El barrio m¨¢s marginal de Guayaquil pelea con guantes por una oportunidad

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Los brazos flacos de Anthony Reasco han derribado el muro m¨¢s inquebrantable para un muchacho que naci¨® con el sello de la marginalidad. Metido 15 a?os en uno de los barrios m¨¢s peligrosos de Guayaquil, en Ecuador, donde la violencia de las bandas y la adicci¨®n a las drogas boicotean cualquier oportunidad de borrar ese tatuaje de prejuicios sociales, el chico encontr¨® en unos guantes de boxeo el pasaje al ¨¦xito. Ahora, con 17 a?os, las medallas cuelgan de su cuello, sus m¨²sculos est¨¢n definidos y su rostro y pu?os representan al pa¨ªs en mundiales deportivos.

Pero en 2015 no era m¨¢s que un adolescente aburrido que prefiri¨® escapar de la cosas m¨¢s t¨®xicas de la vida subi¨¦ndose a un ring en una escuela improvisada y construida con ca?as. Est¨¢ invicto. A su lado, Deiver Alias Pach¨ªn Velasco protagoniza la otra cara de la historia. La de quien lo intenta, est¨¢ a punto de lograrlo, pero todo a su alrededor confabula para complicar la escapatoria.

Pach¨ªn y Anthony son alumnos del Jecson El Destructor?Preciado, creador de un semillero de deportistas en la isla Trinitaria de Guayaquil, que ans¨ªa llevar a un grupo de boxeadores a los Juegos Ol¨ªmpicos de 2020. Su historia es real, pero parece una pel¨ªcula.

Las c¨¢maras de Ernesto Yturralde han grabado durante 30 meses las peleas de entrenamiento de la escuela de boxeo Trinibox en esa zona deprimida de Ecuador. Han captado una trama de superaci¨®n personal y barrial que ver¨¢ la luz como documental el pr¨®ximo mes. Pero sin voz en off o narrador. Y sin ese tinte hist¨®rico informativo que aleja a los documentales del p¨²blico en masa. Los creadores de Siguiente round quer¨ªan visibilizar una historia real, en tiempo real, durante dos a?os y medio, con un hilo argumental que le acercara al g¨¦nero de ficci¨®n. El resultado son 82 minutos de lucha contra la marginalidad y la mala vida en uno de los barrios m¨¢s temidos de Guayaquil.

Donde nadie quiere entrar sin resguardo, se meti¨® LaGallera Producciones cuando a¨²n no era ni siquiera un equipo. Una cobertura period¨ªstica en la Isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, sirvi¨® de gancho para lo que ahora es el primer largometraje del director Yturralde y de la productora, Valeria Su¨¢rez.

"Lo m¨¢s dif¨ªcil no fue entrar, pese a que todo el mundo se sorprende de que hayamos grabado ah¨ª porque es una zona estigmatizada de la periferia. Lo que m¨¢s cost¨® superar fue la desconfianza de la gente que vive en ese sector. Preguntaban que por qu¨¦ film¨¢bamos tanto. Por qu¨¦ un a?o, por qu¨¦ otro a?o...". ?Por qu¨¦ tanto tiempo? "Porque no es un documental convencional. Es no ficci¨®n narrativa y quer¨ªamos escenas genuinas frente a la c¨¢mara. Tuvimos mucha paciencia para que nuestra presencia pasase desapercibida y poder captar la esencia, la naturalidad del barrio, de las peleas y de Anthony y Pach¨ªn", explica el director. Su colega productora, le respalda:"No quer¨ªamos un narrador que explique las secuencias. Es un proyecto que bordea los l¨ªmites entre documentar la realidad y crear una historia nueva. Lo que queremos es llevar al p¨²blico al cine y romper con la idea de que el documental tiene que ser hist¨®rico o informativo".

Siguiente round se estrenar¨¢ en el Festival EDOC, Encuentros de Otro Cine, dedicado a los documentales, que se celebra del 9 al 20 de mayo entre Quito, Guayaquil y Cotacachi. Sus 120.000 d¨®lares de inversi¨®n se consiguieron con fondos p¨²blicos para la posproducci¨®n y con aportes privados. "Ten¨ªamos la idea de que cuanto m¨¢s tiempo visibiliz¨¢ramos el proyecto, m¨¢s pod¨ªamos ayudar a transformar la convivencia en esos barrios conflictivos. Y creo que lo hemos hecho. Por ejemplo, hay empresas que quer¨ªan hacer donaciones a la escuela a trav¨¦s de nosotros. Figuran como patrocinadores nuestros pero el dinero no fue para la pel¨ªcula sino para el barrio", explica Yturralde. El festival ecuatoriano es la primera parada, pero LaGallera Producciones tiene planes de presentar el documental en otras convocatorias y otros pa¨ªses. Entre tanto, ya tienen en mente nuevos proyectos y, por lo que cuentan, mantendr¨¢n el mismo sello social.