M¨¢s mujeres en el cine, s¨ª, pero ?c¨®mo?
Directoras, actrices, productoras, profesores y pol¨ªticos sugieren cuotas, comit¨¦s paritarios en la toma de decisiones y mayor visibilidad como claves para la inclusi¨®n
Las alumnas no se lo creen. Les suena a ciencia-ficci¨®n, a utop¨ªa: ¡°?De verdad hay tantas directoras?¡±. Dice Francisco A. Zurian, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, que reaccionan as¨ª. Por m¨¢s que se?ale ¡ªen su libro Miradas de mujer¡ª un centenar de creadoras en el cine nacional del siglo XXI, sus estudiantes no podr¨ªan citar ni media docena. Las dem¨¢s est¨¢n envueltas en la sombra. Lo sentencian los n¨²meros. Lo han gritado las galas del cine. Y lo han dejado claro las manifestaciones feministas que inundaron medio planeta el 8-M. #M¨¢smujeres, pero ?c¨®mo? Porque las ceremonias reivindicativas no son ninguna novedad: desde los cincuenta, cada d¨¦cada ha tenido las suyas, seg¨²n The Hollywood Reporter, y siempre han quedado en nada. As¨ª que, tras la reflexi¨®n, se necesita concreci¨®n. Time¡¯s Up, como piden en EE UU.
Las ideas no faltan. En las propuestas de una veintena de voces, entre escuelas de cine, productoras, directoras, acad¨¦micos, int¨¦rpretes y pol¨ªticos, hay soluciones en com¨²n: creaci¨®n de comit¨¦s paritarios para la concesi¨®n de subvenciones y la selecci¨®n de los participantes en festivales; discriminaci¨®n positiva a la hora de conceder ayudas, al estilo del exitoso modelo sueco; fomento de referentes femeninos de profesiones tradicionalmente masculinas; incremento de presupuestos de las pel¨ªculas dirigidas por mujeres, para sacarlas del gueto del cine intimista; o ayudas para las cineastas con hijos. Suficientes ingredientes como para cocinar una receta que quite el amargo sabor a discriminaci¨®n que sigue reinando en el s¨¦ptimo arte en Espa?a.
Las demandas empiezan por las gen¨¦ricas: igualdad salarial y una educaci¨®n que erradique el machismo. Pero hay trabas espec¨ªficas de la industria del cine. ¡°Se asocia a la mujer m¨¢s con su imagen que con su mirada. Cuando uno piensa en un director, se imagina a un se?or con barba, autoritario¡±, defiende Irene Cardona Bacas, nominada al Goya a mejor direcci¨®n novel por Un novio para Yasmina en 2008 y casi desaparecida desde entonces. Ahora, prepara su segundo largo de ficci¨®n.
Las estad¨ªsticas la respaldan. Apenas el 7% de los filmes estrenados en 2017 fue dirigido por una mujer, calcula Cima, la asociaci¨®n de las cineastas espa?olas. ¡°Es un medio masculinizado, salvo categor¨ªas tradicionalmente femeninas como maquillaje, vestuario o peluquer¨ªa¡±, asegura Zurian. Lo cual trae obst¨¢culos. ¡°En sistemas donde no se accede por oposiciones o concursos, las oportunidades surgen por cooptaci¨®n. Y es una comunidad masculina la que decide¡±, seg¨²n Cardona.
Las entrevistadas no denuncian discriminaciones evidentes. Hay excepciones, como relata la cineasta Judith Colell: ¡°Un creador europeo me dijo: ¡®Es antinatural que las mujeres dirij¨¢is¡±. Pero el filtro suele ser m¨¢s sutil. ¡°Para empezar, las c¨¢maras est¨¢n pensadas por y para hombres. Tener pecho es un h¨¢ndicap¡±, escribi¨® Isabel Coixet en este diario.
¡°He sentido alguna vez, aunque no de manera agresiva, la sensaci¨®n de ser una intrusa, de que tienes que hacer m¨¢s esfuerzos para ser escuchada¡±, remata la productora Bel¨¦n Atienza. En su sector, la presencia femenina ha aumentado tanto que en 2017 las cinco favoritas a los Goya ten¨ªan productora. Aunque, seg¨²n Zurian, cuanto m¨¢s se escala al olimpo del poder, las mujeres desaparecen. El profesor sugiere un remedio: que los comit¨¦s que toman decisiones clave (otorgar subvenciones, becas o premios, programar un festival, seleccionar al alumnado) sean paritarios.
