J¨®venes y ¨¢vidos lectores

Hora punta, l¨ªnea 5 del Metro de Madrid. En un vag¨®n casi abarrotado, la mayor¨ªa de pasajeros pasa el trayecto leyendo. Una buena parte utiliza un tel¨¦fono m¨®vil, aunque tambi¨¦n hay quien aprovecha al m¨¢ximo el espacio para abrir un peri¨®dico o un libro. Muchos son j¨®venes, como Javier F., de 23 a?os, becario en una consultora, que lee de pie, una mano en la barra y la otra en su tel¨¦fono. ¡°Tengo aplicaciones de peri¨®dicos en mi m¨®vil y aprovecho los ratos muertos para leer las noticias. Es gratis, c¨®modo y entretenido. Llevar un libro o un peri¨®dico en el metro es m¨¢s inc¨®modo¡±, comenta.

En la sala de espera de un ambulatorio en el barrio de Chamber¨ª, la imagen se repite. De 30 personas, solo hay tres j¨®venes, y son los ¨²nicos que est¨¢n leyendo: 4 3 2 1, Patria y Origen son los elegidos. Esta estampa se ve en parques, facultades, aeropuertos y en los hogares de muchos j¨®venes. Ellos, entre los 14 y 34 a?os, muchos estudiantes, conforman el grupo de edad en el que m¨¢s lectores hay, seg¨²n el Bar¨®metro de H¨¢bitos de Lectura y Compra de Libros 2017, elaborado por la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a y presentado en enero. Primero eligen los libros, pero tambi¨¦n lideran la lectura de webs, blogs, foros, redes sociales y c¨®mics.

Las cifras est¨¢n de su parte, pero a la juventud no se le suele asociar con la lectura. ¡°Tenemos muy mala imagen no solo con la lectura sino con la cultura en general. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid ha creado JOBO [un bono para que los j¨®venes de entre 16 y 26 a?os accedan gratis a seis grandes centros municipales culturales] y lo estamos utilizando much¨ªsimos¡±, reivindica Sara Gonz¨¢lez, de 17 a?os, estudiante de primero de Bachillerato en el Instituto Lope de Vega. Lee peri¨®dicos, poes¨ªa, ensayo y novela, sobre todo en el metro. Su compa?era Melani Moreira se ha interesado recientemente por los libros sobre feminismo y ahora est¨¢ con Un mundo feliz, de Aldous Huxley, siguiendo una recomendaci¨®n de su profesora de Filosof¨ªa. La tercera del grupo, Ainara Cerrada, se suma a la conversaci¨®n, y aporta otra clave t¨ªpica de la juventud: el intercambio. ¡°Comparto libros con mi familia y mis amigos. No me gasto mucho dinero porque, adem¨¢s, suelo comprar de segunda mano¡±.

Andr¨¦s es empleado de la librer¨ªa madrile?a Arrebato, que ofrece tambi¨¦n m¨²sica de fondo y sillones para que los clientes puedan tomarse su tiempo. ¡°Somos una librer¨ªa de Malasa?a, el barrio joven por antonomasia, de gente moderna y alternativa. Que el p¨²blico sea joven es lo natural para nosotros¡±, explica. ¡°El lector joven suele apostar por autores m¨¢s rimbombantes. Nos piden Lolita de Nabokov y preguntan por Jack Kerouac, Hermann Hesse, Marcel Proust, es decir, gente con mucho nombre, pero que para ellos son novedad. Tiene l¨®gica que quieran leer lo bueno. Los mayores ya los leyeron y suelen decantarse por autores m¨¢s raros o a¨²n por reconocer¡±.

La experiencia de este librero le ha llevado a observar que si algo diferencia a los j¨®venes es que piden asesoramiento y se dejan guiar. ¡°Muchos nos piden ideas para regalar o recomendaciones porque les gusta un autor o un estilo. La gente joven pide m¨¢s consejos que los mayores, est¨¢n m¨¢s abiertos a escuchar¡±.