Avedon y Baldwin : una mirada conjunta a la identidad de Am¨¦rica
Se publica un facs¨ªmil de ¡®Nada personal¡¯. El retrato de una Am¨¦rica segregada y alienada sumida en una crisis existencial que recupera actualidad
Cuando en 1964, Richard Avedon (1923-2004), el consagrado retratista y fot¨®grafo de moda y James Baldwin (1924-1987), el elocuente cronista del racismo, publicaron su descarnada obra conjunta,?Nada Personal (Nothing Personal), desvelaban el tejido social de una naci¨®n, Estados Unidos, muy distanciada, en sus contradicciones y complejidades, del mito so?ado. Juntos compusieron un inc¨®modo, profundo e ¨ªntimo retrato de una Am¨¦rica que encuentra ahora resonancia en la era de Trump. La editorial Taschen recupera esta obra, que en su d¨ªa levant¨® una gran pol¨¦mica y que ha permanecido descatalogada durante d¨¦cadas. En su cuidada reedici¨®n mantiene el elegante dise?o de Marvin Israel e incluye un cuaderno adicional con im¨¢genes y documentos in¨¦ditos, as¨ª como correspondencia del fot¨®grafo, todo ello acompa?ado de un texto del escritor Hilton Als.
Se conocieron siendo estudiantes en el Bronx, a finales de los a?os treinta. Ambos eran alumnos del DeWitt Clinton High School. All¨ª editaban y escrib¨ªan The Magpie, la revista literaria del colegio. Casi treinta a?os m¨¢s tarde, surgir¨ªa la idea del libro, el d¨ªa en que, siguiendo el encargo de una revista, Avedon concert¨® una cita para fotografiar a su antiguo amigo Baldwin. El escritor afroamericano disfrutaba de la c¨²spide de su fama. R¨¢pidamente acordaron hacer un libro que reflejase la Am¨¦rica de aquel momento, en que el movimiento de los derechos civiles atravesaba momentos cruciales
¡°Lo que Avedon y Baldwin compartieron desde el principio, como creadores mucho antes de que Nada personal fuera concebido, y por supuesto publicado, era una imaginaci¨®n no tan deudora de la realidad como inseparable de ella ¡°, escribe Als. ¡°Ambos ve¨ªan lo excepcional en lo real. No lo 'sublime' o lo trascendente, sino la brutalidad, el teatro, la inocencia y la confusi¨®n que constitu¨ªan su racista, sexista, sexy e imposible ciudad del amor y el desamor. Nueva York era la negritud de Baldwin y el desprecio a esa negritud. La condici¨®n jud¨ªa de Avedon y la antipat¨ªa de los viejos wasps (hombres blancos anglosajones y protestantes) hac¨ªa esa condici¨®n, con su poder cultural perceptible, a pesar de su Otredad¡±.
El libro se compone de una galer¨ªa de retratos en blanco y negro, que incluyen a personajes tan diversos como Marilyn Monroe, George Wallace (gobernador de Alabama), el presidente Dwight David Eisenhower, William Casby, (el ¨²ltimo estadounidense nacido esclavo), el fil¨®sofo Bertrand Russell o Claude Eatherly, (el piloto del avi¨®n de reconocimiento clim¨¢tico Straight Flush que apoy¨® el lanzamiento de la bomba at¨®mica sobre Hiroshima), entre otros, as¨ª como enfermos mentales ingresados en un psiqui¨¢trico. Representan cuatro aspectos importantes de la cultura y la vida americana: los derechos civiles, el auge del nacionalismo negro, el sistema de salud mental y la vieja guardia de Hollywood. Los retratos yuxtaponen los antiguos usos remplazados por otros nuevos. As¨ª, George Lincoln Rockwell, jefe del partido Nazi americano queda enfrentado a un desnudo del poeta de la generaci¨®n beat Allen Gingsberg. A esta galer¨ªa se une un texto de veinte mil palabras, que en ninguna ocasi¨®n hace una referencia directa a las im¨¢genes, en el que Baldwin va perfilando el desencanto y la psique de una naci¨®n revestida con el falso optimismo insuflado por Hollywood y los medios de comunicaci¨®n. ¡°Estamos afligidos por una ignorancia de nuestra naturaleza m¨¢s vasta y m¨¢s peligrosa que nuestra ignorancia sobre la vida en Marte¡±, escribe.
En el libro resuena Los Americanos de Robert Frank, publicado cinco a?os antes, el cual aunque tard¨® en llegar al gran p¨²blico tuvo una gran influencia dentro de la comunidad de fot¨®grafos neoyorquinos. Pero Avedon se afianza en su magistral dominio del retrato. ¡°Rara vez tomaba fotograf¨ªa en lugar de hechos¡± escribe Als sobre el fot¨®grafo. ¡°Prefer¨ªa en cambio documentar sus temas en su laboratorio natural artificial: el estudio¡±. As¨ª cuando Marilyn se present¨® a la sesi¨®n, las carcajadas y las poses inundaron el lugar. Ser¨ªa una imagen tomada al finalizar la sesi¨®n, en la que la actriz parece abatida, la que Avedon incluir¨ªa en el libro. ?Qui¨¦n era ella?, parece preguntarse. La cuesti¨®n de la identidad impregna el libro ?Qu¨¦ nos diferencia como individuos?
El libro se public¨® meses despu¨¦s del asesinato de Kennedy. La pol¨¦mica no se dej¨® esperar refiri¨¦ndose a los autores como ¡°moralistas de la far¨¢ndula¡± y acus¨¢ndolos de no representar a los verdaderos estadounidenses. ¡°Nada Personal pretende ser una despiadada cr¨ªtica a la Am¨¦rica contempor¨¢nea¡±, escrib¨ªa Robert Brustein en The New York Review Books, ¡°pero la gente m¨¢s tendente a comprar este extravagante volumen son los suscriptores a las revistas de moda, mientras los moralistas autores de la obra son ellos mismos tambi¨¦n pudientes, modernos y chic¡±. ¡°?Puede uno decir qu¨¦ es la realidad en el arte?¡±, Truman Capote lanzaba la pregunta en defensa de los autores. ¡°Un artista, citando a Picasso, ¡¯pinta no lo que ve, sino lo que cree ver¡¯¡±.
Una serie de im¨¢genes en las que unos padres se divierten con sus hijos en las aguas de una playa, as¨ª como una toma de los miembros del Comit¨¦ Coordinador de Estudiantes Partidarios de la No Violencia ponen fin al libro. ¡°Siempre me ha parecido que a un ser humano solo lo puede salvar otro ser humano, escribe Baldwin. ¡°Tengo conciencia de que no nos salvamos unos a los otros con frecuencia. Pero tambi¨¦n tengo conciencia de que alguna vez salvamos los unos a los otros¡±.
Richard Avedon, James Baldwin. Nada personal . Taschen. 160 p¨¢ginas. 60 Euros
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