?Qu¨¦ bien torea Pepe Moral!
El diestro cort¨® dos orejas a un lote de toros de Miura sosos y nobles
Miura / Escribano, Moral mano a mano
Toros de Miura ¡ªel quinto como sobrero¡ª muy bien presentados, cumplidores en el caballo, blandos, sosos y descastados; muy noble el cuarto.
Manuel Escribano: estocada trasera y ca¨ªda y tres descabellos (ovaci¨®n); estocada y dos descabellos (ovaci¨®n); media tendida, cinco descabellos y el toro se echa (ovaci¨®n).
Pepe Moral: estocada (oreja); estocada (oreja); pinchazo y estocada (ovaci¨®n).
Plaza de la Maestranza. Decimotercera y ¨²ltima corrida de la Feria de Abril. 22 de abril. M¨¢s de tres cuartos de plaza. Se guard¨® un minuto de silencio en memoria del banderillero Jos¨¦ Rodr¨ªguez, El P¨ªo, fallecido el s¨¢bado.
Si no cambian las expectativas taurinas de Pepe Moral, es que el llamado sistema ha decidido definitivamente acabar con la fiesta de los toros m¨¢s pronto que tarde. Si a partir de ahora el tel¨¦fono sigue sin sonar, es que la mafia taurina sigue siendo una m¨¢quina bien engrasada y dispuesta a hacer lo humanamente posible para que el poco o mucho dinero que entre por las taquillas, no se aparte de los bolsillos de los cuatro privilegiados a los que representa.
Porque hay que ver lo bien que torea Pepe Moral, el buen concepto que desprende con capote y muleta, la hondura, el aroma y el buen gusto que destila, y c¨®mo le trabaja la cabeza delante de los toros. Un torero as¨ª tiene que funcionar, debe estar en las ferias y no se lo puede perder esta tauromaquia actual tan mon¨®tona y aburrida.
La corrida de Miura, bien presentada y en el tipo acostumbrado, no facilit¨® el triunfo; cumplidores todos los toros en el caballo, demostraron escasez de fuerza y de casta y exceso de soser¨ªa, lo que no fue impedimento para que Moral pusiera encima de la mesa toda su vocaci¨®n y ambici¨®n para inventarse una faena ante su primero y lucirse de verdad ante el cuarto, tan noble como sos¨®n. Pero cuando un torero encierra hondura y aroma, cuando sabe torear de verdad, cualquier momento es oportuno para que surja la emoci¨®n.
Y surgi¨® ante el noble cuarto, un miura bondadoso y corto recorrido, al que Moral entendi¨® a la perfecci¨®n, acert¨® en las distancias y los terrenos, y tore¨® por ambas manos con templanza y? prestancia. Su labor lleg¨® con rapidez a los tendidos, que siguieron con inter¨¦s una labor que fue ganando en intensidad hasta la estocada final. Le pidieron las dos orejas y se le concedi¨® justamente una.
Hab¨ªa paseado otra tras la muerte del segundo y no la mereci¨®. Ciertamente, la petici¨®n fue minoritaria, lo que viene a confirmar que ser¨ªa bueno que los presidentes aunaran criterios para evitar tantos errores continuados. No mereci¨® el trofeo, pero aprovech¨® de cabo a rabo las escasas posibilidades de un toro que embest¨ªa sin ilusi¨®n ni ganas. Le rob¨® muletazos sueltos de enorme calidad y una preciosa trincherilla con la que puso punto final a una tanda de esforzados y vistosos naturales.
Nada pudo hacer ante el sexto, quiz¨¢ el m¨¢s inc¨®modo del encierro, que embest¨ªa a cabezazo limpio. Se luci¨® a la ver¨®nica en los tres toros, y su banderillero Jos¨¦ Chac¨®n clav¨® un par extraordinario al ¨²ltimo de la tarde.
No tuvo suerte Escribano, todo coraz¨®n y entrega en los tres tercios. Recibi¨® a tres toros ¡ªentre ellos, el que fue devuelto por inv¨¢lido¡ª de rodillas en los medios; y en total ejecut¨® seis largas cambiadas, por tres de su compa?ero, que tambi¨¦n se fue a toriles en su segundo. Veronique¨® Escribano con soltura toda la tarde, banderille¨® con m¨¢s decisi¨®n que brillantez y super¨® con dignidad las muchas dificultades de su lote: deslucido el primero, parado e inservible el segundo y muy dificultoso el tercero.
La feria acab¨® entre rel¨¢mpagos y truenos de una tormenta lluviosa, m¨¢gico final para un ciclo con muchas m¨¢s sombras que luces.
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