Dispositivos para la afecci¨®n

Ella, Olga Mesa (Avil¨¦s, 1962), lleva un vestido rojo a juego con sus zapatos, tambi¨¦n rojos. ?l, Francisco Ruiz de Infante (Vitoria, 1966), viste pantal¨®n oscuro y camisa blanca de manga larga bajo chaleco negro. Rojo, blanco y negro son los colores de uniforme de artista, como tambi¨¦n de la imagen gr¨¢fica de esta exposici¨®n como ¡°¨®pera muse¨ªstica¡±. El vestuario es un elemento esencial en el teatro, y la teatralidad en Carmen // Shakespeare. Presagios del deseo se pretende desde la concepci¨®n de un laberinto de ¡°zonas¡± a explorar. En ellas, el amor es un campo de batalla; demarcaciones de frotamiento y confrontaci¨®n pasional m¨¢s que umbrales para el romance. Las referencias literarias y po¨¦ticas de los Sonetos de amor, de Shakespeare, y el personaje de Carmen de M¨¦rim¨¦e y Bizet se entremezclan con la cotidianidad de una casa de campo donde fregaderas e invernaderos son recept¨¢culos de la monoton¨ªa reconvertida en excepci¨®n. Todo el material del trastero desplegado por las salas del museo. En medio de este caos planificado, un c¨²mulo de tr¨ªpodes y c¨¢maras, tramoyas, esc¨¢neres, espejos, parpadeos y cambios de escala.

Esta exposici¨®n es el resultado in progress del d¨²o que compone la compa?¨ªa Hors Champ / Fuera de Campo. La propuesta participa de la espacializaci¨®n que la danza y la coreograf¨ªa adoptan a menudo en su contacto con el ¡°cubo blanco¡±. Esta dramatizaci¨®n de la instalaci¨®n art¨ªstica se al¨ªa con la suma de temporalidades del v¨ªdeo en sus distintas configuraciones: registro directo, delay, circuito cerrado¡­ La instalaci¨®n art¨ªstica, de la que Ruiz de Infante fue precursor en los noventa, deja paso a una fusi¨®n de g¨¦neros y disciplinas entre el audiovisual, la danza y las artes esc¨¦nicas. ?Una obra de arte total wagneriana? El dilema sobre qu¨¦ hacer con los cables sueltos de los aparatos electr¨®nicos en las instalaciones se convirti¨® hace tiempo en convenci¨®n indisimulada. Esa misma informalidad del cableado es ahora material para el dibujo espacial; la estetizaci¨®n de la instalaci¨®n.

Por su parte, la prolongaci¨®n del brazo del bailar¨ªn es aqu¨ª la c¨¢mara de v¨ªdeo para la core¨®grafa Olga Mesa; una extensi¨®n que modifica las dimensiones del tiempo-espacio y la llena de reflejos y reverberaciones. El t¨¦rmino tinglado, en tanto tablado armado y ligero de artificio, es aqu¨ª pertinente. Esta disoluci¨®n de las jerarqu¨ªas entre disciplinas pone en el centro el rol constitutivo del espectador. La presencia de las artes esc¨¦nicas y la instalaci¨®n en los museos se ha visto reforzada por el paradigma de la interacci¨®n en la est¨¦tica relacional y la disoluci¨®n de la ¡°cuarta pared¡± en el teatro. Son nuevas reglas asumidas.

Pero m¨¢s que espectador en singular hay siempre espectadores. Hay aqu¨ª una intenci¨®n testeada por la psicolog¨ªa conductista de B. F. Skinner, esto es, una pretensi¨®n de sobreestimulaci¨®n del usuario en aras de una modificaci¨®n de su comportamiento; entre est¨ªmulos agradables o desagradables, aversi¨®n y sorpresa. El condicionamiento del conductismo era tan b¨¢sico que funcionaba incluso con formas de vida vegetales y con sistemas nerviosos animales. Las met¨¢foras del mundo animal, a las que Ruiz de Infante recurre a veces, encuentran aqu¨ª una dimensi¨®n humana. La pregunta es si los espectadores est¨¢n dispuestos a entregarse al experimento conductista. O, tal vez, si quieren ser testigos de una discusi¨®n de pareja, por muy ficcionalizada que est¨¦. En tanto m¨¢quinas para la afecci¨®n, estos dispositivos tecnol¨®gicos son tambi¨¦n dispositivos foucaultianos (en tanto met¨¢foras del juego de poder y dominaci¨®n en las relaciones humanas). ¡°El amor y el deseo pueden tener exceso¡±, escribi¨® Spinoza. He aqu¨ª una prueba. Tambi¨¦n dijo que ¡°personas diferentes pueden ser afectadas por un solo y mismo objeto de manera diferente¡±.

Carmen // Shakespeare. Presagios del deseo. Olga Mesa y F. Ruiz de Infante. Artium. Vitoria. Hasta el 1 de mayo.