Tres hispanistas a la b¨²squeda de las ra¨ªces del catalanismo
John H. Elliot, Felipe Fern¨¢ndez-Armesto y Paul Preston debatieron en la London School of Economics sobre historia, pol¨ªtica y derecho de autodeterminaci¨®n
¡°La posici¨®n por defecto de un pol¨ªtico es la mentira, y la labor del historiador es buscar la verdad, caiga quien caiga¡±. Lo dijo anoche Paul Preston, al t¨¦rmino de un debate sobre las ra¨ªces hist¨®ricas de la crisis catalana en la London School of Economics. A eso, a buscar la verdad en un ¨¢mbito acad¨¦mico y distendido, alejado del ruido que rodea al debate pol¨ªtico sobre el independentismo catal¨¢n, se dedicaron tres de los m¨¢s relevantes historiadores brit¨¢nicos que han mirado a Espa?a. John H. Elliot, Felipe Fern¨¢ndez-Armesto y el propio Preston hablaron de las ra¨ªces del catalanismo, remotas y recientes, de la Edad Media a la Transici¨®n, pero tambi¨¦n de pol¨ªtica, de di¨¢logo y de futuro.
Para rastrear las ra¨ªces del catalanismo, Elliot se remont¨® al 19 de octubre de 1469, d¨ªa en que el matrimonio de Fernando II de Arag¨®n e Isabel I de Castilla cre¨® una ¡°monarqu¨ªa compuesta¡±. Se detuvo inevitablemente en la sublevaci¨®n de Catalu?a de 1640, a la que el historiador ya dedic¨® un libro en 1963, un conflicto alimentado por el ¡°absentismo¡± de un rey envuelto en ¡°guerras interminables¡±. Y en la campa?a de Catalu?a durante la Guerra de Sucesi¨®n, en 1714, donde quiso ver una de las claves del nacionalismo actual. ¡°El movimiento catal¨¢n moderno, como muchos nacionalismos, se basa en una manipulaci¨®n del pasado que lleva a un sentido de victimizaci¨®n que persiste desde 1714 hasta hoy¡±, explic¨®.
Por un debate de calidad
Vivir desde fuera un acontecimiento tan relevante para tu pa¨ªs ¡°te da cierta perspectiva¡±. ¡°Pero, sobre todo, te da pena, porque todo el mundo est¨¢ sufriendo¡±, explica Jos¨¦ Montalb¨¢n, de 29 a?os, doctorando en Econom¨ªa. Por eso, ¨¦l y otros cinco estudiantes espa?oles en la London School of Economics decidieron aportar su ¡°granito de arena¡± para que haya ¡°un debate de calidad¡±.
As¨ª naci¨® What next for Spain and Catalonia?, un ciclo de cuatro debates en la LSE para reflexionar sobre el proceso independentista catal¨¢n. Los promotores tienen diferentes intereses e ideas pol¨ªticas. ¡°Hay independentistas y no independentistas, pero todos queremos bajar al terreno de la academia, y no del prejuicio¡±, explica Montalb¨¢n.
Preguntado por la moderadora, la periodista Conxa Rodr¨ªguez, sobre el origen exacto del independentismo catal¨¢n moderno, Preston, hispanista especializado en la historia m¨¢s reciente, sorprendi¨® al auditorio proporcionando una fecha exacta: el 15 de septiembre de 1923. ¡°El catalanismo en el siglo XIX es un movimiento cultural y no constituye una amenaza para Madrid¡±, explic¨® el hispanista de la LSE. ¡°Los elementos de la sociedad m¨¢s interesados en el catalanismo proced¨ªan de la alta burgues¨ªa. No constitu¨ªan una amenaza porque ve¨ªan a Madrid como un protector contra los anarquistas, depend¨ªan de Madrid para su protecci¨®n¡±.
Cuando el 12 de septiembre de 1923 se produce el golpe de Estado, cont¨® Preston, esa alta burgues¨ªa piensa que Primo de Rivera, amante de la cultura catalana, va a proteger Catalu?a. ¡°Para su sorpresa, a los tres d¨ªas de llegar a Madrid se revela como un centralista absoluto¡±, explic¨®. ¡°Entonces empieza a emerger un catalanismo m¨¢s de izquierdas¡±, que ya es muy fuerte cuando se declara la Rep¨²blica.
Fern¨¢ndez-Armesto neg¨® la mayor. Para ¨¦l, no existe tal cosa como un nacionalismo moderno. ¡°Desaf¨ªo el concepto porque no creo que el nacionalismo sea moderno en absoluto¡±, opin¨®. El catedr¨¢tico del Queen Mary College de la universidad de Londres critic¨® que el debate en la actualidad se produce entre ¡°dos modelos rivales, ninguno de los cuales tiene sentido¡±. ¡°Uno entiende el Estado como mero contrato y el otro dice que el Estado est¨¢ basado en la naci¨®n. Los dos son igualmente falsos¡±, explic¨®.
Los tres historiadores defendieron la Transici¨®n, que Preston calific¨® de ¡°peque?o milagro¡±. ¡°Ser¨ªa est¨²pido negar la democracia que hay hoy en Espa?a, con todos sus defectos¡±, defendi¨®, y se pregunt¨® en alto, sin encontrar una respuesta, si Espa?a es m¨¢s o menos democr¨¢tica que Reino Unido. ¡°La comparaci¨®n de la Espa?a de Franco con la actual es absolutamente rid¨ªcula¡±, remat¨® Elliot.
Coincidieron en la ausencia de un mandato para la independencia. ¡°Un 47% no es una mayor¨ªa en ning¨²n caso, y eso es partiendo de que era un voto a diferentes partidos. Est¨¢ absolutamente claro que la mayor¨ªa de los catalanes no quiere la independencia¡±, defendi¨® Fern¨¢ndez-Armesto.
Al final, los tres se mostraron cr¨ªticos con los pol¨ªticos a ambos lados del conflicto. Preston recurri¨® a la Rep¨²blica y a la Transici¨®n para constatar que, ¡°cuando hay elementos en Madrid y Barcelona dispuestos a dialogar, se pueden arreglar las cosas¡±. Pero lo que hay ahora, dijo, es ¡°una conjura de los necios¡±. Elliot habl¨® de una ¡°grave bancarrota pol¨ªtica de los dos principales partidos¡±, en referencia al PP y el PSOE. ¡°Los dos se han convertido en dinosaurios y eso hace dif¨ªcil avanzar¡±, concluy¨®.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.