La voz de los deportes de la tele relata su p¨¢rkinson

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No solo es una enfermedad de viejos

No hay aficionado a los deportes en Espa?a que no reconozca su voz. Despu¨¦s de 11 a?os jubilado ¡ªy tras 14 desde que le diagnosticaron p¨¢rkinson¡ª, el periodista Jos¨¦ ?ngel de la Casa, nacido en Los Cerralbos (Toledo) hace 67 a?os, la mantiene recia, con una pronunciaci¨®n perfecta. Uno cierra los ojos y parece que va a o¨ªr de nuevo c¨®mo cant¨® el 12-1 a Malta en el famoso partido de la Roja en Sevilla hace 35 a?os.

De la Casa se retir¨® en 2007, tres a?os despu¨¦s de que le diagnosticaran el p¨¢rkinson. ¡°Me afecta sobre todo al movimiento¡±, dice, y se ve en las manos que tiemblan y en una ligera torpeza al andar. ¡°?ltimamente, si cojo peso me desequilibro¡±, afirma. Durante estos a?os sus conocidos y amigos sab¨ªan de su enfermedad, pero esta no era de dominio p¨²blico. Aunque ya ten¨ªa algunos problemas que intentaba disimular cuando estaba ante la c¨¢mara, el periodista afirma que se jubil¨® ¡°aprovechando el ERE de Televisi¨®n Espa?ola¡±. Despu¨¦s, todav¨ªa colabor¨® dos a?os con los canales auton¨®micos de la FORTA, retransmitiendo f¨²tbol.

El documental Un se?or como una Casa es la causa de que el comentarista vuelva a exponerse al p¨²blico. ?l desmiente que haya ocultado su enfermedad. ¡°Primero, porque no se puede; segundo, porque no me parece adecuado¡±. Y justifica su participaci¨®n en la cinta ¡ªy el ajetreo consiguiente de promoci¨®n¡ª con sencillez: ¡°Lo hago porque me lo ha pedido Ander Duque¡±.

En la pel¨ªcula, que se presentar¨¢ el 5 de abril en Madrid y cuenta con el aval de la Federaci¨®n Espa?ola de P¨¢rkinson y la colaboraci¨®n de Abbvie, repasa su vida, tanto la profesional como la privada. En los ¨²ltimos a?os, esta se reparte entre la finca del pueblo y Sevilla, donde trabaja la tambi¨¦n periodista Inmaculada Ruiz, su mujer. ¡°La enfermedad todav¨ªa no me ha causado una discapacidad. En el pueblo tengo mis amigos, mi partida de mus y cuido mis almendros. Hago las labores propias de un pueblo. Y en Sevilla tambi¨¦n tengo una vida muy organizada¡±, explica. ¡°La ciudad me gusta mucho, es muy especial¡±.

El p¨¢rkinson no le pill¨® de nuevas. ¡°Mi padre lo tuvo 25 a?os, yo sigo su misma trayectoria y llevo 14¡±, afirma. Este conocimiento ha hecho que ¨¦l y su entorno ¡ª¡°mi familia, mis hermanos¡±¡ª lo viva ¡°directamente¡± con ¨¦l.

De la Casa no se siente el abanderado de nada, pero la federaci¨®n de afectados cree que es un activo, un ejemplo de normalizaci¨®n y visibilidad en una enfermedad, como son las mentales, muy estigmatizada. ¡°Yo no le doy consejos a nadie. Lo que s¨ª hago es ser muy disciplinado con la medicaci¨®n, que es clave, y me mantengo muy activo f¨ªsica y mentalmente¡±, expone como ¨²nica recomendaci¨®n. ¡°Juego al golf en el pueblo, y he dado clases de piano, que es algo que me gustaba pero que nunca hab¨ªa hecho por falta de tiempo, para las manos. Tambi¨¦n he dado lecciones de canto para mantener la voz¡±, afirma. Y escribe lo que espera que se convierta en un libro.

Aunque en el documental tiene momentos m¨¢s reflexivos ¡ª¡°Si est¨¢s en paz, nada tiembla, la serenidad es el aliado¡±, dice en un momento, por poner un ejemplo¡ª, en la entrevista le puede la timidez de quien se ha pasado d¨¦cadas detr¨¢s de un micr¨®fono y delante de una c¨¢mara.

Ante el futuro, De la Casa tiene un reto. ¡°Todo depender¨¢ de si me decido a operarme, de c¨®mo avance la investigaci¨®n¡±. Cuando el p¨¢rkinson avanza y los temblores no se pueden controlar con pastillas, hay cirug¨ªas que ayudan.

Solo al final se le nota algo de cansancio. Se despide profesional, como lo que es: un se?or como una casa.