La pel¨ªcula que devor¨® a sus creadores
Un documental relata el viaje al desastre de ¡®El cosmonauta¡¯, un original filme que estaba llamado a cambiar la historia del cine
Nicol¨¢s Alcal¨¢, Bruno Teixidor y Carola Rodr¨ªguez iban a cambiar la Historia del cine. As¨ª, con may¨²sculas. En 2008, los entonces veintea?eros ¡ªse hab¨ªan conocido en la Universidad¡ª anunciaron el inicio de un proyecto transmedia, El cosmonauta, que contendr¨ªa un largometraje, un libro y 36 piezas multimedia, que se financiar¨ªa a trav¨¦s de crowdfunding o micromecenazgos, y que todo el que quisiera podr¨ªa ver gratis. Y s¨ª, hubo pel¨ªcula (aunque muy discutida), pero tambi¨¦n la quiebra de la empresa del tr¨ªo y productora, Riot Cinema Collective, SL, juicios contra el Estado espa?ol, malos rollos y una larga amistad hecha pedazos. Al final, los ocho a?os de trabajo han sido m¨¢s interesantes que el filme en s¨ª. Y as¨ª queda reflejado en el documental Hard as Indie, que se estrena online ma?ana para que pueda verse de forma gratuita y en plataformas como Filmin.
El documental de Arturo M. Antol¨ªn naci¨® como el making of de El cosmonauta ¡ªque cuenta c¨®mo el primer cosmonauta que pisa la Luna no regresa a casa en 1975, a pesar de que ¨¦l, a trav¨¦s de fantasmales mensajes de radio, asegura haber vuelto a la Tierra y haberla encontrado vac¨ªa¡ª y ha acabado siendo el testimonio de un viaje ¨¦pico hacia el desastre.
Desde el inicio de la andadura, el tr¨ªo tuvo claro el concepto transmedia: Alcal¨¢ dirigir¨ªa el largo, Rodr¨ªguez ser¨ªa la productora y Teixidor realizar¨ªa las piezas multimedia. Lograron resonancia medi¨¢tica y ruido en la Red; m¨¢s ardua fue la tarea de conseguir financiaci¨®n. ¡°Trabajamos mucho sin resultados visibles y sin dinero¡±, se escucha en Hard as Indie. El primer cambio de registro lleg¨® en 2010, cuando decidieron rodar en ingl¨¦s en vez de en espa?ol, y por tanto cambiaron de reparto. En Mosc¨² encontraron a una productora, Alisa Green, que iba a invertir tanto dinero como ellos obtuvieran. Hasta que el 23 de mayo de 2011, a ocho d¨ªas de inicio del rodaje, Green desapareci¨® y se esfumaron 120.000 euros. Por suerte, a su llamada de socorro intern¨¢utica los seguidores acudieron en masa y en 72 horas obtuvieron 130.000 euros (al final lograron 331.678 euros de 4.610 personas).
La filmaci¨®n en Letonia fue un infierno: oleadas de mosquitos; Alcal¨¢, enfermo de megaloman¨ªa; una producci¨®n de aficionados; un alojamiento en un asilo que segu¨ªa anclado en el pasado, cuando el edificio serv¨ªa de hotel de los invitados del l¨ªder Br¨¦zhnev a la zona; actores en rebeld¨ªa y grandes fiestas alcoh¨®licas como terapia de exorcismo de malos rollos. ¡°Nos quedaba grande¡±, confiesa Rodr¨ªguez. Al trasladarse a Mosc¨² para rodar en la Ciudad de las Estrellas, donde entrenaban los viajeros espaciales sovi¨¦ticos, un general excosmonauta retir¨® todos los permisos. Vuelta a casa.
Pero acabaron la pel¨ªcula. Y empez¨® el montaje. Hab¨ªan rodado 140 horas de material, m¨¢s del triple de lo habitual. A Alcal¨¢ no le gustaba el montaje m¨¢s tradicional de la historia y decidi¨® apostar por el po¨¦tico, para espanto de Rodr¨ªguez. Desde ese momento, ambos dejar¨¢n de hablarse. Meses despu¨¦s, el director suelta una barbaridad por Facebook, y El cosmonauta, un hijo querido en Internet, se convierte en el proyecto m¨¢s odiado en la Red.
Quedaba la puntilla. Tras el estreno en mayo de 2013 en cines, canales televisivos de pago y en otras plataformas (¡°Echamos a correr los primeros, pero no en llegar a la meta¡±), tienen que devolver 73.000 euros de los 99.500 recibidos en la ¨²nica subvenci¨®n que ha dado el Ministerio de Cultura a obras audiovisuales que fomentaran las nuevas tecnolog¨ªas (solo se lanz¨® la convocatoria de 2012). Era adem¨¢s, por su esttreno especial, la ¨²nica ayuda a la que pod¨ªan acceder. ¡°No nos admitieron los sueldos en diferido, aunque en 2012 nos hab¨ªan dicho que no habr¨ªa problemas¡±. Perdieron el juicio y en 2015 su empresa entr¨® en concurso de acreedores: El cosmonauta ya no se pudo proyectar, aunque hoy en d¨ªa se puede ver en Internet. Actualmente, Bruno y Carola van por un lado, y Nico por otro. No se hablan. ¡°Pero no nos arrepentimos, al menos hicimos la pel¨ªcula¡±, se consuelan. Nunca una victoria p¨ªrrica supo mejor.
Babelia
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