La virgen de Garabandal se aparece en el cine
Un grupo religioso mantiene en la cartelera el ¡®milagro¡¯ ocurrido en 1961 en Cantabria y pide ayuda para ¡°llevar la bendici¨®n¡± al mundo
En Los jueves, milagro, la pel¨ªcula de Luis Garc¨ªa Berlanga, de 1957, las fuerzas vivas de un peque?o pueblo espa?ol deciden seguir el ejemplo de F¨¢tima y Lourdes para progresar gracias a las apariciones de la Virgen. Se inventan un milagro. Ser¨¢ los jueves. Cuatro a?os despu¨¦s, el 18 de junio de 1961 era domingo en todo el mundo cristiano, pero sobre todo en San Sebasti¨¢n de Garabandal, un peque?o pueblo perdido en las monta?as cabu¨¦rnigas de Cantabria. Ese d¨ªa, por la tarde, cuatro ni?as, Conchita, Mari Loli, Mari Cruz y Jacinta, se alejan de las casas para coger unas manzanas en la huerta del maestro. Son hijas de agricultores y ganaderos. Gente pobre en un poblado pobre. Tambi¨¦n ellas pastorean cabras o vacas cuando vuelven de la escuela. Aquella tarde de domingo va a cambiar su vida para siempre, tambi¨¦n la de Garabandal. Cuando regresan con las manzanas en la mano, arriba del camino que llaman La Calleja, suena un trueno. En el cielo no hay nubes. ?Remordimiento por la fruta robada? No era eso. Conchita, la mayor, cae de rodillas. No se mueve. Las otras quieren echar a correr, pero caen tambi¨¦n junto a Conchita. Se les ha aparecido un ¨¢ngel, dijeron m¨¢s tarde.
Era el Arc¨¢ngel San Miguel, precisaban. Dijeron que no les habl¨®. Ellas nada le dijeron. Cuando vuelven en s¨ª, confundidas y temerosas, corren a refugiarse detr¨¢s de la Iglesia. Lloran. Lo cuentan. D¨ªas m¨¢s tarde, ser¨¢ a la Virgen a quien dicen ver. Trae a un ni?o en brazos, viene acompa?ada de dos ¨¢ngeles y hace una profec¨ªa amenazante, como ¡°¨²ltimo aviso porque, dice la aparecida, ¡°muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdici¨®n, y con ellos llevan a muchas m¨¢s almas¡±.
Desde la creencia en esas apariciones marianas, un grupo de entusiastas ha hecho en apenas 27 d¨ªas de rodaje una pel¨ªcula con ¨¢nimo militante y con protagonistas aficionados pero solventes. Se acaba de estrenar con el t¨ªtulo Garabandal. Solo Dios lo sabe y es digna de ver para creyentes y devotos de la Virgen, pero tambi¨¦n para quienes quieran conocer c¨®mo se produjeron los hechos en aquella Espa?a nacionalcat¨®lica, ensotanada y sombr¨ªa. Desde esa perspectiva, la pel¨ªcula es un documento sobresaliente.
Uno de los convencidos del origen sobrenatural de Garabandal es el exministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, experto en apariciones marianas como se?ala la web oficial de la pel¨ªcula. El exministro se pronunci¨® en t¨¦rminos elogiosos hacia ella. La misma web pide ayuda para promocionar el filme: ¡°Tenemos muy claro que Garabandal, solo Dios lo sabeno es un proyecto econ¨®mico [...] Nuestras decisiones no se toman en funci¨®n de obtener un beneficio econ¨®mico, sino con el ¨²nico deseo de llegar a cada rinc¨®n del planeta donde Nuestra Madre del Cielo quiera decirles a sus hijos que les ama y que desea su salvaci¨®n. Por eso hemos abierto una nueva campa?a de donativos [...] Si pueden ayudarnos a llevar la bendici¨®n de Nuestra Madre a los confines del mundo, lo agradeceremos de todo coraz¨®n¡±.
