Por suerte, el arte ya se ha adelantado
La creaci¨®n contempor¨¢nea tiene la capacidad de decir y hacer algo respecto al futuro sean conscientes o no los artistas. Sobre ello gira esta nueva edici¨®n de Arco
Imaginemos un b¨²ho digital, posado sobre una barra y rodeado de oscuridad. Se mueve despacio y mira a su alrededor mientras dice cosas como ¡°embustero¡±, ¡°algunos animales nunca duermen¡± y ¡°g¨¦nero en planetas lejanos¡± con un tartamudeo. ¡°Si oyen estas palabras quiz¨¢ no las crean¡±, dice tambi¨¦n, como si se dirigiera a nosotros desde el futuro. El mon¨®logo es incoherente y algo siniestro. Hay un sonido de fondo ¡ªchirridos de ruido comprimido¡ª, dramatizado y distorsionado a partir de la pel¨ªcula de Ridley Scott Blade Runner. Varios aforismos y fragmentos de las profec¨ªas de I Ching, un antiguo libro chino de sabidur¨ªa y predicciones, a?aden intriga y apremio al v¨ªdeo, que funciona como una misteriosa bandera roja o un despertador animado.
Estamos ante una obra de arte titulada Oracles, Owls¡ Some Animals Never Sleep, de Ann Lislegaard (Copenhague). La autora es conocida por sus pel¨ªculas animadas en 3D y sus instalaciones de luz y sonido a partir de ideas halladas en novelas de ciencia-ficci¨®n, como Bellona (basada en Dhalgren, de Samuel R. Delany) y Left Hand of Darkness (La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. Le Guin). La ciencia-ficci¨®n le proporciona un punto de vista alternativo sobre el lenguaje, la narraci¨®n, los roles de g¨¦nero, la sexualidad y las concepciones del futuro. En Oracles, Owls¡ Some Animals Never Sleep, que se inspira en la obra de Philip K. Dick?Sue?an los androides con ovejas el¨¦ctricas? (1968), la figura es amenazadora pero tambi¨¦n humor¨ªstica, un yo duplicado y reforzado, con su danza no sincronizada y sus movimientos como si estuviera en trance.
En esta obra de arte es parte esencial la especulaci¨®n, la conjetura, una forma de pensar y actuar que adopta la artista, como muchos de sus colegas. El arte contempor¨¢neo tiene la capacidad de decir y hacer algo respecto al futuro, sean conscientes o no los artistas. Es una capacidad distinta de los instrumentos tradicionales de predicci¨®n, como la futurolog¨ªa, la presentaci¨®n de previsiones econ¨®micas, la elaboraci¨®n de estrategias pol¨ªticas, el pesimismo tecnol¨®gico y las teor¨ªas ut¨®picas sobre la inteligencia artificial. Es algo m¨¢s inesperado, extra?o y polifac¨¦tico, en el buen sentido. Aqu¨ª, el arte funciona como un sism¨®grafo que, con m¨¦todos complejos, muestra las cosas antes de que sean palpables en el resto de la cultura y la sociedad.
Necesitamos con urgencia relatos que estimulen, ya sea de forma positiva o cr¨ªtica, e ir m¨¢s all¨¢ del yugo del individualismo
Si hemos prestado atenci¨®n al arte ahora y en la ¨²ltima d¨¦cada, nos daremos cuenta de que la autoorganizaci¨®n, la solidaridad y el oficio van a ser cada vez m¨¢s importantes, igual que los m¨¦todos de colaboraci¨®n, la investigaci¨®n como base del trabajo, las nuevas tecnolog¨ªas, el entorno rural y el cosmos. El arte, que a menudo rechaza un mundo dividido en jerarqu¨ªas y diferencias, puede expresar humor, escepticismo, amenaza, empat¨ªa e intensidad. Todo ello puede condensarse en ¡°autodeterminaci¨®n¡±, ¡°t¨¦cnicas de supervivencia¡±, ¡°soberan¨ªa¡± y, quiz¨¢ lo m¨¢s importante, la conjetura y los imaginarios que puede crear. Necesitamos con urgencia relatos que nos estimulen, ya sea de forma positiva o cr¨ªtica, y que podamos compartir m¨¢s all¨¢ de nuestros seres m¨¢s pr¨®ximos y queridos, m¨¢s all¨¢ del yugo del individualismo.
Ser soberanos implica tener la capacidad de influir en la marcha de las cosas e instigar el cambio, que forma parte de mis propios deseos. En el imaginativo filme de 2016 The Sprawl: Propaganda about Propaganda, del d¨²o de ?msterdam Metahaven, presentado inicialmente en forma de secuencia en YouTube, el poder consiste en ejercer la soberan¨ªa. Y ese ejercicio consiste hoy en algo sustancialmente distinto a la geopol¨ªtica de la territorialidad geogr¨¢fica, basada en la naci¨®n-Estado, que ha dominado el discurso del poder y la pol¨ªtica desde el siglo XVII. Consiste tambi¨¦n en el poder como un tipo de acci¨®n capaz de perturbar mediante la comunicaci¨®n al ¡°otro bando¡± y socavar la convicci¨®n de que la verdad es demostrable. Consiste tambi¨¦n en convertir los programas inform¨¢ticos en armas y comprender que este no es m¨¢s que uno de los muchos cambios dr¨¢sticos y veloces que est¨¢ experimentando el mundo en general. Creo que es importante que cualquiera que viva hoy trate de entender estos cambios. Por suerte, el arte ya se ha adelantado, advirti¨® los cambios hace tiempo y ha actuado en consecuencia.
