?Hab¨ªa un ¡®greco¡¯ escondido hasta hoy?
Un coleccionista privado de Toledo deja ver por primera vez un cuadro que algunos atribuyen al pintor a la espera de pruebas definitivas
Un pu?ado de periodistas pudo ver ayer La Visitaci¨®n, un cuadro que supuestamente pint¨® El Greco (1541-1614) para la capilla fundada por Isabel de Oballe en una iglesia de Toledo. Los especialistas no han podido acercarse todav¨ªa al ¨®leo sobre lienzo de un metro y poco por ochenta cent¨ªmetros que representa la visita de la Virgen Mar¨ªa a su prima santa Isabel, dos mujeres con los cl¨¢sicos ropajes que se saludan en el umbral de la puerta. Ambas est¨¢n embarazadas, de san Juan, la una, y de Jes¨²s, la otra.
Desde que se celebr¨® en 2014 el A?o de El Greco se tuvo conciencia de la existencia de este lienzo, pero su ubicaci¨®n y propiedad eran un misterio, y lo siguen siendo. Tampoco su autenticidad est¨¢ avalada, porque el due?o no ha autorizado a¨²n pruebas t¨¦cnicas.
La mujer maltratada que huy¨® a Per¨²
Isabel de Oballe naci¨® en Toledo pero acab¨® huyendo a Per¨² harta de los malos tratos que recib¨ªa de su padre y de su hijo, un s¨¢ndwich de violencia que no era solo propio de aquella ¨¦poca. A ella se le deben hoy los cuadros de El Greco, porque hizo un encargo para una capilla que fund¨® en una iglesia de Toledo donde hab¨ªa de figurar, c¨®mo no, una santa Isabel, de ah¨ª esta visitaci¨®n de la virgen que ayer se expuso en el Museo del Greco.
Oballe se cas¨® en Per¨², dos veces, y vino a morir a Espa?a, pero lo hizo en Sevilla y no en Toledo, cosa de los antiguos viajes. Acord¨® con su marido que parte de la fortuna la destinar¨ªa a las doncellas hu¨¦rfanas de su familia. Pero una vez muerta, el viudo cas¨® de nuevo y de aquella herencia nada se supo.
El Museo del Greco en Toledo lo exhibi¨® ayer y su director, Juan Antonio Garc¨ªa Castro, se mostr¨® convencido de la autor¨ªa aunque insisti¨® en la pertinencia de efectuar esas pruebas. Es ¡°muy probable¡± que sea del maestro Dom¨¦nikos Theotok¨®poulos, afirm¨®. Por ahora solo se tienen pistas documentales, que permiten ubicar la obra en los a?os finales del artista, posterior a 1608. Cuentan con el contrato en virtud del cual se encarga al pintor ese cuadro y otros tres, un san Pedro, un san Ildefonso y una Inmaculada, todos ellos para la capilla Oballe en la iglesia de San Vicente M¨¢rtir. Tambi¨¦n consta la reclamaci¨®n del hijo del pintor, Jorge Manuel, que trabajaba con el padre, para que las obras fueran abonadas.
Aquella iglesia es ahora un centro de arte polivalente y la capilla apenas un recoveco de arco de herradura con las paredes de ladrillo desnudas. No se sabe si las obras fueron alguna vez expuestas en la capilla o si en su lugar se colgaron copias, porque hay dos ejemplares de cada una expuestos en varios sitios. En Washington est¨¢ la supuesta visitaci¨®n original, pero la historiadora del arte Mar¨ªa del Mar Doval, considera que es de cualidades inferiores a la que se present¨® ayer.
Doval dio a conocer en una publicaci¨®n especializada la existencia de este lienzo en 2014. Ella lo ha visto en la misma casa toledana desde hace m¨¢s de 20 a?os. El cuadro est¨¢ ¡°perfectamente conservado¡±, no parece haber viajado mucho ni sufrido vaivenes. Sus colores brillan y las trazas del maestro son irrefutables para Doval. Menciona las t¨²nicas de las mujeres, cuyos contornos no est¨¢n fundidos con el fondo, ¡°no se molest¨® en hacerlo, muy del Greco¡±; las cabezas de las dos figuras, la de la Virgen con un pendiente, tambi¨¦n le parecen aut¨¦nticamente caracter¨ªsticas. ¡°Y mira esos trazos claros en el ¨¢ngulo superior, representan el umbral de santa Isabel, mientras que en el de Washington hay una puerta bien pintada, de l¨ªneas tiradas con regla. En los ¨²ltimos a?os de su vida El Greco ya no hac¨ªa esas cosas¡±, se?ala.
Precisamente esos rojos del fondo que tanto utilizaba El Greco le escaman a la experta Leticia Ruiz, que en la actualidad elabora el cat¨¢logo razonado del artista, es decir, todo lo que pint¨® y d¨®nde se encuentran las obras. ¡°Lo veo muy forzado, esa capa roja de preparaci¨®n de la pintura m¨¢s bien parece hecha para reforzar la idea de que es de El Greco; el detalle del pendiente me parece impensable en un cuadro tard¨ªo y el color beis de la vestimenta de santa Isabel es rar¨ªsimo. Del que est¨¢ expuesto en el Dumbarton Oaks de Washington me extra?a la puerta, es verdad, y creo que podr¨ªa ser un acabado del hijo, Jorge Manuel, por su dedicaci¨®n a la arquitectura¡±, afirma Ruiz, quien aplaude la idea de exponer el de Toledo al p¨²blico y asegura que pasar¨¢ a verlo.
No descarta la jefa del departamento del Renacimiento del Prado que sea una copia moderna de las muchas que se hicieron debido a la presi¨®n del mercado sobre la obra grequiana a principios del siglo XX. Ruiz tampoco desecha la idea de que tenga una parte de El Greco y un rematado posterior, puesto que el hijo se dedic¨® a sacar toda la obra inacabada del padre a su muerte.
El pintor manierista instal¨® su taller en Toledo en 1577, donde se recib¨ªan cientos de encargo y se hac¨ªa buen dinero, aunque siempre estaba metido en litigios, porque su modernidad chocaba con el conservadurismo de quienes hac¨ªan los pedidos. La capital castellanomanchega era entonces el gran centro del clero espa?ol y una de las m¨¢s grandes de Europa, con unas 60.000 almas, apenas 20.000 menos que en la actualidad. Fue la ¨¦poca de madurez del artista, que se hab¨ªa formado en su tierra, Cand¨ªa, en Venecia y en Roma. La influencia de Miguel ?ngel es manifiesta en algunas de sus creaciones.
El director del museo confi¨® ayer en que el cuadro presentado sea original e inform¨® de que han estado trabajando dos a?os para que el due?o consintiera en exponerlo al p¨²blico. ?l no quiere darse a conocer. Adem¨¢s, le han sugerido la pertinencia de efectuar las pruebas definitivas de autenticidad. ¡°?De qu¨¦ sirve tener un cuadro as¨ª si se desconoce su autor¨ªa?¡±, sostiene.
Babelia
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