Cien artistas e intelectuales francesas contra el ¡°puritanismo¡± sexual
Un manifiesto firmado por la actriz Catherine Deneuve o la escritora Catherine Millet se opone al movimiento #MeToo
En Hollywood, el movimiento Time¡¯s Up, apoyado por m¨¢s de 300 actrices, logr¨® te?ir de negro la ceremonia de los Globos de Oro en protesta contra las agresiones sexuales. En Francia, un colectivo formado por un centenar de artistas e intelectuales tom¨® este martes la direcci¨®n contraria al firmar un manifiesto opuesto al clima de ¡°puritanismo¡± sexual que habr¨ªa desatado el caso Weinstein. La tribuna, publicada en el diario Le Monde, est¨¢ firmada por conocidas personalidades de la cultura francesa, como la actriz Catherine Deneuve, la escritora Catherine Millet, la cantante Ingrid Caven, la editora Jo?lle Losfeld, la cineasta Brigitte Sy, la artista Gloria Friedmann o la ilustradora St¨¦phanie Blake.
¡°La violaci¨®n es un crimen. Pero la seducci¨®n insistente o torpe no es un delito, ni la galanter¨ªa una agresi¨®n machista¡±, afirman las autoras de este manifiesto. ¡°Desde el caso Weinstein se ha producido una toma de conciencia sobre la violencia sexual ejercida contra las mujeres, especialmente en el marco profesional, donde ciertos hombres abusan de su poder. Eso era necesario. Pero esta liberaci¨®n de la palabra se transforma en lo contrario: se nos ordena hablar como es debido y callarnos lo que moleste, y quienes se niegan a plegarse ante esas ¨®rdenes son vistas como traidoras y c¨®mplices¡±, defienden las firmantes, que lamentan que se haya convertido a las mujeres en ¡°pobres indefensas bajo el control de demonios fal¨®cratas¡±.
Entre las impulsoras del manifiesto se hallan personalidades que ya hab¨ªan expresado opiniones opuestas a este movimiento, cuando no abiertamente contrarias a ciertas luchas del feminismo. Por ejemplo, la fil¨®sofa Peggy Sastre, autora de un ensayo titulado La dominaci¨®n masculina no existe, o la escritora Abnousse Shalmani, que en septiembre firm¨® una columna donde describ¨ªa el feminismo como un nuevo totalitarismo. ¡°El feminismo se ha convertido en un estalinismo con todo su arsenal: acusaci¨®n, ostracismo, condena¡±, dijo en el semanario Marianne. Por su parte, la periodista ?lisabeth L¨¦vy ha tildado de ¡°infecto¡± el movimiento iniciado por etiquetas como #MeToo o #balancetonporc (¡°denuncia a tu cerdo¡±). En un registro m¨¢s moderado, Deneuve tambi¨¦n se opuso a este fen¨®meno a finales de octubre. ¡°No creo que sea la forma m¨¢s adecuada de cambiar las cosas. ?Despu¨¦s qu¨¦ vendr¨¢? ?'Denuncia a tu puta'? Son t¨¦rminos muy excesivos. Y, sobre todo, creo que no resuelven el problema¡±, declar¨® entonces. Tambi¨¦n Millet, cr¨ªtica de arte y autora del relato autobiogr¨¢fico La vida sexual de Catherine M., se ha opuesto repetidamente a un feminismo ¡°exacerbado y agresivo¡±.
Las firmantes aseguran que las denuncias registradas en las redes sociales se asimilan a ¡°una campa?a de delaciones y acusaciones p¨²blicas hacia individuos a los que no se deja la posibilidad de responder o de defenderse¡±. ¡°Esta justicia expeditiva ya tiene sus v¨ªctimas: hombres sancionados en el ejercicio de su oficio, obligados a dimitir [¡] por haber tocado una rodilla, intentado dar un beso, hablado de cosas intimas en una cena profesional o enviado mensajes con connotaciones sexuales a una mujer que no sent¨ªa una atracci¨®n rec¨ªproca¡±, dicen en la tribuna. Tambi¨¦n advierten el regreso de una ¡°moral victoriana¡± oculta bajo ¡°esta fiebre por enviar a los cerdos al matadero¡±, que no beneficiar¨ªa la emancipaci¨®n de las mujeres, sino que estar¨ªa al servicio ¡°de los intereses de los enemigos de la libertad sexual, como los extremistas religiosos¡±.
Efectos en la cultura
El manifiesto alerta tambi¨¦n sobre las repercusiones que este nuevo clima podr¨ªa tener en la producci¨®n cultural. ¡°Algunos editores nos han pedido [¡] que hagamos a nuestros personajes masculinos menos 'sexistas', que hablemos de sexualidad y amor con menos desmesura o que convirtamos 'los traumas padecidos por los personajes femeninos' en m¨¢s expl¨ªcitos¡±, denuncian las firmantes, oponi¨¦ndose tambi¨¦n a la reciente censura de un desnudo de Egon Schiele en el metro de Londres, a la petici¨®n de retirar un cuadro de Balthus de una muestra del Metropolitan de Nueva York o a las manifestaciones contra una retrospectiva dedicada a la obra Roman Polanski en Par¨ªs.
¡°El fil¨®sofo Ruwen Ogien defendi¨® la libertad de ofender como algo indispensable para la creaci¨®n art¨ªstica. De la misma manera, nosotras defendemos una libertad de importunar, indispensable para la libertad sexual¡±, suscriben las cien firmantes del manifiesto. ¡°Como mujeres, no nos reconocemos en este feminismo que, m¨¢s all¨¢ de la denuncia de los abusos de poder, toma el rostro del odio a los hombres y a la sexualidad¡±, concluyen. El texto gener¨® este martes malestar entre las asociaciones feministas en Francia, que lo atacaron en las redes sociales. ¡°Indignante. A contracorriente de la toma de conciencia actual, algunas mujeres defienden la impunidad de los agresores y atacan a las feministas¡±, declar¨® la asociaci¨®n Osez le f¨¦minisme.
Babelia
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