Jos¨¦ Sanchis Sinisterra: ¡°El teatro debe salir de los temas peque?oburgueses¡±
Con 77 a?os, el dramaturgo espa?ol m¨¢s influyente de las ¨²ltimas d¨¦cadas mantiene una actividad fren¨¦tica. Acaba de estrenar una pieza y en un mes saldr¨¢ el primer tomo de sus obras completas

Cuando se dice que Jos¨¦ Sanchis Sinisterra (Valencia, 1940) es el dramaturgo espa?ol m¨¢s influyente de los ¨²ltimos 40 a?os, no es solo porque haya escrito obras capitales como ?aque, ?Ay, Carmela!, El cerco de Leningrado o El lector por horas. Su relevancia tiene que ver tambi¨¦n con su pasi¨®n por la investigaci¨®n te¨®rica y la docencia, que desarrolla en continuos talleres, conferencias y, por supuesto, en los dos espacios teatrales de referencia que ha fundado en Espa?a: la sala Beckett en Barcelona y La Corseter¨ªa en Madrid. De ah¨ª el magisterio que le atribuyen autores sobresalientes de la generaci¨®n posterior (Sergi Belbel, Lu?sa Cunill¨¦, Josep Pere Peyr¨® o el mism¨ªsimo Juan Mayorga) y todav¨ªa los de la siguiente (Alberto Conejero, Mar¨ªa Velasco, Denise Despeyroux). Todos se declaran hijos de Sanchis Sinisterra.
A sus 77 a?os, el creador valenciano sigue manteniendo una actividad fren¨¦tica. En este momento su nombre aparece rotulado simult¨¢neamente en tres teatros madrile?os: como autor y director de la obra El lugar donde rezan las putas o Que lo dicho sea, que se representa en el Espa?ol hasta el 15 de abril; como cabeza visible del ciclo Martes Fronterizo que se desarrolla en el Teatro Galileo, que ofrece una vez a la semana hasta finales de junio un espect¨¢culo creado en La Corseter¨ªa, y como responsable de la versi¨®n de Carta al padre, de Kafka, que se puede ver en los Teatros Luchana. Adem¨¢s, durante el mes de marzo estuvo en cartel en el Valle-Incl¨¢n su versi¨®n del relato Primer amor, de Beckett.
Como ocurr¨ªa cuando dirig¨ªa la Beckett, de 1988 a 1997, Sanchis Sinisterra se ha convertido en una presencia constante en Madrid desde que fund¨® La Corseter¨ªa en 2010. Replicando el funcionamiento de la sala barcelonesa, que en su momento fue sede de su compa?¨ªa Teatro Fronterizo y que a¨²n se mantiene como lugar central de la escena catalana, la actual Corseter¨ªa acoge al Nuevo Teatro Fronterizo y se concibe, como aquella, m¨¢s como una f¨¢brica de ¡°creaci¨®n, debate, reflexi¨®n y resistencia¡± que como un espacio de exhibici¨®n, aunque esto tambi¨¦n tiene que ver ahora con la falta de recursos y apoyo econ¨®mico.
¡°No calcul¨¦ que iba a ser tan dura la aventura en Madrid. No sabemos si tendremos dinero tras el verano¡±
¡ª?Y por qu¨¦ no se qued¨® en Barcelona, donde ten¨ªa financiaci¨®n de sobra para la Beckett, y se vino a pasar penurias a Madrid?
¡ªHay dos razones. La f¨¢cil es que mis hijas [la actriz Clara Sanchis y la vestuarista Helena Sanchis] viv¨ªan en Madrid, hab¨ªa nacido mi primer nieto y yo estaba solo en Barcelona. La otra, quiz¨¢ menos cre¨ªble desde fuera pero cierta para m¨ª, es que en Barcelona sent¨ªa que lo ten¨ªa todo y que eso quiz¨¢ no era bueno. Pensaba que quiz¨¢ me estaba aburguesando, construy¨¦ndome un altar o quiz¨¢ un sarc¨®fago. Me incomoda la comodidad, valga la paradoja. Lo que no calcul¨¦ es que iba a ser tan duro repetir la aventura en Madrid: ahora mismo no sabemos si vamos a tener dinero para funcionar despu¨¦s del verano.
