Ecovisionarios del mundo se re¨²nen en Lisboa para salvar la Tierra
Decenas de artistas y arquitectos se enfrentan a los fen¨®menos del cambio clim¨¢tico en la mayor exposici¨®n del MAAT de Lisboa
En medio de un paisaje muerto de Tejas, ondea una t¨¦trica bandera que en lugar de barras y estrellas lanza chorros negros de humo. El lugar se llama Spindletop, all¨ª mismo naci¨® en surgi¨®, el 10 de enero de 1901 el primer gran pozo petrol¨ªfero. Su abandono actual le sirve al artista irland¨¦s John Gerrard para denunciar la dram¨¢tica situaci¨®n del planeta.
Gerrard es uno de la cincuentena de artistas y arquitectos que en el MAAT de Lisboa, conjuntamente con centros art¨ªsticos de Espa?a, Suiza y Suecia lanzan a la vez sus particulares visiones cr¨ªticas o sus soluciones ante las transformaciones ambientales que sufrimos.
¡°Quiz¨¢s no ser¨¢ la exposici¨®n m¨¢s elogiada o visitada, pero sin duda es la m¨¢s ambiciosa de la historia del MAAT¡±, explica Pedro Gadanho, uno de sus comisarios. ¡°Trata el tema m¨¢s importante al que se enfrenta la humanidad, el cambio clim¨¢tico. Es una exposici¨®n-manifiesto, de denuncias pero tambi¨¦n de propuestas¡±.
Desde la invenci¨®n de la m¨¢quina de vapor, la actividad humana ha afectado a la Tierra. Los cient¨ªficos le llaman la era del Antropoceno
Ecovisionarios: arte y arquitectura despu¨¦s del Antropoceno expone decenas de trabajos multidisciplinares, del grafismo a la ingenier¨ªa, para criticar y denunciar la destrucci¨®n de la naturaleza pero tambi¨¦n para proponer soluciones que ayuden a los humanos a subsistir. ¡°Desde la invenci¨®n de la m¨¢quina de vapor, la actividad humana ha afectado significativamente a la Tierra. A este periodo en que vivimos, los cient¨ªficos le llaman la era del Antropoceno¡±, explica la comisaria Mariana Pestana.
La muestra se organiza en cuatro secciones, Desastre, Coexistencia, Extinci¨®n y Adaptaci¨®n. No es un relato cronol¨®gico de la situaci¨®n, sino una distribuci¨®n de las obras seg¨²n su tem¨¢tica. En Desastre, junto al v¨ªdeo desolador de la Western flag de Gerrard, que huele al denostado oro negro, se exponen las consecuencias de las minas de litio, esas del futuro limpio de las bater¨ªas de los coches el¨¦ctricos.
Cuando parece que estamos condenados al suicidio, en Coexistencia, el estudio de arquitectura de Andr¨¦s Jaque da alguna esperanza con sus instalaciones de agua basadas en la purificaci¨®n y reciclaje de este recurso natural cada d¨ªa m¨¢s escaso.
La artivista brit¨¢nica de nacimiento, pero colombiana de vida, Carolina Caycedo, denuncia el impacto de las presas en las vidas de las comunidades que habitan en los m¨¢rgenes de los r¨ªos afectados, como el Yuma o el Yaqu¨ª. En esta coexistencia dif¨ªcil, Forest Law, de Ursula Biemann y Paulo Tavares, recuerdan la hist¨®rica victoria del reconocimiento al Amazonas de derechos jur¨ªdicos. Ante un atentado, la selva puede acudir a los tribunales.
Extinci¨®n nos recuerda las especies que han desaparecido y que siguen desapareciendo cada d¨ªa y que solo es cuesti¨®n de tiempo que le llegue al hombre, por listo que se crea. Es verdad que unos arquitectos portugueses han ideado una especie de cuba-ducha que garantiza la autosuficiencia humana aprovechando los propios detritus y que el checo Kristof Kintera expone collages y pinturas de plantas extra?as nacidas de la promiscuidad con cables y pl¨¢sticos. Despu¨¦s de matar la naturaleza con la fabricaci¨®n de pl¨¢sticos estos mismos pl¨¢sticos son capaces de crear nuevos seres mitad cable mitad berza, como la inquietante Cerebrum Asphaltum.
La brit¨¢nica Alexandra Daisy Ginsberg es m¨¢s pr¨¢ctica, en Designing for the sixt extinction trabaja con bioingenieros, biolog¨ªa sint¨¦tica e inteligencia artificial para crear sus propias especies que le permitan sobrevivir a la extinci¨®n de los bosques. El calentamiento global nos acerca a la Sexta Glaciaci¨®n. Ya vimos en la pel¨ªcula Ice age lo mal que lo pas¨® la ardillita Scrat para sobrevivir. Los mamuts murieron, los dinosaurios tambi¨¦n, desaparecen los animales que m¨¢s consumen, como elefantes, rinocerontes y tigres, ergo somos los siguientes en la lista fat¨ªdica. El equipo de Rimini Protokoll coloca al visitante delante de un acuario lleno de medusas. La voz de un bi¨®logo nos explica que ellas viven desde hace 500 millones a?os, que ellas seguir¨¢n ah¨ª y nosotros no. ¡°El motivo de su supervivencia es que necesitan muy poquito para vivir y reproducirse¡±, explica el alem¨¢n Daniel Wetzel. ¡°El hombre es un depredador, un gran consumidor de energ¨ªas. La finalidad de nuestros trabajos es plantear el arte como un medio de pensar en lo que nos rodea y procurar un cambio de nuestros comportamientos¡±.
Si hay extinci¨®n, la alemana Regina Frank opta por ponerse encima todo como una Divina Comedia. ¡°Es un enorme tapiz en pl¨¢stico reciclable con todos los fen¨®menos naturales, a un lado los buenos, al otro los malos; nos lo podemos colocar encima, como si fuera nuestra piel para nunca olvidarnos de d¨®nde venimos¡±.
Quiz¨¢s el ser humano ha llegado hasta aqu¨ª por su capacidad de adaptaci¨®n a las circunstancias m¨¢s adversas. Adaptaci¨®n es la ¨²ltima parte de la muestra, donde los artistas proponen nuevas formas de vivencia y nuevas estructuras sociales. Los arquitectos de Design Earth se replantean redise?ar el planeta y The Center for Gastronomy Genomic nos avisa que los platos de cuchara est¨¢n condenados, pero que tendremos supositorios al gusto. Dunne and Raby se dedican a dise?ar nuevos sistemas digestivos adaptados a lo que nos viene m¨¢s parecidos al del ruise?or que al de Schwarzenegger.
El ej¨¦rcito de ecovisionarios instalado en el MAAT lisboeta nos advierte que el final est¨¢ cerca, que cada vez vuelan menos mariposas en el campo, pero que hay soluciones, que a¨²n estamos a tiempo, y por eso nos gritan a su manera: ?Antropoc¨¦nidos del mundo, despertad!
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