Pierre Assouline: ¡°Es un esc¨¢ndalo que borren a Kevin Spacey de una pel¨ªcula¡±
Bi¨®grafo de Cartier-Bresson y Herg¨¦. Cr¨ªtico literario, novelista, periodista. En su ¨²ltima novela bucea en la historia de los jud¨ªos sefard¨ªes, sus antepasados
Hay dos expresiones en castellano que est¨¢n grabadas a fuego en la memoria del escritor franc¨¦s Pierre Assouline: ¡°?Qu¨¦ verg¨¹enza!¡± y ¡°?vida m¨ªa!¡±. Fueron parte de la banda sonora de su infancia. Franc¨¦s nacido en Casablanca, se las o¨ªa decir a su madre una y otra vez. Pierre Assouline, de 64 a?os, periodista, documentalista, novelista, cr¨ªtico literario, miembro de la Academia Goncourt desde 2012 (sociedad literaria que da el prestigioso premio de las letras francesas) y reputado bi¨®grafo de Georges Simenon, Herg¨¦ y Cartier-Bresson, entre otros monstruos de la cultura franc¨®fona, ha iniciado en los ¨²ltimos tiempos una inmersi¨®n en sus ra¨ªces espa?olas de jud¨ªo sefard¨ª, y en esa b¨²squeda ha apoyado su ¨²ltima novela, Retorno a Sefarad.
Horas antes de presentar en Madrid su documental sobre Henri Cartier-Bresson, en una velada dedicada a rememorar la figura del genial fot¨®grafo franc¨¦s, concede esta entrevista en una sala del Institut Fran?ais de Madrid. Arranca diciendo en un pulcro castellano que prefiere realizarla en franc¨¦s para ser m¨¢s preciso.
Pregunta. ¡°Es tan dif¨ªcil mirar¡±. Eso dec¨ªa Cartier-Bresson. ?C¨®mo definir¨ªa la mirada de este fot¨®grafo?
Respuesta. La comprend¨ª la primera vez que fuimos juntos a una exposici¨®n. Me dijo: ¡°El error que comete la gente es mirar primero la leyenda, para saber qu¨¦ es; necesitan descifrar enseguida¡±. Y ¨¦l nunca lo hac¨ªa. Siempre se pon¨ªa a gran distancia de los cuadros. Y te dec¨ªa: ¡°Deja que tu mirada viva, no necesitas saber; si hay un cuadro que te gusta, entonces, despu¨¦s, intenta saber qui¨¦n es su autor, y el t¨ªtulo¡±. As¨ª era su mirada, una que quiere dejarse impresionar por las emociones. Como fot¨®grafo, tiene una mirada geom¨¦trica, organizaba el espacio en un cuarto de segundo. L¨ªneas, vol¨²menes, fuerzas, masas¡ Era casi como un arquitecto.
P. En la primavera de 2017 se mont¨® un gran esc¨¢ndalo en Francia cuando se supo que Gallimard iba a publicar los escritos antisemitas del escritor Louis-Ferdinand C¨¦line. La publicaci¨®n se suspendi¨®. El libro iba a incorporar un an¨¢lisis del profesor universitario R¨¦gis Tettamanzi y un prefacio firmado por usted. ?Lleg¨® a escribirlo?
R. Todo se qued¨® en un proyecto. Antoine Gallimard y yo hablamos hace dos a?os de hacer algo con el pensamiento de C¨¦line. Hubo una filtraci¨®n en un blog de extrema derecha, que fue retomada por L¡¯Express y, a partir de ah¨ª, la m¨¢quina medi¨¢tica se embal¨®. Nosotros no hicimos declaraciones porque no se puede comentar un libro que no existe con gente que no lo ha le¨ªdo. Los panfletos de C¨¦line existen, y faltaba el aparato cr¨ªtico que hab¨ªamos previsto para enriquecerlo, que era muy importante. Mi prefacio no iba a ser simplemente de tres p¨¢ginas, sino un ensayo de cincuenta, que a¨²n no he escrito.
P. El primer ministro franc¨¦s, ?douard Philippe, apoy¨® la publicaci¨®n y dijo: ¡°Hay excelentes razones para odiar al hombre, pero no se puede ignorar al escritor ni su lugar central en la literatura francesa¡±. ?Qu¨¦ opina?
R. Estoy totalmente de acuerdo.
P. ?Una cosa es el hombre y otra su obra?
R. S¨ª, y esto se aplica a cualquier escritor o fil¨®sofo. El creador y su obra son un todo, un bloque. No hay un C¨¦line bueno de ocho a cinco y uno malo de cinco a once, es un todo. Pero yo no juzgo un libro por lo que pienso del tipo. Un escritor puede estar totalmente desprovisto de cualidades humanas; C¨¦line era un tipo odioso, ingrato, ten¨ªa muchos defectos en el plano humano, ?y qu¨¦?, ?qu¨¦ cambia eso de Viaje al fin de la noche? La sexualidad de Proust consist¨ªa en coger ratas y hacerles sufrir con una aguja, es lo que le excitaba. ?Quiere eso decir que En busca del tiempo perdido es un libro perverso? No.
