¡®P¨¢jaros de verano¡¯, la pel¨ªcula colombiana que inaugura la Quincena de Realizadores en Cannes

Ciro Guerra y Cristina Gallego, los primeros cineastas colombianos nominados al Oscar por El abrazo de la serpiente (2016), se han ido a rodar su nueva pel¨ªcula al desierto de La Guajira. Llegaron hasta el norte de Colombia para recordar la bonanza marimbera. El cap¨ªtulo del narcotr¨¢fico que se escribi¨® en los setenta, cuando los Cuerpos de Paz de Estados Unidos desplegados en el pa¨ªs contribuyeron a la exportaci¨®n de toneladas de marihuana. Esperaban encontrar la versi¨®n aut¨®ctona de El Padrino. Pero P¨¢jaros de verano ha resultado ser la historia de La Madrina. "Una pel¨ªcula de g¨¢ngsters encabezada por una mujer retadora, poderosa e intuitiva", dice la directora. Con este filme se inaugurar¨¢ el 9 de mayo la Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes.

Hasta principios de mayo nadie podr¨¢ ver la pel¨ªcula. Pero los realizadores han decidido hablar antes de tiempo en Bogot¨¢ para mandar dos mensajes. El primero tiene que ver con la historia de la familia de etnia way¨²u, mayoritaria en esta regi¨®n de Colombia, que protagoniza P¨¢jaros de verano. Representan una tragedia nacional contada desde la perspectiva de una madre que, por el momento, lanza esta afirmaci¨®n: "?Sabes por qu¨¦ soy respetada? porque soy capaz de cualquier cosa por mi familia y mi clan".

Es la protagonista la que lidera una pel¨ªcula que pretende marcar un hito en el cine de Colombia. "No estamos satisfechos con la representaci¨®n del narcotr¨¢fico en el arte colombiano", dice Guerra. "Tenemos una deuda hist¨®rica con nuestro propio espejo, con nuestras historias m¨¢s dolorosas", contin¨²a Gallego.

Los cineastas han hecho la cuenta para responder cuando les preguntan: ?Otra pel¨ªcula de narcos? "De los 400 largometrajes hechos en Colombia, se pueden contar con la mano los que tratan de narcotr¨¢fico", asegura Cristina Gallego. Cita t¨ªtulos como Sumas y restas o El arriero. Recuerda que de Pablo Escobar solo se ha hecho una serie. "Narcos no la hicieron los colombianos", apunta. "Nos hemos quedado callados". Por eso, pretenden, que en unos a?os P¨¢jaros de verano se rememore por "sus personajes profundos y entra?ables y porque en Colombia tambi¨¦n se puede hacer una gran pel¨ªcula de g¨¢ngsters".

El tr¨¢iler da algunas pistas de la ¨¦pica que le han imprimido a la pel¨ªcula. Secuencias de acci¨®n en un escenario ¨¢rido sobre el que lucharon contra el clima y las dificultades log¨ªsticas. "Tuvimos que armar un set en el desierto", relata la directora, "reconstruir las rancher¨ªas y las casas donde viven las comunidades way¨²u".

Se rod¨® durante nueve semanas con 2.000 extras, todos locales. "La pel¨ªcula mezcla actores naturales y profesionales", a?ade Gallego. Se combinan, tambi¨¦n, el espa?ol y el wayuunaiki, el idioma de los ind¨ªgenas de La Guajira. "Es esencial que se cuenten las historias en su lengua", opina Ciro Guerra. "Nuestro inter¨¦s es romper las barreras del cine y Colombia puede enriquecer de esta manera la cinematograf¨ªa mundial".?

No es la nueva pel¨ªcula de Ciro Guerra

El segundo mensaje que lanzaron los cineastas es que P¨¢jaros de verano no es la vuelta al cine de Ciro Guerra, es la pel¨ªcula de Guerra y de Cristina Gallego. La misma mujer que ha participado en todas las producciones del director y que, ahora por primera vez, figura tambi¨¦n en el cr¨¦dito de directora.

"A partir de esc¨¢ndalos tan grandes como el que el a?o pasado gener¨® el movimiento me too, estamos volteando lentamente a ver qu¨¦ es lo que tenemos que decir las mujeres, ya que hasta ahora, aunque hemos hablado, no se nos ha escuchado, y se llega a decir que hemos estado pr¨¢cticamente en silencio", dice Gallego sin dejar de recordar a compa?eras como, por ejemplo, Laura Mora, que ha recibido m¨¢s de 20 premios internacionales por su ¨²ltima pel¨ªcula Matar a Jes¨²s. Un n¨²mero similar a El abrazo de la serpiente, pero no ha obtenido el mismo reconocimiento por no haber llegado a la alfombra roja de Hollywood.

El escarnio ha llegado a tal punto en Colombia que el nombre de Cristina Gallego ha desaparecido de los titulares y las noticias que se han escrito desde que se anunci¨® el rodaje de la pel¨ªcula. "No lo veo como un caso aislado, sino como un statu quo contra el que debemos protestar ante el silencio medi¨¢tico", dice la directora.