¡®Touch Me Not¡¯, un filme sobre el cuerpo y la intimidad, gana el Oso de Oro

En una decisi¨®n bastante discutible, Touch Me Not, de la rumana Adina Pintilie, obtuvo anoche el Oso de Oro a la mejor pel¨ªcula de la 68? Berlinale, una edici¨®n que no ser¨¢ recordada por la alta calidad de la secci¨®n a competici¨®n. El jurado, presidido por el realizador alem¨¢n Tom Tykwer, ha preferido destacar un trabajo que juega en la frontera en la realidad y la ficci¨®n, en el que se escuchan conversaciones en ingl¨¦s y alem¨¢n, y que entra perfectamente en el casillero ¡°pel¨ªcula festivalera con rasgos de experimentaci¨®n¡±.

A los t¨ªtulos m¨¢s abiertos y cercanos al p¨²blico en general ¡ªque adem¨¢s aunaban calidad¡ª como la paraguaya Las herederas, la estadounidense Isla de perros, la mexicana Museo o la rusa Dovl¨¢tov, les han relegado a recoger otros osos de plata del palmar¨¦s, mientras que la otra pel¨ªcula m¨¢s arriesgada de la secci¨®n oficial, la noruega Utoya 22. juli, de Erik Poppe, la reconstrucci¨®n en un brutal plano secuencia del ataque terrorista en la isla de Utoya al campamento de las juventudes del Partido Laborista en el que murieron 77 personas durante los 72 minutos en los que un ultraderechista tirote¨® a su antojo a los chavales all¨ª reunidos, ha sido castigada sin ninguna menci¨®n en el listado de premios. Obviamente, a alguien del jurado o a todo su conjunto le provoc¨® absoluto rechazo.

Touch Me Not supone el debut en un largometraje de la rumana Adina Pintilie, la comisaria desde 2010 del festival de cine experimental de Bucarest. De ah¨ª bebe bastante de su Oso de Oro. Su filme tambi¨¦n ha obtenido el galard¨®n a mejor primera pel¨ªcula, el trofeo que el a?o pasado gan¨® Verano 1993, de Carla Sim¨®n. Pintilie entabla un di¨¢logo directo con una de sus protagonistas, Laura, una mujer que no soporta que nadie la toque, y que investiga en su sexualidad los l¨ªmites del cuerpo, de la intimidad y de la atracci¨®n. En la otra trama el espectador asiste a unas clases especiales de yoga en una ambiente casi de laboratorio con alumnos muy distintos. Dos de ellos llaman la atenci¨®n de la c¨¢mara. Por un lado T¨®mas, un hombre sin un pelo en su cuerpo ¡ªel island¨¦s T¨®mas Lemarquis, conocido como actor por su trabajo en pel¨ªculas como Blade Runner 2049, X-Men: apocalipsis o Insensibles¡ª que ha aprendido a ser observado como un bicho raro. Por otro, Christian, cuyo cuerpo se retuerce por culpa de distintas minusval¨ªas f¨ªsicas en una silla de ruedas. Todo filmado con frialdad est¨¦tica y cari?o a sus protagonistas.

La paraguaya Las herederas, del tambi¨¦n debutante Marcelo Martinessi, recibi¨® el premio Alfred Bauer, una especie de medalla de bronce de la Berlinale, para un filme que haya abierto nuevas perspectivas, y el Oso de Oro a la mejor actriz para Ana Braun. Las herederas del t¨ªtulo son una veterana pareja de lesbianas con d¨¦cadas de relaci¨®n a sus espaldas en Asunci¨®n, ciudad en la que su opci¨®n sexual parece no importar si se acompa?a de una pertenencia a clases sociales altas. Martinessi maravilla en la indagaci¨®n del Paraguay actual, ya que una de ellas acaba en la c¨¢rcel por las deudas, rodeada de gente de clase pobre, mientras la otra empieza a ganarse la vida como taxista de vecinas y siente un renacer sexual. Contada sin subrayados, con eficiencia (una de las posibles razones para haber ganado tambi¨¦n el premio FIPRESCI de la cr¨ªtica internacional), Las herederas era una de las apuestas por el cine en espa?ol de la Berlinale en la competici¨®n. La otra, la mexicana Museo, obtuvo el Oso de Plata al mejor guion, cuando hubiera sido mucho m¨¢s destacable el trabajo de direcci¨®n de su realizador, Alonso Ruizpalacios.

El premio a mejor direcci¨®n fue a parar, en cambio, al estadounidense Wes Anderson por su maravilla animada Isla de perros, que merec¨ªa algo m¨¢s. Como Anderson ya hab¨ªa abandonado Berl¨ªn en un autob¨²s que le est¨¢ llevando de gira de promoci¨®n por Europa ¡ªen dos d¨ªas, el martes, recalar¨¢ en Madrid¡ª, en su lugar recogi¨® el Oso de Plata uno de sus actores fetiche, Bill Murray, que ya hab¨ªa subido previamente al escenario al inicio de la ceremonia para hacer una de sus gansadas.

El Gran Premio del Jurado recay¨® en la polaca Twarz, de Malgorzata Szumowska, que reparte mandobles cinematogr¨¢ficos sin descanso a sus compatriotas, a los que tilda de borrachos y racistas en esta comedia de poso amargo. El franc¨¦s Anthony Bajon se llev¨® el Oso de Plata a mejor actor por La pri¨¨re, y la rusa Elena Okopnaya recibi¨® el reconocimiento a la mejor contribuci¨®n art¨ªstica por el vestuario y el dise?o de producci¨®n de Dovl¨¢tov.

En la pedrea de premios del resto de las secciones, el clarificador documental espa?ol El silencio de los otros, sobre los cr¨ªmenes del franquismo que a¨²n colean hoy, gan¨® el reconocimiento del p¨²blico en la secci¨®n Panorama Documental y el galard¨®n Cine para la Paz, dos trofeos m¨¢s que merecidos.