios que aumentan si para colmo percibimos que no es exactamente uno de esos perdedores de poca monta que tanto nos agradan. No s¨¦, pero es como si no pudi¨¦ramos acercarnos a analizar el brillo o la inteligencia y solo pudi¨¦ramos especializarnos en aquellas ¡°pasiones tristes¡± que despertaban tanto desd¨¦n en Spinoza: la amargura, el resentimiento, el derrotismo: esas pasiones a las que alguien como Macron no parece, por el momento, proclive precisamente.
Para la Uni¨®n Europea, para ese ¡°¨²ltimo basti¨®n¡± como la llama Mar¨ªas, podr¨ªa resultar crucial, cuando tantos y tan diferentes monstruos la quieren borrar del mapa, que a¨²n queden gentes con arrestos como Macron que piensen que en alg¨²n momento Minerva levantar¨¢ el vuelo y sabr¨¢ recordarnos que, a pesar de que no paramos de retroceder hacia lo irracional, el fin ¨²ltimo de la historia es un fin universal y conduce al desarrollo pleno del saber. No nos queda otra salida que reencontrar la constancia de la raz¨®n y buscar con fuerza un renacimiento de Europa. Ha llegado el momento del coraje y de la sensatez y de tomar decisiones que encaucen el gran camino de la Uni¨®n.
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