Amigos y vecinos

Hace justo 10 a?os, Nipsey Hussle firmaba un contrato discogr¨¢fico con una multinacional. Este angelito angelino iba a ser una de las grandes estrellas del hip hop de este siglo XXI. Ten¨ªa todo lo que hac¨ªa falta para convertirse en un fen¨®meno. Desde un sonido reconocible armado desde la tradici¨®n del G funk noventero hasta un pasado en una de las m¨¢s c¨¦lebres bandas callejeras de Los ?ngeles, los Crips, pasando por un esp¨ªritu emprendedor que le emparentaba con los raperos que hab¨ªan hecho fama y fortuna a?os atr¨¢s. Lo que sucedi¨® inmediatamente despu¨¦s fue que todos estos detalles que decoraban un curr¨ªculum casi perfecto pasaron de moda. Ya casi nadie quer¨ªa un rapero con alma de marca comercial y cuerpo de expresidiario.

En la d¨¦cada que ha mediado entre ese contrato discogr¨¢fico y este, su primer largo de debut, Nipsey se ha dedicado a moldear su discurso, tanto en lo vital como en lo que tiene que ver con sus rimas, sus ritmos y sus amigos. En lo primero se ha reinventado como un empresario de perfil bajo, centrado en devolver al barrio lo que el barrio le ha dado, sin estridencias ni brillos, pero con un discurso que a veces flirtea peligrosamente con esa idea que desde los ochenta cuenta que cada vez les va mejor a los afroamericanos porque cada vez hay m¨¢s afroamericanos millonarios. Por otro lado, Nipsey ha ido manteniendo su perfil p¨²blico musical con el lanzamiento de diversas mixtapes y participando en los ¨¢lbumes de amigos y vecinos. De lo primero, lo m¨¢s destacado ha sido su estrategia de promoci¨®n de Crenshaw, trabajo del que vendi¨® en 24 horas sus 1.000 copias a 100 d¨®lares (87,5 euros) cada una. Jay Z se hizo con 100. De lo segundo, destaca su participaci¨®n en FDT (Fuck Donald Trump), uno de los cortes m¨¢s celebrados del brillante Still Brazy, de su colega YG. La existencia y ¨¦xito de ese largo, lanzado hace dos a?os, ha sido clave para que hoy Hussle pueda por fin ver su largo de presentaci¨®n editado.

Victory Lap es, como no pod¨ªa resultar de otro modo, la consecuencia y la explicaci¨®n de todo lo antes apuntado. Ha pasado tanto tiempo desde que Hussle se iba a comer el mundo que el largo contiene incluso dos temas que son secuelas de canciones antes editadas por el rapero angelino. La m¨¢s destacada, Blue Laces 2, un corte de tintes ¨¦picos que est¨¢ entre lo mejor del ¨¢lbum y que el tipo ha escrito para aprovechar el ¨¦xito del tema original, que se hizo casi un hit cuando se supo que era lo que escuchaba en el vestuario LeBron James antes de saltar a la cancha y ganar su primer anilo de la NBA. Igual de brillante es Dedication, el tema en el que participa Kendrick Lamar, que junto a Rap Niggas o Million While you Young, es de los cortes m¨¢s actuales de un disco que se mueve casi siempre con soltura y eficacia entre los requiebros del desprejuiciado hip hop actual y la linealidad del g funk noventero, del que tambi¨¦n es capaz de sacar temas notables como Status symbol 3, Grinding All My Life o la fabulosa Last Time That I Checc¡¯d, junto a su colega YG.