?Llevan ya unos 25.000 espectadores y va estren¨¢ndose por toda Espa?a. Para tener una referencia con que comparar el impacto, la empresa promotora, Mater Spei A. I. E, ha subrayado en un comunicado de prensa esta curiosidad, seg¨²n sus datos: ¡°En 2017 se exhibieron 257 pel¨ªculas espa?olas, de las que solo 45 superaron los 20.000 espectadores, y en 2016 se exhibieron 243 pel¨ªculas, y de ellas solo 43 superaron los 20.000 espectadores¡±. Bel¨¦n Garde, Teresa Carrasco, Miriam Rodr¨ªguez y Blanca Cogolludo interpretan a las cuatro ni?as de las apariciones.
Qu¨¦ hacer cuando todo el mundo cat¨®lico empieza a hablar de que en Garabandal se est¨¢ apareciendo la Virgen y hay unas ni?as que levitan
El relato es fiel a los hechos (as¨ª los llam¨® la prensa de la ¨¦poca). Desde aquel domingo de 1961, el vecindario entra en ebullici¨®n, situaci¨®n que dura los cuatro a?os en los que se dan las supuestas apariciones. La entonces provincia de Santander se conmociona. Llegan visitantes de todo el mundo. El obispo no sabe qu¨¦ hacer. El sargento de la Guardia Civil que ejerce de comandante de puesto en Puentenansa, cabecera de la comarca, se alarma. ¡°Si ahora suben a Garabandal doscientas personas y hay l¨ªo, ?qu¨¦ pasar¨¢ cuando sean seis mil, o veinte mil?¡±.?
Un?psiquiatra de pel¨ªcula
Qu¨¦ hacer cuando todo el mundo cat¨®lico empieza a hablar de que en Garabandal se est¨¢ apareciendo la Virgen y hay unas ni?as que levitan, hablan al cielo con palabras que nadie conoce, ni ellas mismas, caen de rodillas sobre las rocas sin hacerse da?o o caminan en ¨¦xtasis hacia delante y hacia detr¨¢s por las callejuelas o campo a trav¨¦s, con la cabeza totalmente alzada, sus ojos fijos en lo alto, sin caer ni tropezar. Eso se ve¨ªa. Eso cre¨ªan ver.
Al pueblo llega un psiquiatra de armas tomar, para analizar a las videntes y ver si respond¨ªan al dolor, si estaban realmente en ¨¦xtasis. Era un personaje tambi¨¦n de pel¨ªcula. Se llamaba doctor Luis Morales, descre¨ªdo, famoso ahora por haber tratado como interna, casi una prisionera, a Leonora Carrington, la escritora y pintora brit¨¢nica, huida en 1942 desde Par¨ªs a M¨¦xico, donde se nacionaliz¨®, espantada de los nazis. Su paso por las manos de Morales, ingresada a la fuerza por el padre, lo cont¨® en sus memorias, con detalle. Se titulan Memorias de abajo. Elena Poniatowska cuenta su vida en Leonora. Aquel sanatorio en Santander es hoy un enorme espacio verde, con el nombre de Parque del doctor Morales.
San Sebasti¨¢n de Garabandal est¨¢ desde entonces en el mapa del catolicismo romano. Cada d¨ªa llegan peregrinos al pueblo, sobre todo de Estados Unidos, donde se cas¨® y vive Conchita, la vidente m¨¢s medi¨¢tica. Y llueve el dinero. Entre los donantes y creyentes destacaron muy pronto la exitosa escritora Mercedes Salisachs, cu?ada de Jos¨¦ Antonio Samaranch, que arrastra a otros ricos burgueses catalanes; los galleteros Fontaneda, y alguno de los Domech, de Jerez. Entre todos construyeron una coqueta capilla en el lugar de las apariciones y una cruz luminosa tra¨ªda de Portugal.
