Las denuncias de acoso sexual cambian el guion de Hollywood
El caso Weinstein ha abierto un punto de inflexi¨®n porque, por primera vez, las v¨ªctimas tienen credibilidad instant¨¢nea
La historia se public¨® online a las 3 de la madrugada del domingo 22 de octubre. Glenn Whipp, especialista de Los Angeles Times en Hollywood desde hace 20 a?os, citaba a 38 mujeres ¡ª31 con nombre¡ª que aseguraban que el cineasta James Toback hab¨ªa abusado de ellas. ¡°Empezaron a llegar correos de mujeres que hab¨ªan le¨ªdo la historia y no se lo pod¨ªan creer, les hab¨ªa pasado lo mismo¡±, cuenta Whipp por tel¨¦fono. Solo un d¨ªa despu¨¦s, ten¨ªa 200 testimonios m¨¢s. En estos momentos, la lista va por 310.
Estados Unidos est¨¢ teniendo una conversaci¨®n nacional sobre los abusos sexuales en Hollywood. Pero no solo. Est¨¢ trascendiendo EE UU y tambi¨¦n Hollywood. Ya no es una conversaci¨®n, es una catarsis. Quiz¨¢ nombres como James Toback, Brett Ratner o incluso Harvey Weinstein no le dicen nada al gran p¨²blico. Pero Kevin Spacey y Dustin Hoffman s¨ª. Ellos son la medida de lo que est¨¢ pasando. Las v¨ªctimas se est¨¢n atreviendo a hablar no solo contra hombres poderosos econ¨®micamente, sino contra personajes de enorme predicamento social, adorados por millones de personas.
¡°Parece que hemos llegado a un punto de inflexi¨®n donde la gente ha encontrado el valor para hablar contra personas poderosas, que no es f¨¢cil¡±, opina Whipp. ¡°Tienen la sensaci¨®n de que alguien les va a escuchar. Antes se encontraban con indiferencia. Ahora la gente se toma esto muy en serio y con empat¨ªa. Los periodistas escuchamos y corroboramos las historias, y eso legitima a estas mujeres¡±.
Valga como referencia que, hace solo dos a?os, Bill Cosby manten¨ªa cierto respeto en la industria. Su comportamiento sexual era un secreto a voces desde los setenta. Decenas de mujeres contaron sus experiencias con ¨¦l. Una lo denunci¨®. Y aun as¨ª no fue repudiado por la industria y los espectadores hasta julio de 2015, cuando se public¨® una antigua confesi¨®n suya donde dec¨ªa que compraba drogas para d¨¢rselas a mujeres y tener sexo con ellas. Solo entonces se cancel¨® una gira que ten¨ªa planeada para ese a?o como si no pasara nada. Cosby cay¨® por su confesi¨®n, no porque decenas de mujeres revelaran que las hab¨ªa violado. Ese d¨¦ficit de credibilidad de las v¨ªctimas es lo que se ha acabado con el caso Weinstein.
Esta conversaci¨®n nacional sobre el abuso por parte de hombres poderosos tiene, sin embargo, un elefante en la habitaci¨®n que parece inmune a las denuncias. Es precisamente una estrella de la telerrealidad y el hombre m¨¢s poderoso del mundo, Donald Trump. El presidente de EE UU est¨¢ grabado en v¨ªdeo presumiendo de que ¡°cuando eres una estrella te dejan hacer lo que quieras¡±, como ¡°agarrarlas por el co?o¡±. Es la definici¨®n misma del comportamiento que ha destruido la carrera de Weinstein o Roy Price en horas. Trump recibi¨® 63 millones de votos un mes despu¨¦s de que se difundiera esta grabaci¨®n.
Inundada de llamadas
La abogada Gloria Allred lleva 40 a?os ejerciendo y est¨¢ especializada en abusos sexuales. Es la m¨¢s famosa de EE UU en este tipo de casos y estos d¨ªas est¨¢ inundada de llamadas. Allred niega que esto no tenga consecuencias para Trump. Sobre todo porque ella lleva la denuncia que tiene m¨¢s posibilidades de meter al presidente en problemas por este asunto. Allred representa a Summer Zervos, una concursante de The Apprentice que denunci¨® a Trump en plena campa?a por manosearla y propasarse con ella en 2007, en lo que iba a ser una reuni¨®n de trabajo. Un relato parecido al de los testimonios contra Weinstein. Un juez de Nueva York tiene que decidir si obliga al presidente a demostrar qui¨¦n tiene raz¨®n. Allred es al comportamiento sexual de Trump lo que el fiscal Robert Mueller es a la trama rusa.
En el caso de Hollywood, ante la pregunta de si esta ola de acusaciones puede tener un lado oscuro, que se puedan destruir vidas con una declaraci¨®n an¨®nima a los medios, responde que ¡°por supuesto que puede pasar¡±. ¡°Pero es m¨¢s probable que sean verdad. Las personas que denuncian tienen que defender lo que dicen. Y en cuanto a las vidas destruidas, tambi¨¦n se han destruido las vidas de muchas v¨ªctimas, psicol¨®gicamente y f¨ªsicamente¡±, afirma.
