El suicidio de las hermanas v¨ªrgenes aguanta el paso del tiempo
Las adolescentes de Jeffrey Eugenides cumplen 25 a?os con nuevas reediciones y trazando el camino a otras novelas
El a?o 1993, Jeffrey Eugenides (Detroit, 1960), por entonces un completo desconocido que dec¨ªa escribir por las noches y amaba por igual a Joann Beard y a Henry James, a Vladimir Nabokov y a George Eliot, publicaba su primera novela, un artefacto delicadamente macabro titulado Las v¨ªrgenes suicidas. La idea se la hab¨ªa dado la ni?era de su sobrino. Al parecer, la chica ten¨ªa un pu?ado de hermanas. Y todas hab¨ªan intentado suicidarse en alg¨²n momento siendo a¨²n adolescentes. Eugenides imagin¨® qu¨¦ hubiera pasado si todas lo hubieran conseguido. Tambi¨¦n, qu¨¦ hubiera pasado si ¨¦l hubiera vivido en el mismo barrio que ellas. Y aquella misma noche se puso a escribir la historia de las malogradas hermanas Lisbon ¨CCecilia, Lux, Bonnie, Mary y Therese¨C, cinco hijas del vac¨ªo existencial del suburbio norteamericano, y de la idea, siempre sospechosa, de la familia perfecta.
Eugenides se alejaba, aunque no demasiado, de la crueldad quir¨²rgica del brat pack, el peque?o grupo de escritores que hab¨ªa revolucionado ¨Cy todav¨ªa lo estaba haciendo¨C la narrativa norteamericana de finales de los ochenta, a saber, Bret Easton Ellis, Jay McInerney, Jill Einsenstadt, y se erig¨ªa en una suerte de h¨ªbrido salvajemente nihilista entre el vac¨ªo de la vida en los suburbios del siempre brillante John Cheever ¨Cel primero en apuntar y disparar, con ¨¦xito, contra el estigma de lo aniquilador que resulta tenerlo todo¨C y el aparente ideal de la vida familiar (numerosa y) perfecta y, en realidad, disfuncionalmente dolorosa, de J.D. Salinger, y sus hermanos Glass. Era inevitable, era cuesti¨®n de tiempo, que su universochocase con el de Sofia Coppola,que nunca jam¨¢s (lo dijo en su momento) se hab¨ªa planteado dirigir una pel¨ªcula hasta que ley¨® la novela.
¡°Vi en ella cosas que no hab¨ªa visto en ninguna parte. Me dio la sensaci¨®n de que Eugenides entend¨ªa perfectamente lo que era ser adolescente: el deseo, la melancol¨ªa, el misterio que existe entre chicos y chicas. Toda esa confusi¨®n¡±, escribi¨® la hoy reputada directora cuando le pidieron que hablase sobre el porqu¨¦ de todo aquello. Y lo cierto es que la huella del cl¨¢sico de Eugenides ¨Ccuya carrera despeg¨® estratosf¨¦ricamente a partir de su segundo asalto, Middlesex, Pulitzer mediante¨C no s¨®lo est¨¢ presente en el estilo de la ya toda una experta en retratar la soledad y la desorientaci¨®n adolescente, sino que perla incluso el narrador en plural de un fen¨®meno como Big Little Lies¨C recordemos que la historia de las chicas Lisbon la cuentan los chicos del barrio, en un ejercicio de punto de vista ampliado que no ten¨ªa demasiados adeptos por entonces¨C y, por supuesto, el resto de cine que tiene que ver con dinamitar la vida de suburbio (Todd Solondz) o la idea de familia (disfuncional) perfecta (Wes Anderson).
Otros espejos
En la literatura, Eugenides tiene otros espejos en los que mirarse. La siempre corrosiva y mordaz A. M. Homes ha hecho arder hasta los cimientos y en m¨¢s de una ocasi¨®n ¨CM¨²sica para corazones incendiados, Ojal¨¢ nos perdonen¨C a la aburrida (y frustrada) y vac¨ªa clase media norteamericana, y la a¨²n por explotar Celeste Ng ¨CTodo lo que no te cont¨¦¨C est¨¢ siguiendo los pasos de uno y otra, a su manera: en sus historias, es siempre el forastero, el que viene de alg¨²n otro lugar, el que intenta adaptarse a esa vida que nadie calificar¨ªa de infierno en llamas pero en realidad lo es. ?Y qu¨¦ hay de la desorientaci¨®n existencial, del inevitable limbo adolescente? Es muy probable que jam¨¢s hubiera existido Emma Cline, la Emma Cline escritora de Las chicas, si antes no hubieran existido las chicas Lisbon, y quiz¨¢, tampoco entender¨ªamos la eterna adolescencia de los personajes beckettianos de Tao Lin sin ellas. Han pasado 25 a?os, pero ellas siguen como el primer d¨ªa. No envejecen. Se mudaron al Pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s.
La ¨²ltima reedici¨®n espa?ola de Las v¨ªrgenes suicidas no tiene ni tres meses (data de enero de este mismo a?o). Y no es la primera, evidentemente. Desde su irrupci¨®n en el mercado hispano (octubre de 1994), la novela se reimprime con una regularidad pasmosa. Desde 2013, ha habido una nueva edici¨®n por a?o. ?Por qu¨¦? La respuesta la dio su propio autor, hace m¨¢s de una d¨¦cada: no s¨®lo se aproxima a la adolescencia desde la propia nebulosa de la adolescencia y lo hace pavorosamente bien, sino que trata el suicidio como lo que es: un misterio sin soluci¨®n. ¡°La novela va sobre la inadmisibilidad del suicidio, sobre el hecho de que nunca vamos a poder identificar la raz¨®n por la que alguien se suicida¡±, dijo. Leemos, a¨²n, para intentar entender. Y lo seguiremos haciendo, siempre.
COMPRA ONLINE 'LAS VIRGENES SUICIDAS'
Autor: Jeffrey Eugenides.
Editorial: Anagrama (2018).
Formato: tapa blanda (232 p¨¢ginas)
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.