Manuel Rivas: ¡°Un acto de rebeli¨®n puede ser escuchar¡±
El escritor gallego publica 'Contra todo esto', un ensayo pol¨ªtico urgido por la verg¨¹enza ante las crisis que le rodean
Una ma?ana, la madre de Manuel Rivas (A Coru?a, 1957) se despert¨® con las metralletas de dos patrullas militares en la puerta. Se llevaron a su hijo, entonces un periodista free lance de 20 a?os. Rivas hab¨ªa publicado en La Regi¨®n una noticia sobre la intoxicaci¨®n alimentaria de un centenar de soldados en un cuartel de A Coru?a. Le reclamaron seis a?os de c¨¢rcel por un delito de sedici¨®n. El asunto se zanj¨® gracias a un nuevo capit¨¢n general despu¨¦s de interrogar al presunto sedicente:
¡ª?Quer¨ªa usted atacar a la patria?
¡ªNo. Yo quer¨ªa informar de la intoxicaci¨®n.
Ya se hab¨ªa muerto Franco. Ya estaba la Transici¨®n adelante y atr¨¢s. Quiz¨¢s la experiencia anterior, de inicio extremo y final afortunado, explique cierta equidistancia del escritor sobre aquellos d¨ªas: igual de lejos del desprecio adanista que habla de ¡°rehabilitaci¨®n arquitect¨®nica del vetusto ruedo ib¨¦rico con fachada democr¨¢tica de cart¨®n-piedra¡± que del botafumeiro que la describe como ¡°la mejor partida de ajedrez de la historia mundial¡±. No hubo favores, recuerda. ¡°Cada paso importante tuvo su coste en dolor y represi¨®n¡±. Cada compromiso ten¨ªa su riesgo: el escritor figur¨® en la lista de mil ¡°elementos a eliminar¡± en Galicia el 23-F.
Nunca ser¨¦ del partido apocal¨ªptico"
La historia anterior figura en el nuevo libro de Manuel Rivas, Contra todo esto (Alfaguara y, en gallego, Xerais). Pero no es un libro sobre s¨ª mismo. O no en un sentido convencional porque en verdad habla de algo tan ¨ªntimo como la verg¨¹enza. Una obra pol¨ªtica que parte del estremecimiento ante una realidad que le rodea como una banda de forajidos: libertades amordazadas, rearmes militares, desigualdades en expansi¨®n, machismos criminales, corrupciones a granel, depauperaci¨®n de la ense?anza, desmemoria hist¨®rica, desfalcos ecol¨®gicos, f¨¢bricas de odio al otro que ni siente ni padece ¡ªni piensa¡ª como t¨². ¡°El primer paso para detectar una injusticia es que comparezca el sentido de la verg¨¹enza¡±, sostiene en el arranque. Se acumularon tantas verg¨¹enzas que Rivas par¨® la novela que ten¨ªa en marcha y se puso a escribir sobre ¡°todo esto¡± con la urgencia que a veces ha alimentado su poes¨ªa.
Sobre ese sentido ha levantado un texto dolorido, que salpica de vagalumes (luci¨¦rnagas) de esperanza. ¡°El c¨ªrculo de pensar est¨¢ bien, pero vas m¨¢s lejos cuando te mueves en el c¨ªrculo del sentir¡±, afirmaba el pasado s¨¢bado durante una tarde de sol huidizo ante un ventanal del hist¨®rico Derby. Abierto en 1929 en Santiago, el caf¨¦ a¨²n conserva la caoba cubana del z¨®calo, el mostrador con m¨¢rmol de Carrara y las vidrieras italianas que conoci¨® la clientela literaria de otros d¨ªas (Valle-Incl¨¢n, Torrente, Cunqueiro, Novoneyra o Casares). Hay f¨²tbol, turistas y barullo en esta tarde en la que Rivas evoca sus malas sensaciones, su saturaci¨®n mental: ¡°Soy un optimista, me gusta la figura de Charlot: si caes, tienes que levantarte. Nunca he visto los proyectos que acababan como fracasos. Pero esta vez una acumulaci¨®n de cosas me hizo sentirme en un pa¨ªs que se hund¨ªa en el bochorno, percib¨ª un fracaso cultural y pol¨ªtico, me sent¨ª exiliado¡±.
