Brigitte Bardot: ¡°Hay muchas actrices que van provocando a los productores¡±
La actriz francesa ha calificado como "hip¨®critas y rid¨ªculas" las acusaciones de abusos sexuales en Hollywood
Otro icono de la gran pantalla francesa que se desliga del movimiento #MeToo de denuncias de acoso sexual desatado con el esc¨¢ndalo del productor estadounidense Harvey Weinstein. Ahora se trata de Brigitte Bardot, para quien en la mayor parte de esos casos se trata de acusaciones ¡°hip¨®critas, rid¨ªculas y sin inter¨¦s¡± que adem¨¢s ¡°quita espacio a temas importantes que podr¨ªan ser debatidos¡± en su lugar.
¡°Hay muchas actrices que provocan a los productores para conseguir un papel. Despu¨¦s, para que se hable de ellas, dicen que sufrieron acoso¡±, dice Bardot en una entrevista publicada en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Paris Match. ¡°En realidad, m¨¢s que beneficiarlas, esto les perjudica¡±, agrega la antigua actriz y cantante, que asegura que pese a su estatus como sex symbol, ella nunca vivi¨® esa situaci¨®n.
¡°Yo nunca he sido v¨ªctima de acoso sexual. Y me parec¨ªa encantador que me dijeran que era muy guapa o que ten¨ªa un buen culo. Este tipo de cumplidos son agradables¡±, declara.
Bardot es la segunda actriz francesa internacional que se desliga del movimiento #MeToo, despu¨¦s de Catherine Deneuve, que firm¨® un manifiesto la semana pasada con otro centenar de mujeres defendiendo el ¡°derecho a importunar¡± de los hombres por el que recibi¨® tantas cr¨ªticas que tuvo que acabar disculp¨¢ndose ante las mujeres v¨ªctimas de agresiones sexuales.
No es la primera vez que Bardot provoca a las feministas. En este caso sin embargo, antes de lanzar su pulla Bardot, de 83 a?os, precisa que se refiere ¡°a las actrices, no a las mujeres en general¡±.
La actriz, icono del cine en los a?os 50, lleva adem¨¢s d¨¦cadas retirada de la gran pantalla en particular y de la escena p¨²blica en general. En la entrevista asegura de hecho que pr¨¢cticamente ya no mantiene contacto alguno con la industria del entretenimiento y que apenas sigue hablando por tel¨¦fono ¡°una o dos veces al a?o¡± con artistas como Alain Delon, Jean-Paul Belmondo, Myl¨¨ne Demongeot o Robert Hossein, a quienes une ¡°sobre todo los animales, un tema que nos acerca¡±.
Adem¨¢s, sus declaraciones son apenas un comentario de pasada en respuesta a una de la veintena de preguntas que le hace Paris Match en una larga entrevista publicada en v¨ªsperas de la aparici¨®n de su biograf¨ªa, Larmes de combat (L¨¢grimas de combate), que llegar¨¢ a las librer¨ªas el 25 de enero.
De todos modos, lamenta en otro momento de la entrevista, ¡°vivimos en un periodo en el que en el momento en que decimos lo que pensamos, nos encontramos en el tribunal correccional de Par¨ªs¡±. Algo que, ironiza, le ha pasado ya a ella cinco veces en el pasado ¡°porque me mantengo firme, sin cambiar de opini¨®n¡±. La actriz tambi¨¦n ha apoyado abiertamente a la candidata francesa de ultraderecha Marine Le Pen, de quien dijo que "es la ¨²nica mujer que tiene un par de cojones".
Una vida retirada y dedicada a sus animales
Bardot abre a Paris Match la puerta de su casa en las afueras de Saint-Tropez, un refugio para ella y para los animales a los que ella lleva d¨¦cadas dedic¨¢ndose en cuerpo y alma ¡ªincluso los ingresos por su biograf¨ªa dice que ir¨¢n a parar a su fundaci¨®n para el cuidado de animales que lleva su nombre. Bardot comparte casa con su ¡°compa?ero y marido¡± del ¨²ltimo cuarto de siglo, Bernard, y con nueve perros y seis gatos que tienen derecho a dormir en la cama matrimonial. Esta es una condici¨®n, cuenta, que su esposo tuvo que aceptar. ¡°Si se hubiera negado, no ser¨ªa mi compa?ero¡±, subraya de un hombre al que define como ¡°encantador, alegre, agradable en el contacto, sabio y al mismo tiempo muy normal (¡) protector, autoritario, impaciente y que pasa la mayor parte de su tiempo con la nariz metida en su ordenador¡±.
Ella por el contrario, pese a su edad, sigue dedicada a los animales. La ma?ana ¡ªse levanta a las nueve¡ª la dedica a revisar las cartas que recibe y a leer los faxes y correos electr¨®nicos que le imprime su marido porque ella no tiene ¡°ni ordenador ni tableta, ni siquiera un m¨®vil, ese instrumento que sirve para hacer esos horribles selfies¡±. Asegura que sigue recibiendo cada d¨ªa ¡°entre 60 y 70 cartas¡± y que responde personalmente ¡°a las importantes o que me emocionan¡±. Hacia las 13.00 se desplaza hacia su granja, La Garrigue, donde guarda al medio centenar de animales que cuida: un poni y un asno que viven en libertad con siete cerdos, ocho cabras, ocho ovejas, dos chivos, una tortuga, gansos, patos, gallinas y 17 perros y gatos m¨¢s. Regresa a su casa sobre las seis de la tarde y, tras cenar con su marido y hacer algunas llamadas, se acuesta. No hace vida social y tampoco va a restaurantes. Tampoco a Saint-Tropez, una localidad que ¡°ya no tiene nada que ver con el peque?o puerto pesquero que conoc¨ªa. Se ha convertido en un escaparate de lujo, un lugar sin alma¡±, afirma.
Bardot tambi¨¦n habla de la dif¨ªcil relaci¨®n que mantuvo con su hijo, Nicolas, a quien tuvo a los 25 a?os y en momentos en que asegura que no era capaz de encontrarse a s¨ª misma. La relaci¨®n ha mejorado y ahora su hijo, que vive en Noruega, viene a visitarla todos los a?os, asegura. Tambi¨¦n revela que cuando sufri¨® un c¨¢ncer de pecho hace tres d¨¦cadas, decidi¨® no hacer quimioterapia ¡°para no perder el cabello¡±. Pero vencer el c¨¢ncer no es su victoria m¨¢s importante. Esa ser¨¢, afirma, la que consiga alg¨²n d¨ªa ¡ªtodav¨ªa no lo ha logrado¡ª para sus animales. De hecho, espera que ese sea su legado tras su muerte. ¡°Un d¨ªa, cuando se evoque mi nombre, me gustar¨ªa que se dijera: Fue el hada madrina de los animales¡±.
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