¡°Cuanto m¨¢s soez es el poder, m¨¢s debes cuidar el lenguaje¡±
Juan Tall¨®n novela el esplendor y declive de una Espa?a marcada por la corrupci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica en ¡®Salvaje Oeste¡¯
¡°Advertencia: Este libro es una obra de ficci¨®n. Nada de lo que narra sucedi¨® en la realidad. Sus personajes no se corresponden con ninguna persona, viva o muerta (...)¡±. As¨ª comienza la novela Salvaje Oeste. A continuaci¨®n, desfilan por sus p¨¢ginas empresarios y pol¨ªticos que hacen negocios en el palco del Santiago Bernabeu; un presidente de Gobierno del ¡°Partido Conservador¡± que por fin alcanza el poder tras rozarlo en las anteriores elecciones; un director de peri¨®dico adicto a calcetines llamativos; una alcaldesa tan taimada como popular; un periodista de vuelta de todo que investiga; una caja de ahorros que sigue a pies juntillas las ¨®rdenes gubernamentales; una televisi¨®n p¨²blica que hace lo mismo...
¡°Quer¨ªa hacer una novela muy coral, para que la percepci¨®n fuera del poder total, no solo pol¨ªtico¡±, explica Juan Tall¨®n (Ourense, 1975), el autor de Salvaje Oeste que acaba de publicar Espasa. ¡°Quer¨ªa captar el momento en que la pol¨ªtica se confunde con los negocios y el placer, y eso ocurre sobre todo cuando la econom¨ªa pasa un buen momento. Al final, he construido un pa¨ªs en el que el poder est¨¢ unido en una novela que transcurre en su mayor parte en Madrid. Hace tiempo que quer¨ªa contar una historia de esplendor, hegemon¨ªa y finalmente declive. Podr¨ªa ser sobre un personaje o de un clan, pero opt¨¦ por un pa¨ªs¡±.
Para ello, el escritor gallego ha roto con su pasado, con sus libros literarios, sus referencias a C¨¦sar Aira, a Roberto Bola?o o Juan Carlos Onetti, para meterse en el fango de la complicidad pol¨ªtica, econ¨®mica y period¨ªstica.
?Se ha documentado hablando con pol¨ªticos, asesores, empresarios? ¡°Ha habido un proceso de documentaci¨®n para saber c¨®mo ocurrieron las cosas, cu¨¢l era la l¨®gica. Llegado el momento de escribir, hubo una desdocumentaci¨®n. La realidad solo deb¨ªa servirme de ejemplos, para luego seguir mis propias estrategias literarias. Un gran reto era que no acabase convirti¨¦ndose en una cr¨®nica period¨ªstica. No hable con pol¨ªticos ni empresarios, pero s¨ª he tenido contacto con el mundo de la prensa y de la pol¨ªtica y viv¨ª la ¨¦poca del poder en Galicia de Manuel Fraga y de Jos¨¦ Luis Baltar [expresidente de la Diputaci¨®n de Ourense] en mi provincia¡±, comenta.
Tall¨®n, colaborador actual de EL PA?S, entre otros medios, trabaj¨® siete a?os como redactor en La Regi¨®n de Ourense. Tambi¨¦n se dedic¨® un tiempo a la comunicaci¨®n pol¨ªtica en un departamento de la Xunta de Galicia y en otra etapa escribi¨® discursos para el exministro socialista de Justicia, Francisco Caama?o. Redacta tambi¨¦n art¨ªculos sobre f¨²tbol, aunque no sabe muy bien por qu¨¦, porque no se siente ning¨²n experto, solo un aficionado al Atl¨¦tico de Madrid, del que est¨¢ abonado a pesar de vivir en Ourense. Lo dice de manera entrecortada, como intentando ocultar su timidez, mientras salpica sus respuestas con alguna iron¨ªa.
Su novela, de m¨¢s de 600 p¨¢ginas ¡ª¡°?la pudiste leer toda?¡±, pregunta al periodista¡ª, est¨¢ repleta de juegos ling¨¹¨ªsticos y ocurrencias, entre las narraciones descriptivas y los di¨¢logos m¨¢s propios de novela negra entre sus m¨²ltiples personajes. ¡°Una decisi¨®n importante fue c¨®mo iba a narrar unos escenarios cuando los personajes de las ¨¦lites y de la corrupci¨®n tienden a cierta vulgaridad. De ah¨ª la necesidad de cuidar la descripci¨®n, el tono narrativo, cuando m¨¢s vulgar y soez es el mundo del poder, m¨¢s cuidadoso debe ser el lenguaje para captarlo, en el que la corrupci¨®n acaba abri¨¦ndose paso¡±.
El humor, como en la mayor¨ªa de sus escritos, tambi¨¦n est¨¢ muy presente. ¡°En todo momento he tratado de evitar precisamente la s¨¢tira, la farsa. Ahora bien, aun cuando los textos sean dram¨¢ticos es irrenunciable el ejercicio del humor y hay momentos que pueden ser hilarantes. Nuestra vida est¨¢ cosida con esos materiales¡±.
Algunos materiales y personajes de la novela son muy identificables para el lector espa?ol. ¡°La novela abarca 14 a?os. He huido de los referentes temporales porque me permit¨ªa mucha libertad y me permit¨ªa borrar pistas, aunque es inevitable que el lector recree e imagine qui¨¦nes son los correlatos de los personajes, aunque percibir¨¢ que muchos de ellos est¨¢n hechos de muchas personas. Tal vez sea un encanto de la novela¡±.
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Autor: Juan Tall¨®n.
Editorial: Espasa (2018).
Formato: versi¨®n kindle y tapa blanda (624 p¨¢ginas)
Babelia
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