Profec¨ªas y ni?as pobres
Pero Garabandal han ido cayendo en el olvido pese a creerse que el cardenal Ratzinger, m¨¢s tarde papa Benedicto XVI, estuvo convencido de la veracidad de los milagros cuando era nada menos que prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe. Pese a todo, el Vaticano congel¨® el caso. ¡°No consta¡±, han dicho con la boca peque?a.
Al margen del respeto que merecen quienes creen en apariciones y milagros, con la devoci¨®n a una Virgen nueva siempre llegan negocios y masas. Como las supuestas apariciones de Garabandal hay veinte mil en todo el mundo, de las que solo doce est¨¢n ¡®reconocidas¡¯ por el Vaticano. Las protagonistas son ni?as pobres e ignorantes, como en F¨¢tima. En Garabandal son pastoras de doce y once a?os que estudian en una escuela unitaria destartalada. Y siempre hay profec¨ªas, la mayor¨ªa de las veces sombr¨ªas, amenazantes. En Garabandal, las ni?as recogieron dos: la primera, en 1961; la segunda, el 18 de junio de 1965.
Como las supuestas apariciones de Garabandal hay veinte mil en todo el mundo, de las que solo doce est¨¢n ¡®reconocidas¡¯ por el Vaticano
En Lourdes, las apariciones dieron paso a la proclamaci¨®n del dogma de la inmaculada concepci¨®n. En F¨¢tima, los pastorcillos recibieron tres secretos, uno de ellos pronosticando un atentado mortal al Papa. Lo padeci¨® Juan Pablo II. No falleci¨®. En Garabandal, seg¨²n Conchita, la Virgen trajo primero este mensaje: ¡°Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia, visitar al Sant¨ªsimo, pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos nos vendr¨¢ un castigo. Ya se est¨¢ llenando la copa y si no cambiamos nos vendr¨¢ un castigo muy grande¡±.
El obispo de Santander lo calific¨® de importante. No tuvo la misma actitud ante el segundo mensaje, cuatro a?os m¨¢s tarde, que recibi¨® Conchita, seg¨²n Conchita. La Virgen llegaba con un ultim¨¢tum. ¡°Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre de 1961, os dir¨¦ que este es el ¨²ltimo. Antes, la copa se estaba llenando, ahora, est¨¢ rebosando. Muchos cardenales, obispos y sacerdotes van por el camino de la perdici¨®n, y con ellos llevan a muchas m¨¢s almas. A la Eucarist¨ªa cada vez se le da menos importancia. Deb¨¦is evitar la ira del buen Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le ped¨ªs perd¨®n con alma sincera, ?l os perdonar¨¢. Yo, vuestra Madre, por intercesi¨®n del ?ngel San Miguel, os quiero decir que os enmend¨¦is. ?Ya est¨¢is en los ¨²ltimos avisos! Os quiero mucho y no quiero vuestra condenaci¨®n. Pedidnos sinceramente y nosotros os lo daremos. Deb¨¦is sacrificaros m¨¢s. Pensad en la Pasi¨®n de Jes¨²s¡±.
Todo eso se dec¨ªa en v¨ªsperas del Concilio Vaticano II, del que Conchita no ten¨ªa ni idea. Juan XXIII lo iba a desautorizar, quiz¨¢s intencionadamente, en su discurso de apertura, denunciando a quienes son profetas de cat¨¢strofes y ven al mundo con ojos amenazantes. Un a?o m¨¢s tarde, su sucesor, Pablo VI, recib¨ªa a Conchita en el Vaticano y le daba la bendici¨®n "Es necesario dar a conocer esos mensajes. Conchita, yo te bendigo, y conmigo te bendice toda la Iglesia", proclam¨®. Para entonces, el cardenal Ottaviani, el inquisidor que precedi¨® a Ratzinger, hab¨ªa llamado a la vidente a Roma y ordenado una investigaci¨®n a fondo, enviando un delegado a Garabandal. Nunca se supo el resultado, salvo que Roma acab¨® archivando el caso con un famoso ¡°No consta¡±. Algunos creen que hay motivos para resucitarlo ahora, con sus mensajes amenazantes y sombr¨ªos.?
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