La pel¨ªcula gay que no utiliza la palabra gay
Con enorme delicadeza y sensibilidad, 'Ll¨¢mame por tu nombre' cuenta el romance entre Elio y Oliver pero su historia no es como la que se narra en los cuentos
En la ¨²ltima pel¨ªcula gay apenas se pronuncia la palabra gay. Aunque Ll¨¢mame por tu nombre (Call me by your name), que acapara cuatro nominaciones a los Oscar (mejor pel¨ªcula, actor, guion adaptado y canci¨®n), narra una bella historia de amor entre Elio y Oliver, en ella solo se utiliza una ¨²nica vez este t¨¦rmino y no es para referirse a ninguno de los dos protagonistas. Tampoco nadie dice homosexual, ni siquiera se habla de sexualidad, ni de orientaci¨®n sexual.
Ambientada en 1983, en esta cinta, dirigida por Luca Guadagnino, no hay homofobia, ni altisonantes declaraciones p¨²blicas de homosexualidad. No hace falta hacerlo, la pel¨ªcula en realidad habla del primer amor, que a Elio le sucede en verano, como ocurre con estas historias cuando se tiene 17 a?os. Un precioso romance, que el filme trata con enorme delicadeza y sensibilidad, entre este joven y Oliver, un universitario estadounidense algo mayor que pasar¨¢ el verano en la casa de Elio.
Pero el romance de los dos protagonistas no es como el que se narra en los cuentos. Aqu¨ª no hay princesas, sino dos pr¨ªncipes jud¨ªos que viven en aquellos a?os 80 en los que la homosexualidad era un esc¨¢ndalo. A pesar de los estigmas de aquellos tiempos, el entorno que queda retratado en el filme no puede ser m¨¢s gayfriendly, como dir¨ªamos en 2018. Todo pudiera parecer id¨ªlico, pero el proceso interno de aceptaci¨®n de la identidad sexual es mucho m¨¢s complejo que todo eso:
- Si supieras lo poco que s¨¦ sobre cosas importantes, dice Elio
- ?Qu¨¦ cosas importantes?, le responde Oliver
- Ya sabes qu¨¦ cosas
- ?Por qu¨¦ me dices esto?
- Porque cre¨ª que deb¨ªas saber
- ?Por qu¨¦ cre¨ªste que deb¨ªa saber?
- Porque quer¨ªa que supieras
- ?Est¨¢s diciendo lo que creo que est¨¢s diciendo?(...) No podemos hablar de esas cosas
La palabra gay apenas aparece en esta cinta y no solo porque resulte innecesaria, sino porque se acaba convirtiendo en un tab¨² para los dos protagonistas homosexuales como bien lo demuestra este di¨¢logo. De hecho, Elio (Timoth¨¦e Chalament) y Oliver (Armie Hammer) no solo se aman, tambi¨¦n se rechazan e incluso llegan a enfrentarse con su propio cuerpo y a negarse a s¨ª mismos.
La sociedad opresora y aterrada por la homosexualidad, que tantas veces ha servido de argumento para cintas gais, apenas tiene cabida en esta pel¨ªcula. Aqu¨ª la presi¨®n no la ejercen otros, sino los propios protagonistas hacia su propio yo interior. La batalla no es contra el rechazo social, es contra su moral, sus cuerpos y sus instintos. Aunque el proceso de aceptaci¨®n de la identidad evoluciona de manera diferente en cada uno de los protagonistas, ninguno sale p¨²blicamente del cl¨®set (armario). No les hace falta, su homosexualidad acaba siendo obvia para todos, pero no tanto para ellos mismos.
Tab¨²es que, en alg¨²n caso, parecen haberse trasladado de aquel a?o 83 al propio filme. Aunque la pel¨ªcula est¨¢ rodeada de enorme seducci¨®n y los encuentros entre Elio y Oliver son en varias ocasiones sexuales, la c¨¢mara se marcha a otra parte en cuanto empieza a ponerse demasiado caliente la escena de cama entre ambos protagonistas. El sexo entre homosexuales parece vetado, pero no ocurre, sin embargo, lo mismo con las aventuras heterosexuales, de las que el espectador es testigo.
El cuerpo femenino aparece desnudo y los pechos se exponen como objeto de deseo pero del hombre ¨²nicamente se muestra el torso, algo completamente normal si se tiene en cuenta que la pel¨ªcula ocurre durante un caluroso verano.
Una cinta cargada de sutilezas, de sensuales insinuaciones, de romance y, en definitiva, de amor que acaba por atrapar al espectador. Rodeada de enorme belleza, Ll¨¢mame por tu nombre, una adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Andr¨¦ Aciman,?cae en alg¨²n tab¨² inexplicable pero retrata con enorme ternura el proceso durante el cual un gay se enfrenta a su propia identidad.
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