Cuotas y m¨¢s soluciones pol¨ªticas
Los principales partidos tienen ideas distintas sobre c¨®mo aumentar la inclusi¨®n en las pel¨ªculas. El ICAA (Instituto de Cinematograf¨ªa) prepara un cambio de la Ley de Cine que otorgue siete puntos a favor de las pel¨ªculas con directora, guionista mujer o directora de fotograf¨ªa en lugar de los cuatro actuales. A la espera de este cambio, en los ¨²ltimos dos a?os las obras filmadas por una cineasta han supuesto un 8% de las solicitudes al ICAA para las ayudas p¨²blicas y un 9% de las que las han obtenido.
El Gobierno del PP ha lanzado adem¨¢s junto con varias asociaciones de creadoras una comisi¨®n por la igualdad de g¨¦nero en la Cultura, encargada de estudiar y proponer soluciones para la inclusi¨®n, inaugurada ayer, con 40.000 euros de presupuesto inicial.
Iban Garcia del Blanco, secretario de Cultura del PSOE, aprueba pero considera "poco ambicioso" el plan del Gobierno. Su partido quiere que se cree un fondo fijo dentro de los presupuestos destinado a financiar solo pel¨ªculas con mujeres en puestos de responsabilidad. "No es un sector cualquiera, proyecta modelos", agrega Del Blanco.
Eduardo Maura, responsable de Cultura de Podemos, detalla sus propuestas: "La mejor manera de combatir la desigualdad estructural es una pol¨ªtica de cuotas flexible (60-40 como horquilla m¨¢xima de disparidad) que garantice que se apoyan proyectos dirigidos por mujeres y que se promueve la diversidad de sus pel¨ªculas para evitar la perpetuaci¨®n de estereotipos ('las mujeres hacen cine low-cost, intimista y cuentan m¨¢s con menos'). Hacer cine con bajo presupuesto debe ser una opci¨®n, no una obligaci¨®n. Y, en tercer lugar, los ¨®rganos y espacios de toma de decisiones deben ser paritarios".
Tanto el PSOE como Ciudadanos dejan la puerta abierta a un debate sobre las cuotas, que muchos protagonistas de los Goya pidieron abiertamente y que Suecia implant¨® con ¨¦xito. "Cuando por imperativo legal se ha castigado durante a?os a las mujeres, el Gobierno est¨¢ obligado a corregir ese desequilibrio", defiende Isabel de Ocampo. F¨¦lix ?lvarez, de Ciudadanos, a?ade: "Creemos que este problema no solo ocurre en el cine, es trasversal. Por eso, hemos impulsado el aumento de los permisos de paternidad con vistas a su equiparaci¨®n con los de maternidad; as¨ª como medidas para beneficiar a las mujeres aut¨®nomas, para racionalizar horarios laborales y para favorecer la conciliaci¨®n".
Si se da un paso atr¨¢s, hacia las universidades, las cifras sangran menos. A nivel nacional, las matriculadas son mayor¨ªa: el 54,1%, en datos oficiales. En las ense?anzas del ¨¢mbito cultural, m¨¢s: entre el 56,8% y el 63,9%, seg¨²n la Fundaci¨®n Alternativas. En cuatro escuelas de cine contactadas (ECAM de Madrid, ESCAC de Barcelona, ECPV/EHZE de Bilbao y ECAES de Sevilla), las alumnas oscilan entre el 40% y el 50%. Pero, en la industria, las profesionales solo ocupan el 26% de los cargos de responsabilidad, seg¨²n Cima. Para muchas diplomadas, el techo de cristal ser¨¢ insuperable.
Aunque en las escuelas los n¨²meros esconden matices: en direcci¨®n y guion los alumnos suelen predominar. ?A qu¨¦ se debe? La respuesta es un¨¢nime. ¡°No hay referentes. Elegir la especialidad da miedo. Piensas: ¡®Si estudio eso no tengo salida¡±, dice Ana Asensio, que su salida la busc¨® en EE UU. All¨ª debut¨® con el thriller Most Beautiful Island, que gan¨® el festival de Austin y solo tras infinitos no logr¨® distribuidora espa?ola.
Isabel Coixet, Pilar Mir¨®, Ic¨ªar Bolla¨ªn o Gracia Querejeta son de los pocos modelos conocidos para las alumnas. ¡°Cuando doy clases, veo que muchos varones creen que pueden ser Tarantino; para las mujeres es m¨¢s dif¨ªcil¡±, agrega Cardona. ¡°Tenemos un d¨¦ficit de confianza en nosotras mismas. Todos los cineastas son inseguros, pero las mujeres lo somos el triple. Nos han educado para tener hijos, no para ser l¨ªderes¡±, asegura Isabel de Ocampo, que gan¨® el Goya en 2009 con su corto Miente, fue nominada a la mejor direcci¨®n novel en 2011 por Evelyn y ahora prepara un documental sobre la construcci¨®n de la masculinidad, Ser¨¢s hombre. Hasta hace pocos meses, fue presidenta ejecutiva de Ewa (Red de mujeres europeas del audiovisual).?
