La f¨ªsica cu¨¢ntica mata las relaciones de pareja
Mateo Gil inaugura el festival de M¨¢laga con 'Las leyes de la termodin¨¢mica', en la que explica la tragedia y las alegr¨ªas del amor a trav¨¦s de la ciencia
Durante siglos, algunos cient¨ªficos han intentado racionalizar el amor y la qu¨ªmica que surge durante la atracci¨®n entre dos personas. Vano intento. O tal vez no buscaron donde deb¨ªan, "Un d¨ªa empec¨¦ a leer un libro -no me acuerdo cu¨¢l era- divulgativo sobre las leyes de la termodin¨¢mica, de repente lo vi claro: a trav¨¦s de esas tres reglas pod¨ªan explicarse las relaciones de pareja", recuerda Mateo Gil (Las Palmas, 1972). "Me plante¨¦ qu¨¦ pasar¨ªa si tiraba de hilo y segu¨ªa ahondando en la f¨ªsica y en distintas normas suyas para crear un guion. Una vez que arranqu¨¦ tambi¨¦n entend¨ª que necesitaba un formato de falso documental, de tal manera que son las leyes las que van en orden y yo voy narrando la historia de amor seg¨²n me convenga".
As¨ª naci¨® Las leyes de la termodin¨¢mica, una pel¨ªcula multig¨¦nero (no es una comedia rom¨¢ntica ni tampoco un drama, no es ficci¨®n ni falso documental 100%) que inaugura hoy la 21? edici¨®n del festival de M¨¢laga antes de su estreno comercial la semana que viene. Para Mateo Gil es una apuesta arriesgada, porque mantiene el reto hasta el final, no renuncia al juego en ning¨²n momento. "La f¨ªsica cu¨¢ntica te lleva a los celos, y cada norma te desplaza a un sentimiento. Por ejemplo, la entrop¨ªa, es decir, la segunda ley de la termodin¨¢mica, es perfecta para las tendencias al caos, y as¨ª fui avanzando". En pantalla, varios cient¨ªficos -todos reales "y se lo pasaron pipa"- van explicando a legos una gran lecci¨®n de f¨ªsica, mientras el espectador asiste a la relaci¨®n entre un profesor de esta rama de la ciencia (Vito Sanz) y una modelo que quiere ser actriz (Berta V¨¢zquez), con el t¨ªpico amigo juerguista y bullanguero (Chino Dar¨ªn) como cierre del tri¨¢ngulo. "Siempre que escribes vives en un equilibrio entre lo que te pide la historia y lo que el espectador va a demandar. Tomas la decisi¨®n que crees m¨¢s correcta. En ese caso, yo me arriesgu¨¦", cuenta el cineasta, que empez¨® como guionista con su compa?ero de facultad, Alejandro Amen¨¢bar, y que con esta ya ha firmado cuatro pel¨ªculas como director. En su curr¨ªculo, tres goyas como guionista y otro al mejor cortometraje de ficci¨®n.
Como confiesa Gil, la pel¨ªcula, en su triple salto mortal, esconde un truco: el narrador es el protagonista, y est¨¢ tan obsesionado con la termodin¨¢mica que fuerza la vida para amoldar su amor y sus disgustos a las leyes. Truco que al final se desenmascara. "Pero incluso esto se basa en una regla cient¨ªfica, y es que la mera observaci¨®n ya afecta el comportamiento de lo observado. El chaval manipula la realidad. En el coraz¨®n de la f¨ªsica cu¨¢ntica se aclara que el examen nunca es inocente". Dicho todo lo anterior, Gil se r¨ªe: "Al final, creo que queda claro que todo esto es una broma, una chorrada. El personaje femenino, el sensato, es quien pone las cartas bocarriba".
Al cineasta le ha divertido escribir este guion. Mucho m¨¢s que su trabajo precedente, Proyecto L¨¢zaro (2016). "Porque esa pel¨ªcula era muy personal, un guion que necesitaba sacar. Lo reconozco: aquel libreto me enferm¨®. Las leyes de la termodin¨¢mica ha venido a aligerar las cosas. Aunque mientras lo escrib¨ªa pensaba que alguien podr¨ªa burlarse y soltar un 'Ad¨®nde vas". Gil cuenta que hasta que no acab¨® la escritura no vio 500 d¨ªas juntos, el filme de Marc Webb con el que Las leyes de la termodin¨¢mica puede guardar ligeros parecidos. "Bueno, la m¨ªa es m¨¢s ligera, aunque yo no me centr¨¦ en buscar la carcajada, sino que en las situaciones y los personajes te transporten hacia la sonrisa".
La conversaci¨®n var¨ªa de direcci¨®n. Mateo Gil reflexiona sobre el actual estado audiovisual, y el cambio de paradigma de los espectadores. "Los espectadores, y me incluyo, estamos acomodados. Puede que por la sobreoferta que disfrutamos. Nos gusta la innovaci¨®n, pero siempre dentro del canon. Viendo muchos productos audiovisuales tengo la sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu. Por otro lado, me preocupa como director empezar a ser el veterano. Me explico: qu¨¦ ha pasado con la generaci¨®n de cineastas que me preced¨ªa. Y finalmente pienso habitualmente que el cambio es m¨¢s profundo: va a afectar a la narrativa, aunque a¨²n no s¨¦ c¨®mo. Algunas cosas pasar¨¢n de moda, otras se quedar¨¢n". Y el cineasta acaba meditando sobre los miedos actuales de la industria, aplanada creativamente: "?Qu¨¦ ha pasado con el cine de autor europeo? ?Qu¨¦ importancia ten¨ªa antes el cine como fen¨®meno cultural y por qu¨¦ ahora ya no la tiene? ?Por qu¨¦ s¨ª vemos muchas horas de series del tir¨®n y no queremos estar sentados m¨¢s de 120 minutos en una sala? ?C¨®mo podemos corregir todo esto?".
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