Hay otro factor que previene contra las acusaciones sin base: la justicia en EE UU es muy cara. ¡°La persona corre el riesgo de ser denunciada incluso si la acusaci¨®n es verdad¡±, afirma Allred. ¡°Por ejemplo, Ratner ha dicho que va a demandar a la primera mujer que le acus¨®. Va a tener que defenderse, contratar a un abogado. Le puede costar miles o cientos de miles de d¨®lares¡±, haber acusado a Ratner.
No se puede minimizar el valor necesario para salir en los medios acusando a alguien de acoso sexual, incluso en la actual situaci¨®n. Adem¨¢s, Whipp a?ade que por el momento se est¨¢n viendo ¡°patrones de comportamiento que han durado a?os. Hasta ahora, los acusados son personas que abusaron de su poder durante mucho tiempo y los afectados son muchos. Siempre hay potencial para acusaciones injustas, pero el periodismo est¨¢ siendo s¨®lido¡±.
Los casos conocidos tienen un denominador com¨²n: son personas que se aprovechaban de una posici¨®n de poder sobre otros en situaci¨®n de inferioridad, que no eran estrellas. ¡°Esas son las que ten¨ªan que ser protegidas¡±, opina Whipp. ¡°Ese es el cambio que hab¨ªa que hacer. Crear ambientes de trabajo en los plat¨®s que sean seguros y en los que haya una decencia b¨¢sica¡±.
Scott Frank tiene una especialidad curiosa. Antrop¨®logo de formaci¨®n, se dedic¨® a estudiar comportamientos humanos en Hollywood. ¡°Es como cualquier otra tribu¡±, dice por tel¨¦fono. Ahora trabaja en la industria como asesor. ¡°Parece que hay un cambio de mareas de verdad en las ¨²ltimas dos semanas¡±, admite. Pero a?ade que ¡°no fue interno¡±. ¡°La industria del cine no eligi¨® ser mejor. Fue el periodismo el que levant¨® el esc¨¢ndalo y el que abri¨® las compuertas. Y una vez que se abrieron, se abrieron de verdad¡±.
Para Frank, la autenticidad del cambio se nota en dos aspectos. Primero, ¡°las v¨ªctimas quieren hablar, y cuanto m¨¢s hablan, m¨¢s credibilidad tienen¡±. Pero la clave, seg¨²n Frank, es que ¡°la gente est¨¢ perdiendo el empleo por esto¡±. ¡°Si la gente habla mal de ti y te critica, no pasa nada¡±, como ocurr¨ªa con Cosby. ¡°Pero si pierdes tu trabajo, la gente ve que tiene consecuencias reales. Hollywood es una cultura de miedo e incertidumbre, nadie sabe si va a tener trabajo el mes que viene. Si cala la idea de que si te pillan haciendo esto no vuelves a trabajar, har¨¢ que la gente se lo piense antes de hacerlo¡±. Ese ser¨¢ el final de verdad del acoso normalizado.
Famosos en el ojo del hurac¨¢n
Harvey Weinstein, productor
Mujeres que le acusan: 76.
Consecuencias: Despedido de su propia empresa, repudiado por Hollywood e investigado por las polic¨ªas de Nueva York ¡ªque recaba pruebas para detenerle¡ª Los ?ngeles y Londres.
Roy Price, directivo
Mujeres que le acusan: 1.
Consecuencias: Despedido como jefe de Amazon Studios.
James Toback, cineasta
Mujeres que le acusan: M¨¢s de 300.
Consecuencias: Repudiado por Hollywood e investigado por la polic¨ªa de Beverly Hills.
Kevin Spacey, actor
Hombres que le acusan: unos 15.
Consecuencias: Netflix cancela su participaci¨®n en House of Cards. La Academia de Televisi¨®n le retira un Emmy honor¨ªfico. Investigado por la polic¨ªa de Londres.
Mark Halperin, analista
Mujeres que le acusan: 5.
Consecuencias: Canceladas sus apariciones en televisi¨®n como analista pol¨ªtico. Penguin cancela un libro suyo que iba a publicar y HBO una serie basada en una de sus obras.
Brett Ratner, cineasta
Mujeres que le acusan: 6.
Consecuencias: Warner Bros ha dejado de trabajar con ¨¦l. Lo niega todo y amenaza con demandar a su primera acusadora.
Dustin Hoffman, actor
Mujeres que le acusan: 2.
Consecuencias: Ninguna hasta el momento.
Jeremy Piven, actor
Mujeres que le acusan: 1.
Consecuencias: Cancelada a ¨²ltima hora su aparici¨®n en The Late Show with Stephen Colbert.
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