El Congreso estudiar¨¢ acabar con la anomal¨ªa que sufren los autores musicales

Ocurre solo en la m¨²sica. Una anomal¨ªa, que se repite desde hace m¨¢s de 30 a?os. Un autor crea una obra y firma un contrato con una compa?¨ªa para su edici¨®n. Hasta aqu¨ª, normal. Pero, en los acuerdos con editoras musicales, el autor acepta autom¨¢ticamente tambi¨¦n ceder ¡°derechos de comunicaci¨®n p¨²blica¡± sobre su creaci¨®n (es decir, por su difusi¨®n en televisi¨®n, radio, hosteler¨ªa, en la Red o en tiendas, entre otros), tal y como prev¨¦ el art¨ªculo 71 de la Ley de Propiedad Intelectual que se aprob¨® en 1987.

En la pr¨¢ctica, se ha traducido en que con su firma cientos de m¨²sicos han entregado a las editoras hasta la mitad de los ingresos generados por cada vez que su tema suena en la radio o en streaming. A menudo, adem¨¢s, a perpetuidad. Por eso el Grupo Parlamentario Confederal de Unidos Podemos-En Com¨² Podem-En Marea ha presentado hoy una Proposici¨®n de Ley para derogar el art¨ªculo 71 y establecer as¨ª ¡°una relaci¨®n m¨¢s igualitaria entre los creadores, autores, y las grandes discogr¨¢ficas¡±, seg¨²n Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso.

"Ahora m¨¢s del 90% de los ingresos de cualquier autor son v¨ªa derechos de comunicaci¨®n p¨²blica¡±, ha asegurado Eduardo Maura, portavoz de Cultura de Unidos Podemos, tras la presentaci¨®n. Su propuesta considera que ¡°una cantidad enorme de m¨²sicos¡± ha vivido durante d¨¦cadas en ¡°condiciones manifiestamente desiguales con respecto a otros autores, con el enorme perjuicio que ello conlleva para ellos y para sus herederos¡±. Solo unos pocos, seg¨²n Unidos Podemos, han tenido los recursos suficientes para batallar en los tribunales y recuperar algunos de sus derechos.

¡°En virtud del art¨ªculo 71, el editor musical percibe hasta el 50% de todos los derechos de reproducci¨®n, distribuci¨®n y comunicaci¨®n p¨²blica por la mera suscripci¨®n de un contrato de edici¨®n musical, adquiriendo como ¨²nica obligaci¨®n la de realizar una edici¨®n impresa de la partitura de la obra y la de registrar su contrato en la SGAE¡±, ha agregado Maura. Para el diputado tal vez la medida pudiera llegar a tener sentido en otra ¨¦poca, cuando ¡°con las partituras se adquir¨ªa el derecho a interpretarlas p¨²blicamente¡±. Sin embargo, hoy en d¨ªa comunicaci¨®n p¨²blica define un abanico ampl¨ªsimo de actividades y la reproducci¨®n musical tambi¨¦n va mucho m¨¢s all¨¢ de las actuaciones en directo. ¡°Los editores musicales no trabajan directamente con las obras, no hacen programaci¨®n o promoci¨®n musical, no buscan conciertos pero se llevan grandes cantidades¡±, ha defendido Maura.

La propuesta se coloca dentro de un debate m¨¢s amplio sobre este ¨¢mbito en Espa?a. Porque el Congreso tiene que modificar este a?o la Ley de Propiedad Intelectual, que ya reform¨® el PP en solitario en 2014, para adaptarla a una directiva europea que liberaliza la gesti¨®n del derecho de autor. Hasta ahora, ocho entidades sin ¨¢nimo de lucro, entre ellas la SGAE, se encargan de la recaudaci¨®n de los ingresos por el copyright. Pero la UE decidi¨® abrir las puertas de este mercado tambi¨¦n a compa?¨ªas privadas, y con ¨¢nimo de lucro. As¨ª tendr¨¢ que reflejarlo el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol en los pr¨®ximos meses. Si no, corre el riesgo de recibir una multa de Bruselas. A la UE tampoco le gustan las anomal¨ªas.