En la pel¨ªcula se utiliza Rusia como ejemplo; se examina c¨®mo funciona el pa¨ªs dentro de la megaestructura inform¨¢tica a escala planetaria que el te¨®rico Benjamin Bratton, uno de los que aparecen en el filme, llama ¡°la pila¡± o ¡°el mont¨®n¡±. La pila ¡ªformada por la nube, Internet, aplicaciones, ciudades inteligentes¡¡ª es un modelo vertical abstracto que sustituye y distorsiona la topolog¨ªa horizontal de la geopol¨ªtica definida en el Tratado de Paz de Westfalia, que, en 1648, dividi¨® la tierra en naciones-Estado. La pila, dice Bratton, con sus m¨²ltiples soberan¨ªas verticales, es la superpotencia de nuestra ¨¦poca, aunque sea coyuntural.
El arte es especulativo como pr¨¢ctica y conocimiento, ya sea optimista o pesimista. No es una cosecha madura, sino un cultivo constante
Veamos el propio The Sprawl, por ejemplo: la pel¨ªcula es excepcionalmente cautivadora, con una superposici¨®n continua de im¨¢genes y gr¨¢ficos ¡ª?figurativos y no figurativos¡ª, con muchas pantallas, reflejos, humo, colores crom¨¢ticos y m¨²sica evocadora y ligeramente melanc¨®lica. El dominio que tiene Metahaven de la comunicaci¨®n visual actual, de c¨®mo utilizarla para manipular y crear nuevos imaginarios, parece una t¨¦cnica de supervivencia que debemos aprender. Adem¨¢s, el tema del filme ¡ªque es la condici¨®n con un r¨¦gimen interfacial, ¡°la pila¡±, basado en una reducci¨®n incre¨ªble y en la narraci¨®n previa¡ª es acuciante, y la pel¨ªcula, al mismo tiempo, forma parte de ¨¦l, lo desvela y lo rebate.
Otro trabajo tambi¨¦n dedicado a las ideas de soberan¨ªa y supervivencia es uno muy distinto del de Metahaven: es la labor de Kultivator, un colectivo art¨ªstico fundado en 2005 por dos artistas y dos agricultores. Viven y trabajan en una granja lechera con m¨¢s de 30 vacas, gallinas, ovejas y caballos en ?land, una isla del mar B¨¢ltico, y all¨ª emprenden y realizan proyectos, exposiciones y talleres que exploran posibles relatos alternativos en el arte y la agricultura, la producci¨®n de alimentos y la vida fuera de los centros urbanos. Con una residencia y un espacio de exposici¨®n, trabajan con miembros del colectivo, invitados y otros visitantes, y llevan peri¨®dicamente a cabo proyectos en el extranjero; por ejemplo, en Italia, Letonia y L¨ªbano. Hace poco, el proyecto New Horse Culture investig¨® las numerosas funciones y caracter¨ªsticas de los caballos en la actualidad y en el futuro, colaborando, entre otras personas, con aficionados locales a los caballos, refugiadas de Siria y artistas, y practicando lo que la investigadora cient¨ªfica Donna Haraway llama simpoiesis: la producci¨®n de sistemas colectivos y multiespecies.
Acoplarse a estructuras existentes como una granja es una estrategia importante hoy, cuando la necesidad de reducir costes y encontrar formas de producir baratas, ¨¢giles y flexibles es cada vez mayor. Tambi¨¦n es significativo otro aspecto de la metodolog¨ªa de Kultivator: est¨¢ inserto en su contexto local pero, al mismo tiempo, tiene buenas conexiones en todo el mundo. A trav¨¦s de sus proyectos art¨ªsticos, une sus fuerzas con las de distintos agentes, se moviliza y forma alianzas a largo plazo. Por ejemplo, en el verano de 2011, Kultivator organiz¨® el taller El campamento, al que invit¨® a iniciativas y grupos art¨ªsticos autoorganizados de Oriente Pr¨®ximo. El encuentro se produjo despu¨¦s de un seminario celebrado en Beirut en 2010, antes de la primavera ¨¢rabe. Tras los acontecimientos que se hab¨ªan producido en Oriente Pr¨®ximo, a los miembros de Kultivator les interesaba mantener una conversaci¨®n sobre ¡°la revoluci¨®n aqu¨ª y all¨¢¡±, observar las diferencias y las semejanzas de la labor art¨ªstica cr¨ªtica entre las sociedades que viven transformaciones radicales y las que est¨¢n estancadas. Las conclusiones y las propuestas de los talleres, en particular sobre lo que ocurre despu¨¦s de una revoluci¨®n, se plasmaron en una serie de carteles, post (r)evolutionary exercises. Las fotograf¨ªas tomadas en El campamento se convirtieron en el centro de carteles inspirados por el artista, dise?ador y activista social William Morris y sus dibujos de art nouveau; los carteles est¨¢n disponibles en Internet y pueden descargarse para imprimirlos.
Si el proyecto moderno se caracteriza por estar orientado hacia el futuro, a menudo con matices optimistas, las ¨²ltimas d¨¦cadas se han centrado en la historia, hasta el punto de que las reflexiones sobre lo que nos espera se han envuelto en trajes del pasado. Y sigue pasando, en parte, pese a que el ma?ana est¨¢ ya aqu¨ª. Ahora bien, en lugar de sumarse a la interpretaci¨®n predominantemente economicista o tecnol¨®gica del futuro que prevalece hoy, el arte es especulativo como pr¨¢ctica y como conocimiento, ya sea optimista o pesimista, concreto y abstracto. No es una cosecha madura, sino un cultivo constante, en medio de la vida cotidiana y la lucha por la supervivencia.
Maria Lind es escritora y directora del Tensta Konsthall de Estocolmo.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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