As¨ª que aqu¨ª estamos: en una antigua corseter¨ªa reconvertida en espacio teatral con mobiliario reciclado, libros, cajas, focos, atrezo variado y un constante ir y venir de gente joven hiperactiva que, de vez en cuando, reclama la opini¨®n del maestro. Charlamos en dos sillas recogidas de la calle.
¡ª?Por qu¨¦ sigue metido en peleas cuando podr¨ªa estar tranquilamente en su casa escribiendo y recibiendo ofertas para dirigir?
¡ªCuando yo empec¨¦ a dar talleres en la Beckett, recuerdo que un autor catal¨¢n me dijo: ¡°T¨² eres imb¨¦cil, est¨¢s cre¨¢ndote competidores¡±. Yo me qued¨¦ desconcertado, ni se me hab¨ªa pasado por la cabeza que un Belbel o una Cunill¨¦ fueran a suponer una competencia. Al contrario, creo que cuanta m¨¢s gente seamos en el terreno de la escritura dram¨¢tica, m¨¢s rico y f¨¦rtil ser¨¢ nuestro trabajo. Por otra parte, yo siempre he percibido que falta investigaci¨®n y estudio te¨®rico en el teatro. El teatro avanza, no digo que no, pero a menudo a golpes de puro empirismo. Por eso creo que siguen siendo necesarios espacios para el avance te¨®rico.
¡ªEso se nota tambi¨¦n en su escritura. De forma recurrente en muchas de sus obras, desde ?aque y ?Ay, Carmela! hasta la que acaba de estrenar, El lugar donde rezan las putas, hay una reflexi¨®n sobre el papel del teatro.

¡ªCiertamente, esta es una preocupaci¨®n recurrente en mi trabajo. Hubo un momento que hasta me tuve que prohibir este tema. Que lo haya retomado ahora tiene que ver con la manera en la que naci¨® esta ¨²ltima obra: dos actores j¨®venes que hace un par de a?os representaron una fant¨¢stica ?Ay, Carmela!, Paula Iwasaki y Guillermo Serrano, me preguntaron qu¨¦ otra obra pod¨ªan hacer que les encajara. No se me ocurri¨® nada mejor que escribirles una en la que los protagonistas fueran precisamente dos actores que se plantean justo esa pregunta: ?qu¨¦ teatro hacer en este preciso momento?
¡ª?Y cu¨¢l es la respuesta?
¡ªYo no doy respuestas, pero s¨ª apuntes para la reflexi¨®n. Por ejemplo, otro tema que sale aqu¨ª y que tambi¨¦n aparece en muchas otras obras m¨ªas es la necesidad de dar voz a los olvidados y los vencidos a trav¨¦s del teatro. Como dec¨ªa Walter Benjamin, a la historia hay que pasarle el cepillo a contrapelo para ver qu¨¦ no tuvo la posibilidad de germinar. Ese es el tema central de ?Ay, Carmela!: los muertos que no quieren ser borrados. En El cerco de Leningrado es la utop¨ªa la que no quiere renunciar a ser una utop¨ªa, aunque el comunismo haya sido finalmente un desastre. Y en El lugar donde rezan las putas se plantea qu¨¦ habr¨ªa pasado si la historia hubiera sucedido de otra manera. Aunque solo sea por eso, creo que el teatro tiene una funci¨®n: ofrecer una segunda oportunidad a lo que qued¨® olvidado.
Teatro contra el olvido. As¨ª se llama precisamente el ciclo que est¨¢ desarrollando esta temporada el Nuevo Teatro Fronterizo como parte del ¨²ltimo gran empe?o de Sanchis Sinisterra: las dramaturgias inducidas. Se trata, dice el autor, ¡°de poner a los autores a escribir sobre tem¨¢ticas y ¨¢mbitos que no aparecen frecuentemente en el teatro: los inmigrantes, los refugiados, la ciencia, la ecolog¨ªa¡±.
