Fallece el cazador de im¨¢genes Eugeni Forcano

Los grandes mueren en d¨ªas grandes. Le ocurri¨® a Josep Pla que falleci¨® tal d¨ªa como ayer de 1981 y a Joan Mir¨® un d¨ªa de Sant Esteve de 1983. Tambi¨¦n le ha ha ocurrido a Eugeni Forcano. En la madrugada de este lunes, festividad de Sant Jordi, un d¨ªa en el que todo el mundo celebra el d¨ªa del libro y de los escritores, sus im¨¢genes se colaron de una forma luctuosa para anunciar que hab¨ªa fallecido a los 92 a?os de edad en su Canet de Mar natal.

¡°Son magn¨ªficas, insuperables. No necesitan en absoluto el menor comentario, porque son tan directas, contienen una dosis de expresividad tan elevada, producen un impacto en el observador tan puntiagudo, que no hay necesidad de poner una nota explicativa cualquiera a pie de p¨¢gina¡±. As¨ª defini¨® Josep Pla las im¨¢genes que hab¨ªa realizado Forcano en 1960 y a las que ten¨ªa que a?adir un comentario para publicarlas en la revista Destino. De este escritor realiz¨® unas magistrales fotograf¨ªas en las que el humo de su inseparable pitillo escrib¨ªa formas geom¨¦tricas en el aire mientras le cubr¨ªan parte de su rostro.

Forcano, de formaci¨®n autodidacta, comenz¨® a trabajar en 1960 para Destino, despu¨¦s de ganar un concurso que convocaba esta influyente revista y tras llamarlo para trabajar el propio Pla y N¨¦stor Luj¨¢n. Con Destino colabor¨® hasta 1974 y firm¨® muchas de sus portadas. Libre de formaci¨®n, Forcano no se adscribi¨® a ning¨²n grupo ni generaci¨®n ya que supo encontrar su propia l¨ªnea de trabajo. ¡°No me he relacionado porque no ten¨ªa tiempo, ten¨ªa que pencar y no pod¨ªa ir a Boccacio, como otros. Me entregaba a mi trabajo porque lo hac¨ªa con mucha pasi¨®n¡±, explic¨® en 2012.

Forcano era un hombre entra?able, de conversaci¨®n r¨¢pida, sobre todo cuando explicaba su trabajo, con el que era evidente que disfrutaba y mucho. Recordaba cada una de las circunstancias en las que hizo sus im¨¢genes, las esquinas y las plazas y las personas que aparecen en sus fotos, aunque haya pasado m¨¢s de medio siglo. Simp¨¢tico, coqueto, atractivo y pulcro; luc¨ªa siempre un peque?o bigote perfectamente pulido y un chaleco brillante de flores que le daban un aspecto eternamente jovial. Sus fotograf¨ªas tienen la belleza de la anticipaci¨®n, la capacidad de atrapar un instante preciso sin que las personas se percaten de la presencia del fot¨®grafo, como si hubiera congelado la vida en el tiempo.

Lo consegu¨ªa con su c¨¢mara Rollei de visor superior que le permit¨ªan captar situaciones sin despertar suspicacias. Por su visor pasaron monjas con tocados imposibles, polic¨ªas de uniformes, turistas ataviados a la ¨²ltima, curas con enormes sotanas, ni?os jugando en las calles, adultos en m¨²ltiples actividades cotidianas, que parecen no percatarse de la presencia de alguien extra?o que les interrumpe; adem¨¢s de elementos del paisaje urbano como coches, tiendas, fiestas.

M¨¢ximos galardones

Forcano obtuvo en vida los m¨¢ximos galardones a los que puede aspirar un fot¨®grafo espa?ol: era poseedor del Ciutat de Barcelona en los a?os 1963 y 1976, la Medalla de Oro al M¨¦rito Art¨ªstico en 2009 y en 2012 el Nacional de Fotograf¨ªa que concede el Ministerio de Cultura. Cuando recibi¨® el premio le gustaba contar c¨®mo pensaba que uno de los telegramas de felicitaci¨®n era de su amigo Juan Carlos, pero descubri¨® que se trataba del rey em¨¦rito cuando vio que el nombre de su mujer era Sof¨ªa y eso no le cuadraba.

En 2005 el Palau de la Virreina le dedic¨® una antol¨®gica por toda su obra; en 2010 en Barcelona expuso 130 im¨¢genes en las que esta ciudad era la protagonista y hasta el 20 de mayo puede verse en el Palau Solterra que la Fundaci¨®n Vila Casas tiene en Torroella de Montgr¨ª la exposici¨®n La vida atrapada al vol (La vida atrapada al vuelo) con una selecci¨®n de sus fotograf¨ªas y sus trabajos experimentales. Ser¨¢n las ¨²ltimas fotograf¨ªas expuestas en vida de este enorme Forcano, pero siempre quedar¨¢n sus fotograf¨ªas publicadas en libros y revistas y su eterna jovialidad.