El ingreso en el mercado abre un nuevo cap¨ªtulo de la odisea. La premisa es para todos, aclara Querejeta: ¡°Un cineasta siempre encuentra las mayores dificultades al buscar financiaci¨®n¡±. Pero a las creadoras se les pega adem¨¢s la etiqueta ¡®cine de mujeres¡¯. ¡°Dicen: ¡®Ya est¨¢n las mujeres haciendo cosas de mujeres¡¯, mientras que las historias de los hombres se consideran universales¡±, critica la directora Mabel Lozano. El sello resume la idea de que las cineastas ruedan tramas intimistas, centradas en personajes femeninos. Justo esos que faltan: solo uno de cada tres papeles del cine es para mujeres, seg¨²n AISGE. ¡°Basta de princesitas Disney a vuestra medida¡±, pide la actriz Mariola Fuentes. Las espectadoras (la mitad del p¨²blico, seg¨²n cifras del ministerio) lo agradecer¨¢n.
¡°La gran mayor¨ªa [de los filmes del siglo XXI con directora],?pese a la resistencia de muchas creadoras a emplear dicha etiqueta, podr¨ªa enmarcarse dentro del ¡®cine de mujeres¡±, afirma el libro de Zurian. La profec¨ªa se autocumple: los inversores pegan un sello a las directoras, les dan un presupuesto medio casi un 50% inferior al de los hombres ¡ªcifras de Cima¡ª y ellas suelen proponer filmes intimistas.
Para muchas, se trata de una elecci¨®n. Son las historias que les interesan. ¡°El problema es la consideraci¨®n de qu¨¦ es el gran cine. Hace falta un cambio de valor, que el cine intimista, que no reproduce los c¨®digos de g¨¦nero del mainstream, sea tambi¨¦n de primera fila¡±, explica Cardona.
Pero las que prefieran otros filmes no parecen tener mucho margen. ¡°No conozco a ninguna Kathryn Bigelow espa?ola. Creo que nuestras obras suelen quedar bajo el paraguas de TVE. Y su fondo es peque?o para la avalancha de proyectos que se presentan¡±, aclara Querejeta. Mientras Bigelow rueda los disturbios raciales de Detroit, Patty Jenkins filma Wonder Woman con 100 millones y Lynne Ramsay dirige la salvaje En realidad, nunca estuviste aqu¨ª, en Espa?a cuesta hallar thrillers, filmes de terror o grandes producciones con directora. ¡°El 100% de la financiaci¨®n est¨¢ en manos de hombres. La discriminaci¨®n te hace sensata. Apuestas por un proyecto que creas que puede salir¡±, dice De Ocampo. Los dos colosos televisivos, Telecinco Cinema y Atresmediacine, no ayudan: desde 2010 han producido un centenar de pel¨ªculas pero solo cinco con directora. Menos presupuesto supone menor promoci¨®n y visibilidad; lo habitual es que los filmes de una cineasta salgan con menos copias al mercado.
Hacia el documental
Una vez celebrado el estreno, los obst¨¢culos contin¨²an. El libro Miradas de mujer calcula que solo una de cada cuatro directoras que exhibieron su ¨®pera prima entre 2000 y 2015 film¨® un segundo largo de ficci¨®n. El estudio no ofrece una comparativa con los hombres, pero s¨ª una pista: en 2015, las cineastas estrenaron el 16% de los filmes pero el 25% de los documentales. Varias creadoras se pasan a ese formato, m¨¢s f¨¢cil de filmar y financiar: lo hicieron, entre otras, Cardona y De Ocampo. Otras directamente se rinden.
Muchas, mientras, tienen hijos. En un pa¨ªs donde las mujeres piden el 93,3% de las excedencias para el cuidado de familiares, madre y directora se vuelven oficios incompatibles mientras los padres siguen filmando. ¡°En el cine te vuelcas al 100% o no est¨¢s. Requiere mucho apoyo de la familia¡±, afirma Cardona. Meses de reuniones, rodajes, promoci¨®n. Misi¨®n imposible, mientras el cuidado de los ni?os siga tan desequilibrado. Como parche temporal, De Ocampo retoma una propuesta de hace a?os, que nunca cuaj¨®: que los rodajes incluyan y paguen guarder¨ªas. Asensio cuenta que en EE UU el movimiento Moms-in-film ya presiona para que los festivales tambi¨¦n las instalen y financien. En su web, aparecen tres beb¨¦s con palomitas y gafas 3D. Uno agarra un mando y est¨¢ a punto de darle a un bot¨®n. Hasta ¨¦l se ha hartado del cine de siempre. Definitivamente, es hora de cambiar canal.
Babelia
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