Ziad Doueiri: ¡°Europa est¨¢ igual de amenazada por la extrema izquierda que por la extrema derecha¡±
El cineasta liban¨¦s estrena 'El insulto', un drama que nace de un peque?o incidente y la pel¨ªcula por la que ha sido finalista al Oscar de habla extranjera
El cine de Ziad Doueiri (Beirut, 1963) nunca ha sido complaciente. Ni ligero. "Cr¨¦eme, cuando empiezo a escribir, nunca pienso en que haya un mensaje. Nunca. Porque entonces realizas una construcci¨®n artificial", asegura caf¨¦ en mano. Su cuarta pel¨ªcula, El insulto, ahonda en las diferencias que salen a la superficie en cualquier sociedad, y m¨¢s a¨²n en la del L¨ªbano, cuyo equilibrio se ha sostenido siempre en precario. Estrenada la semana pasada, tras haber sido candidata al Oscar ("En el proceso creo que entra en juego sobre todo la suerte", asegura el cineasta), el drama estalla cuando cae agua de un canal¨®n ilegal de la casa de un cristiano liban¨¦s sobre el capataz palestino de una obra adyacente. Y lo que podr¨ªa ser una ri?a acaba enfrentando a todo el pa¨ªs, momento que Doueiri aprovecha para sacar el espejo en el que refleja a su pa¨ªs: "Es una naci¨®n siempre a punto de estallar, un polvor¨ªn, que se busca muchas excusas exteriores para la inanici¨®n. Que si la culpa es de Israel, o de los refugiados palestinos... En realidad, formamos parte de Oriente Medio, y as¨ª somos".
Doueiri vivi¨® mucho tiempo en Estados Unidos, donde fue ayudante de Quentin Tarantino. As¨ª cogi¨® perspectiva antes de volver a su pa¨ªs natal, donde rod¨® West Beirut (1998), Lila dice (2004) y El atentado (2012). "Todas mis pel¨ªculas nacen de algo que oigo, o me cuentan, y luego las alejo de ese incidente inicial. En este caso hace unos a?os un d¨ªa estaba regando mis plantas, moj¨¦ a un obrero, ¨¦l me insult¨® y yo me disculp¨¦. Un incidente est¨²pido. Y en esa disputa sali¨® lo de 'Ojal¨¢ Sharon te mate'. Dos d¨ªas despu¨¦s, pens¨¦ que pod¨ªa salir de ah¨ª un guion. ?Y si el conflicto se complica? ?Y si entramos en diferencias sociales, pol¨ªticas, religiosas, ¨¦tnicas? ?Y si enfrentamos a familias y llegamos a involucrar a un pa¨ªs, para llevarlo al borde de una guerra civil? Por cierto, en Oriente Medio somos expertos en empezar guerras por chorradas. As¨ª urd¨ª El insulto". ?Tan fuertes pueden ser las palabras? "Mi padre siempre me dec¨ªa: 'Ten cuidado con lo que dices, porque las palabras hieren'. Cierto, lo s¨¦ porque soy un bocazas. Cada cultura tiene sus tab¨²es. En mi pa¨ªs natal es la religi¨®n. En Oriente Medio las cuestiones de identidad han hecho sufrir mucho a la gente. En otras partes... Mira, no puedes llamar a un negro nigger [peyorativamente, negrata], o a un franc¨¦s colaboracionista". Con todo, Doueiri considera su pel¨ªcula optimista: "Porque en el centro quedan dos hombres. Ni m¨¢s ni menos".
Entrevistar a Doueiri es siempre un placer y un suplicio. Placer porque hablar claro, regala titulares y habla sin cortapisas. Suplicio, porque en ese hablar no calla. Solo se refrena cuando da un giro a la conversaci¨®n y le pregunta al periodista: "Necesito que me expliques todo lo de Catalu?a. ?Puedes?". Poder, lo que se dice poder...
El cineasta es producto de su entorno. ?l mismo lo reconoce. Educado en una familia de izquierdas propalestina ("Todav¨ªa discuto much¨ªsimo con mi madre, pero la entiendo: mis padres lucharon por la causa palestina, tres de mis primos murieron luchando por la OLP durante la guerra civil"), creci¨® creyendo en la maldad de los cristianos libaneses."Com¨ªan sushi, ten¨ªan petr¨®leo y dinero. Eran, los malos. Y nosotros nos consider¨¢bamos v¨ªctimas". A su vuelta de Estados Unidos, acabada la guerra, descubri¨® que la comunidad cristiana tambi¨¦n hab¨ªa sufrido matanzas. "Me acerqu¨¦ a ellos y as¨ª ca¨ª en desgracia en mi familia y entre la izquierda libanesa. Cr¨¦ame, sigo apoyando la causa palestina, pero en todas partes han sufrido".? ?Y ¨¦l c¨®mo se ve? Aqu¨ª Doueiri abre la esclusa: "Pues mira, cada vez m¨¢s de derechas. Aqu¨ª en Europa la izquierda es snob, te miran por encima del hombro si no crees en sus ideales. Es m¨¢s, el continente est¨¢ igual de amenazado por la extrema izquierda que por la extrema derecha. Digamos la verdad: hay mucho fascismo en la izquierda m¨¢s fan¨¢tica. Nadie cree en la negociaci¨®n. Hablo del L¨ªbano y de la izquierda en general en Europa. ?C¨®mo est¨¢ la cosa en Espa?a?".
El rodaje de El insulto fue "facil¨ªsimo", asegura el director. "Ten¨ªa buenos actores, rodamos de forma fluida", recuerda. "Pero ya intu¨ªa que los problemas llegar¨ªan despu¨¦s, porque al Gobierno lo hab¨ªa gustado que la filmara". Y as¨ª ocurri¨®. Cuando Doueiri volv¨ªa del festival de Venecia, donde uno de sus protagonistas, Kamel El Basha, hab¨ªa ganado la Copa Volpi al mejor actor, fue retenido varias horas acusado de violar la prohibici¨®n de visitar Israel, ya que el cineasta hab¨ªa grabado en Tel Aviv en 2013 algunas secuencias de El atentado. "Antes de mi detenci¨®n ya hab¨ªa acabado la guerra, luego no estaba justificada mi detenci¨®n. Pero quer¨ªan torpedearme el estreno. Y s¨ª, me salt¨¦ la ley para rodar El atentado. Afortunadamente, tras la campa?a, el ministro de Cultura estaba de mi lado y la pel¨ªcula pudo estrenarse. Con otro ministro no hubiera llegado a las salas. Hasta en el Gobierno hay gran divisi¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.