¡ª?Es este el tipo de teatro que usted cree que debe hacerse hoy?
¡ªVolvamos a Beckett: la forma es el contenido, el contenido es la forma. Esto quiere decir que, por un lado, debemos seguir experimentando en la est¨¦tica y la po¨¦tica teatral, las formas, las t¨¦cnicas, los recursos, los maridajes. Experimentando no en un sentido de pretender crear lo ¨²ltimo, lo m¨¢s nuevo, sino de estar permanentemente revisando la dramaturgia tradicional. Y por otro lado est¨¢n los contenidos: para salir de los temas peque?oburgueses en que nos movemos muy a menudo los autores debemos explorar el paisaje social en toda su variedad. No por casualidad el Nuevo Teatro Fronterizo est¨¢ instalado en esta vieja corseter¨ªa de Lavapi¨¦s [el barrio m¨¢s multicultural de Madrid].
¡ªLe preocupa entonces ahora m¨¢s el contenido que las formas.
¡°El teatro es literatura y es espect¨¢culo, igual que, seg¨²n la f¨ªsica cu¨¢ntica, la luz es onda y part¨ªcula¡±
¡ªEs cierto que cuando fundamos la Beckett est¨¢bamos centrados en la investigaci¨®n estil¨ªstica y ahora ponemos m¨¢s el acento en el desarrollo de nuevas tem¨¢ticas.
¡ª?Qu¨¦ opina sobre la actual proliferaci¨®n de espect¨¢culos no basados en textos dram¨¢ticos?
¡ªEs un fen¨®meno muy rico e interesante, aunque no es nada nuevo. El teatro siempre ha tenido la capacidad de fagocitar e integrar todo tipo de artes y lenguajes: la m¨²sica, la danza, el cine¡ Solo lo considero un problema cuando se usa como criterio de valor. Es decir, cuando sirve para decretar lo que es actual y lo que no. Ya dec¨ªa nada menos que Jacques Copeau que el arte no se renueva por una eliminaci¨®n de las formas y contenidos que ya han sido explorados y explotados, sino por un regreso permanente a los or¨ªgenes. No caigamos en el reduccionismo de contraponer teatro de texto y teatro de espect¨¢culo. El teatro es literatura y es espect¨¢culo, de la misma forma que, seg¨²n la f¨ªsica cu¨¢ntica, la luz es onda y es part¨ªcula a la vez.
Beckett, Benjamin, Brecht¡ son nombres que inevitablemente salen a colaci¨®n cuando se habla con Sanchis Sinisterra. Todo su teatro bebe de estas fuentes, como tambi¨¦n de Pinter, Kafka y Cort¨¢zar. Lo analiza la dramaturga e investigadora Ruth Vilar en el pr¨®logo que ha escrito para la edici¨®n de las obras completas que actualmente prepara la editorial La U?a Rota, con la previsi¨®n de publicar a mediados de mayo un primer volumen (con textos escogidos desde 1980 a 2001) y un segundo tomo el a?o que viene. Una labor meritoria, dado el extenso caudal del autor, que ser¨¢ de gran utilidad para el estudio del teatro espa?ol de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
¡ª?C¨®mo ve hoy sus obras de hace 40 a?os? ?Se reconoce?
¡ª Ahora toca volver a Benjamin: no entiendo la historia como una evoluci¨®n ni tengo una concepci¨®n lineal del tiempo. Por ejemplo, mientras escrib¨ªa El lugar donde rezan las putas evidentemente estaba resonando en mi cabeza?Ay, Carmela!, pero tambi¨¦n?aque y El cerco de Leningrado. Y el hecho de ver ?Ay, Carmela! en Sarajevo despu¨¦s de la guerra de los Balcanes me produjo el mismo estremecimiento que tuve cuando era reci¨¦n nacida. As¨ª que no tengo muy claro el concepto de obras pasadas y presentes. Como me dijo una vez un cham¨¢n maya, no hay un futuro, hay muchos futuros. Y yo a?ado: hay muchos presentes.
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