Verg¨¹enza desbordada
En 2017 la verg¨¹enza se desbord¨® durante un viaje por Argentina y M¨¦xico en el que se reencontr¨® con la huella republicana. El olvido de desterrados como Eladia, de 95 a?os, que hab¨ªa sido una taqu¨ªgrafa adolescente en el frente. ¡°Este libro tambi¨¦n est¨¢ hecho con el l¨¢piz del carpintero [alude a su aplaudida novela sobre la Guerra Civil] despu¨¦s de ver esa decencia de los exiliados, mantenida d¨ªa a d¨ªa, aliment¨¢ndose de la cultura que no es estupefaciente¡±, reflexiona.
Catalu?a, Dickens y la cama de Procustes
Manuel Rivas ve a los protagonistas del conflicto catal¨¢n definidos a la perfecci¨®n por Charles Dickens: "Hay hombres que parecen tener solo una idea y es una l¨¢stima que esa idea sea equivocada". "Aqu¨ª", a?ade en el libro el periodista gallego, "la idea equivocada y compartida es el conformismo. Cada uno con el suyo". Todo lo ocurrido le aviv¨® una sensaci¨®n de fracaso de la pol¨ªtica y de la cultura, liderada por imitadores de Procustes, "un posadero griego que ten¨ªa un m¨¦todo infalible para encamar al viajero. Si era alto, le serraba las piernas. Si era bajo, lo estiraba a la fuerza". Para afrontar la crisis institucional, el autor de Un mill¨®n de vacas defiende "una modesta revoluci¨®n ¨®ptica" en lugar de conformar la realidad a medida de cada cual. "Ver la realidad de otra manera. Por ejemplo, que el contencioso de Catalu?a se dirime entre posiciones que se definen como dem¨®cratas, que defienden la libertad y que abominan de la violencia". Su cap¨ªtulo sobre el asunto se titula Yo no quiero tener un enemigo.
Desde los noventa hay ya una larga tradici¨®n ensay¨ªstica en la mochila de Manuel Rivas con obras que hibridan periodismo y ensayo. Contra todo esto, subtitulado Un manifiesto rebelde, se inaugura con un alegato y culmina con aforismos como el siguiente: ¡°De leer cotilleos, ?lo m¨ªnimo un Marcel Proust!¡±. Entre ambos se suceden nueve inmersiones en todas las crisis que atenazan al autor. En la period¨ªstica escribe contra aver¨ªas de viejos vicios (¡°en los telediarios, estamos en la fase paleol¨ªtica de la Transici¨®n¡±) y de novedosas tecnolog¨ªas (¡°la alianza de esas nuevas maquinarias de poder y control de las mentes aliadas con los viejos imperios¡±). Tambi¨¦n se detiene en la crisis ecol¨®gica (¡°lo que hoy est¨¢ ocurriendo en el mar se asemeja a las grandes matanzas de bisontes de Am¨¦rica en el siglo XIX¡±) o el feminicidio (¡°la virilidad t¨®xica va asociada a un poder boludo mat¨®n, que solo sabe dominar¡±).
En Contra todo esto se abrazan pol¨ªtica y literatura. El Quijote y la Operaci¨®n P¨²nica. La ley que multa el deslucimiento del mobiliario urbano (un banco es ¡°la ¨²nica patria que tiene mucha gente¡±) y Flaubert (¡°siempre he procurado vivir en mi torre de marfil, pero una marea de mierda bate sus muros hasta el punto de derrumbarlos¡±). Hay tambi¨¦n homenajes: a la asesinada activista hondure?a Berta C¨¢ceres y a la despedida cajera del supermercado coru?¨¦s donde Manuel Rivas hace la compra. Un c¨¢ntico contra todo eso sin derrotismo.
¡°Nunca ser¨¦ del partido apocal¨ªptico¡±, afirma en la entrevista. ?Qu¨¦ se puede hacer? ¡°No aceptar ninguna dominaci¨®n ni ejercerla aunque pudiese parecer ¨²til en alg¨²n momento. Desde luego, no mirar para otro lado. Lo que define al ser humano es rebelarse contra las injusticias. Un acto de rebeli¨®n tambi¨¦n puede ser escuchar¡±. Mientras alguien narra fueras de juego en una pantalla, Rivas se manifiesta contra la desesperanza: ¡°Tengo mucha saudade del porvenir¡±.
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Autor: Manuel Rivas.
Editorial: Alfaguara (2018).
Formato: versi¨®n kindle y tapa blanda (288 p¨¢ginas)
Babelia
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