Muerte y egos revueltos en el mundo editorial
Jorge Eduardo Benavides usa el g¨¦nero negro para destapar en 'El asesinato de Laura Olivo' las miserias de autores, agentes y editores
¡°Soy adicta a la estupidez de esta recua de gilipollas¡±, le gustaba decir a la difunta Laura Olivo, temible agente literaria, mujer que empez¨® desde abajo para terminar asesinada de un golpe asestado con un pesado premio, sobre sus clientes, todos escritores. El Colorado Larraz¨¢bal, detective peruano, negro y de origen vasco, expolic¨ªa emigrado a Espa?a, trata de encontrar al responsable de su muerte en El asesinato de Laura Olivo (Alianza) historia con la que Jorge Eduardo Benavides ha ganado el Premio Unicaja de Novela Fernando Qui?ones.
¡°De ese mundo literario solo nos llegan referencias inexactas y cotilleos. Y creo que es una realidad muy rica y llena, como dec¨ªa Juan Cruz, de egos revueltos¡±, comentaba la semana pasada Benavides a un grupo de periodistas, reunidos en Madrid en un c¨¦ntrico restaurante peruano. Curioso, porque el autor asegura no conocer ese mundo m¨¢s que por lo que le ha tocado vivir, que ha sido siempre bueno. ¡°Me han tratado muy bien¡±, asegura con una sonrisa mientras mira a su editora, sentada a su derecha, indemne.
Despu¨¦s de transitar por varios g¨¦neros, Benavides ha llegado al criminal con todas las herramientas disponibles. ¡°Es cierto que exist¨ªa el riesgo de caer en el clich¨¦¡± explica, ¡°pero ten¨ªa que contener ciertos t¨®picos para que fuera negra y hay que sacarles el mayor partido posible. Ahora, tienen que pasar desapercibidos para que funcione¡±. El Colorado Larraz¨¢bal es un personaje con todos los resortes cl¨¢sicos: un caso en el que trat¨® de hacer justicia y le sali¨® caro, desenga?os, cierto c¨®digo moral al que se ci?e y un grado de perplejidad ante las injusticias del mundo. Es algo atractivo y no lee, pero anota todo siguiendo los consejos de un jefe que tuvo all¨¢ en el Per¨² y de ese galimat¨ªas incomprensible que es su libreta va a salir la resoluci¨®n del crimen, cl¨¢sica y al estilo de la novela enigma.
La historia, negra hasta la ¨²ltima coma, se organiza en torno a dos ejes. Por un lado, la vida del inmigrante Larraz¨¢bal y sus conocidos, ¡°una semblanza de la multiculturalidad de Madrid¡±, seg¨²n el autor. El propio Benavides fue un inmigrante que lleg¨® a Tenerife por azares de la vida y que se gan¨® el sustento de lavaplatos y alba?il. ¡°Tambi¨¦n tengo que decir que a este detective negro que en Espa?a interroga a testigos en casas de buenos barrios y va donde quiere en Per¨² no le habr¨ªan abierto ni una puerta¡±, a?ade.
Por otro, existe una compleja vertiente metaliteraria, con personajes robados a la realidad- aparici¨®n estelar de Jorge Edwards- y pr¨¦stamos de otras ficciones como ese Marcelo Chiriboga, autor del boom inventado por Carlos Fuentes, que ser¨¢ una pieza clave para resolver el caso. ¡°Chiriboga es una invenci¨®n sobre la invenci¨®n de otros. Me gusta que las historias se conecten, que no acaben en una sola novela¡±, explica el tambi¨¦n ganador del premio Torrente Ballester.
En una historia poblada por mujeres fuertes -¡°no podr¨ªa ser de otra manera, el mundo editorial es as¨ª¡±, asegura el autor- el lenguaje es una mezcla de influencias peruanas con lo m¨¢s castizo de Lavapi¨¦s y Usera, barrios de Madrid por los que se mueve Larraz¨¢bal en sus pesquisas. ¡°Es m¨¢s escatol¨®gico y m¨¢s madrile?o. He disfrutado haci¨¦ndolo¡±, resume Benavides que adelanta que seguiremos viendo a su detective en el futuro. ¡°?l es de origen vasco. O eso le han contado. Creo que habr¨¢ otra entrega y lo llevar¨¦ al Pa¨ªs Vasco porque, claro, dice que es de Lekeito y de la Real Sociedad y eso es muy complicado¡±.?
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