P. Este debate enlaza con el que se ha producido en torno a los casos de Woody Allen, Kevin Spacey¡
R. Es lo mismo. Me parece alucinante que ya hayan sido condenados por todo el mundo, y por sus productores, sin haber sido juzgados. Que comparezcan ante la justicia, y que ¨¦sta siga su curso. Mientras tanto, a Kevin Spacey lo han borrado de una pel¨ªcula, ?es un esc¨¢ndalo! Asistimos a un linchamiento p¨²blico.
P. Las redes sociales, adem¨¢s, hacen que este tipo de informaciones corran como la p¨®lvora¡
R. La denuncia en redes sociales es otro esc¨¢ndalo. Imagine que hubieran existido en Francia durante la II Guerra Mundial; la cantidad de jud¨ªos que habr¨ªan sido enviados a campos de concentraci¨®n porque un vecino los denunciaba¡ Para aquellos que son denunciados en las redes, eso supone una muerte social, es una forma de maccartismo.
P. Ha atravesado usted en los ¨²ltimos tiempos una fase muy espa?ola. A ra¨ªz de la inmersi¨®n que ha hecho en Espa?a para escribir su Retorno a Sefarad, ?c¨®mo ha visto el pa¨ªs?
R. Sigo la actualidad literaria y pol¨ªtica espa?ola desde hace mucho tiempo. Y lo que me choca es ver que Rajoy es Don Tancredo. Es incre¨ªble hasta qu¨¦ punto un presidente de Gobierno puede estar inm¨®vil, congelado, no conozco un caso igual. En Francia yo he votado a Macron, que se mueve todo el rato, que no para de hacer cosas, que es el anti-Tancredo.
P. El fil¨®sofo franc¨¦s Fran?ois Jullien se?alaba recientemente en estas p¨¢ginas que se ha producido un gran cambio en la clase pol¨ªtica francesa con la llegada de Macron y Phillipe, que leen filosof¨ªa, entusiastas del lat¨ªn y el griego¡
R. Digamos que los dos est¨¢n m¨¢s cultivados que Donald Trump. Es verdad que son personas que aman los libros y la literatura, pero no se vota a alguien por eso. Lo que es incontestable es que lo mejor que le ha ocurrido a Francia en los ¨²ltimos a?os es la llegada de Macron.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque es el cambio. Se ha emancipado de los partidos pol¨ªticos. Nunca en Francia ha habido un presidente sin un partido detr¨¢s. Ha creado un movimiento. Es joven, muy inteligente, valiente, dice las cosas a la cara. A veces es impopular, pero le da igual.
P. Le acusan de ser el presidente de los ricos.
R. S¨ª, porque trabaj¨® para la banca Rothschild. Es la imagen que tiene la izquierda, una cierta izquierda, la extrema izquierda, M¨¦lenchon y su Francia insumisa¡ Son esl¨®ganes.
P. Su biograf¨ªa de Herg¨¦ [creador de Tint¨ªn] fue pol¨¦mica. Cont¨® usted la historia de un hijo adoptado y abandonado por ¨¦l en los a?os cincuenta. Otros dos bi¨®grafos la pusieron en cuesti¨®n. Philippe Goddin y Beno?t Peeters dijeron que aquel ni?o que convivi¨® con Herg¨¦ era en realidad el hijo de la portera de la finca. ?En qu¨¦ qued¨® todo aquello?
R. Peeters y Goddin escribieron una carta a L¡¯Express a?os despu¨¦s de mi libro. Me parece escandaloso que dos bi¨®grafos digan de un tercero que minti¨® y se invent¨® algo; pero sin escribirlo, porque ser¨ªa una difamaci¨®n, d¨¢ndolo a entender. Me hiri¨® mucho, porque los conozco bien. Me pareci¨® vergonzoso. La realidad es que yo no conoc¨ªa esa historia. Sab¨ªa que a Herg¨¦ no le gustaban nada los ni?os. Un d¨ªa entrevist¨¦ a Germaine, su primera esposa, testigo capital de sus 30 primeros a?os de vida profesional. Pas¨¦ una tarde con ella y me cont¨® muchas cosas. Entre otras, que Herg¨¦ era est¨¦ril. ?Por qu¨¦ iba yo a inventar algo as¨ª? Me cont¨® que quiso adoptar. Me dijo: ¡°Despu¨¦s de la guerra, le empuj¨¦ a ello, al final acept¨®, tuvimos a un ni?o procedente de un orfanato y al cabo de 15 d¨ªas me pidi¨® que lo devolvi¨¦ramos porque no soportaba los gritos, los movimientos¡±. Me qued¨¦ estupefacto.
P. Hacer una buena biograf¨ªa es sin duda muy dif¨ªcil. ?Cu¨¢l es la clave de que sea realmente buena?
R. La curiosidad. Y la conciencia de ser honesto. No objetivo, pero s¨ª honesto con uno mismo. Por eso, cuando Germaine me cont¨® aquello, yo no pod¨ªa esconderlo ni autocensurarme.
Babelia
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