Buena gente a lo largo del camino

Josep Maria Mir¨® es uno de nuestros autores m¨¢s prol¨ªficos (desde 2009 ha escrito 11 obras y dramaturgias) y de mayor resonancia en el extranjero, sobre todo en Sudam¨¦rica. En Argentina y Uruguay se han visto con ¨¦xito La traves¨ªa, Nerium Park, Obac y, sobre todo, El principio de Arqu¨ªmedes, que hizo cinco temporadas en el San Mart¨ªn de Buenos Aires, y la editorial Losada public¨® el a?o pasado una antolog¨ªa de sus textos.

Mir¨® acaba de estrenar en la barcelonesa Sala Beckett su primera pieza en castellano, Olvid¨¦monos de ser turistas, dentro de un ciclo que le dedican, y donde tambi¨¦n figura, a sus ¨®rdenes, un nuevo montaje de Nerium Park. La directora argentina Gabriela Izcovich y la actriz catalana Lina Lambert le encargaron una nueva obra para levantar en triple producci¨®n, a cargo de la Beckett, el Espa?ol de Madrid, donde se ver¨¢ en mayo, y el Teatro 25 de Mayo (Buenos Aires), donde llegar¨¢ en agosto.

Olvid¨¦monos de ser turistas tiene un formato epis¨®dico, itinerante, de road movie teatral. Un matrimonio espa?ol, Enrique (Pablo Vi?a) y Carmen (Lina Lambert), viaja a la zona brasile?a de la Triple Frontera. La funci¨®n arranca con un deslumbrante tour de force de escritura, interpretaci¨®n y puesta: el intercambio de 200 preguntas, tan moduladas que no lo parecen, detona la crisis latente de la pareja, a partir de la aparici¨®n, que no vemos, de un joven viajero. Esa primera escena les basta a los estupendos Vi?a y Lambert para trazar las pinceladas esenciales de la pareja. Distancia. Soledad. Y una secreta pena que son incapaces de compartir. Hay muchas m¨¢s capas que ir¨¢n desvelando, con elegancia y contenci¨®n muy brit¨¢nicas, a lo largo de las escenas que siguen.

La discusi¨®n inicial detona un doble viaje, que me trajo lejanos ecos de Peter Handke, a caballo entre La mujer zurda y Carta breve para un largo adi¨®s. Y, por su humor melanc¨®lico y sus encuentros vitalistas, me pareci¨® que flotaba en la sala un poco del aroma destilado por Billy Wilder en Avanti! La luz de lo inesperado la traen los argentinos: Eugenia Alonso y Esteban Meloni, que protagonizaron El principio de Arqu¨ªmedes en Buenos Aires, interpretan, con brillo constante, a los dem¨¢s personajes, la gente a la que se van encontrando Enrique y Carmen en sus viajes. A diferencia de la pareja, que se va mostrando a fuego lento, Mir¨® ha de dibujar a sus interlocutores en una sola escena, y tambi¨¦n lo consigue. Hace interesantes a los personajes porque siente afecto por ellos. Todos tienen vida, cabeza y alma. Saben escuchar. Y Enrique y Carmen aprenden a abrirles sus corazones. Todos son, parafraseando a Machado, buena gente que camina y va perfumando la tierra.

Eugenia Alonso es Valeria, Beatriz, Melina y T¨ªa. Valeria es una mujer sabia que limpia habitaciones. Tiene una portentosa capacidad de observaci¨®n y es capaz de describir el grito de una mujer con una frase: ¡°Como si le hubieran hecho un tajo en el pecho, le metieran la mano y le arrancaran el coraz¨®n¡±. Beatriz es una gu¨ªa tur¨ªstica que trata de no dar nada por sentado. Escuch¨¢ndolas, te das cuenta de que decir ¡°limpia habitaciones¡± o ¡°es gu¨ªa tur¨ªstica¡± no es decir nada. ?C¨®mo es Melina, esa mujer solitaria que recorre los hoteles? Hay que hacer como ellas: mirar, escuchar, abrirse. En sus carn¨¦s de identidad habr¨ªa que poner alguna de sus frases. Como esta, de Melina: ¡°Nunca imagin¨¦ que un hombre tan triste bailara tan bien¡±. Tampoco se puede describir a T¨ªa diciendo que es la due?a de un restaurante. Quiz¨¢s se acerque m¨¢s ¡°la mujer que ofrece refugio¡±. O se?alar que en su escena se anudan las ra¨ªces del relato.

Lina Lambert y Pablo Vi?a van cambiando sin mudar de nombres; Eugenia Alonso y Esteban Meloni son puro fregolismo espiritual y f¨ªsico, porque han de lidiar con diversas naturalezas.

Meloni es Mauricio, ch¨®fer de autocar. Fue conductor de metro y vio a mucha gente arrojarse a la v¨ªa. Ha tardado mucho en encontrar algo parecido a la paz en el silencio de las rutas nocturnas. Tambi¨¦n es Fabi¨¢n, el hombre de Catamarca: me dej¨® sin aliento cuando cuenta la historia de su padre perdido en Roma. Y en un vuelo, el sombr¨ªo Fabi¨¢n se convierte en el jovial Gonzalo, el sacerdote que nunca vio un ovni: tras el dolor de la escena precedente, brota una doble y feliz risa conjunta con Enrique. No puedo revelar lo que ocurre entre T¨ªa y Carmen: tremenda historia, tremendo mano a mano entre Eugenia Alonso y Lina Lambert. Ni lo que sucede en la escena final. Solo aplaudir: al dramaturgo, a los cuatro int¨¦rpretes y a Gabriela Izcovich, que extrae y hace relumbrar, sin subrayarlos, la poes¨ªa, el misterio, el humor de Olvid¨¦monos de ser turistas, que tiene una larga vida por delante.

Por cierto, Nerium Park estar¨¢ en la Beckett hasta el 25 de febrero. Y Temps salvatge, su siguiente funci¨®n, se estrena en el TNC a principios de mayo (y viajar¨¢ tambi¨¦n a Buenos Aires en agosto).

¡®Olvid¨¦monos de ser turistas¡¯, de Josep Maria Mir¨®. Director: Gabriela Izcovich. Int¨¦rpretes: Eugenia Alonso, Lina Lambert, Esteban Meloni, Pablo Vi?a. Sala Beckett (Barcelona), hasta el 25 de febrero. Teatro Espa?ol (Madrid), del 10 de mayo al 10 de junio.