¡®MasterChef 6¡¯: el sabor de siempre para bien y para mal
Arranca la nueva temporada del 'talent show' de TVE ofreciendo el mismo men¨²
Las carnes hay que tomarlas al punto. ¡°Rosaditas¡±, dec¨ªan anoche los jueces de MasterChef, Samantha Vallejo-N¨¢gera, Jordi Cruz y Pepe Rodr¨ªguez. El talent show ha vuelto con su sexta temporada a TVE, que ha visto el rendimiento del formato e intentar tener siempre tiene uno en parrilla. MC tiene su p¨²blico. No solo lleva seis a?os en antena, sino que adem¨¢s ha generado secuelas: dos spin off (Junior y Celebrity) y un reboot (Maestros de la costura, que cambiaba aspirantes por aprendices y espumaderas por agujas). Todos ellos hacen gala de una estructura y ritmo semejantes: tres jueces con (algo de) qu¨ªmica, un grupo de apasionados por un oficio, y un dilatado ritmo dividido en tres actos (pruebas). Todos han tenido (cierto) ¨¦xito. Por eso el retorno del programa iba a ser como todos esper¨¢bamos: previsible y largo. Pero tambi¨¦n efectivo y con momentos entretenidos.
Para evidenciar el magnetismo de sus cocinas, la primera prueba (la individual) narr¨® la pelea por el codiciado delantal blanco, el que permite entrar para intentar conseguir el t¨ªtulo. Quedaban 30 de las 23.000 personas que se presentaron al casting. Solo 15 se convertir¨ªan en aspirantes. Cocinaron en tandas y se fueron repartiendo los delantales a golpe de ¨¦pica -estilo la banda sonora de El Se?or de los Anillos- y salpimentados con repetitivos toques de humor por parte del jurado.
Los casting en Espa?a se han convertido en un g¨¦nero en s¨ª mismos. Son una manera barata de alargar la emisi¨®n. Este no iba a ser menos: una se?ora de 71 a?os (¡°Estoy estupenda, no tengo barriga¡±, se presenta Loli); uno de veintitantos que ya se hab¨ªa operado una decena de veces (y decidi¨® cont¨¢rselo a los jueces se?alando d¨®nde se hab¨ªa pinchado b¨®tox); una mujer de origen ruso, que vive en Gij¨®n, que se llama Oxana y con mucha energ¨ªa; un chaval que, siendo sincero por encima de sus posibilidades, le dijo a Samantha que era la ¡°menos mejor¡± de los jueces (Samantha vot¨® que entrase y Jorge pas¨® en el ¨²ltimo momento con la promesa de enmendar sus maneras); un autobusero de la Empresa Municipal de Transporte de Madrid, que se hab¨ªa presentado a todos los castings y que nunca hab¨ªa conseguido llegar a las cocinas (esta vez entr¨®; se llama Ram¨®n y ya nos cae bien). Su jefe, el gerente de la EMT de Madrid, le felicit¨® por Twitter.
Las redes -y la segunda pantalla- se han vuelto indispensables en estos programas. Para la tele en general; anoche, los cinco temas que m¨¢s mensajes concentraban en Twitter eran otros tantos programas que se estaban emitiendo en ese momento. Lideraba #MasterChef. Conscientes de que estos canales consolidaron Operaci¨®n Triunfo y le dieron una segunda vida online, los aspirantes no dejaron de escribir mensajes en relaci¨®n al programa.
El primer viaje de la nueva temporada del programa fue a Segovia. Ah¨ª, los equipos rojo y azul tuvieron que elaborar dos platos cada uno para deleitar a un centenar de comensales. En esa primera prueba de equipos ya se fueron intuyendo los perfiles de los aspirantes: el bonach¨®n, la inquieta, el prepotente, la listilla, la ideal, el jipi, el buenorro, la t¨ªmida... Todo en su justa medida para que no se altere la receta. En medio de la competici¨®n, -?oh, sorpresa!- tres personas cambian de equipo: ¡°Elige a los tres que te parezcan un lastre¡±, espoleaban los jueces. Surgieron las primeras asperezas. Sobre todo en el equipo de Jon -otro repetidor; hab¨ªa intentado entrar en dos convocatorias anteriores-, el que perdi¨®: sus ocho componentes cambiaron el delantal blanco por el negro. Uno de ellos iba a entrar y salir de las cocinas de M¨¢ster Chef en el mismo d¨ªa.
El reto eliminatorio consist¨ªa en preparar un plato (ovolacteo) vegetariano y sin sal: ¡°Es recomendable comer 400 gramos de verduras al d¨ªa y los espa?oles estamos lejos de esa cifra¡±, avisaba Samantha de Espa?a, que no pudo evitar hacer su recurrente ¡°Saaabor¡±. Cruz, Rodr¨ªguez y Eva Gonz¨¢lez tambi¨¦n tienen sus vicios. Normal por otro lado pues llevan mucho tiempo haciendo lo mismo (todos ellos tambi¨¦n est¨¢n en Junior y Celebrity) y tienen que llenar casi tres horas de tele sin anuncios (el cap¨ªtulo empez¨® en torno a las 22.30 y acab¨® pasadas la 1.15). Tras la prueba, tres se jugaban la eliminaci¨®n.
Pero en lugar de deliberar y revelar a continuaci¨®n qui¨¦n era el expulsado -en un inesperado y sopor¨ªfero giro de la trama- decidieron sacarse una ¨²ltima competici¨®n de la manga para decidir a quien expulsaban. Un cuscus con micropart¨ªculas de calabaza hizo caer a Fernando. A nadie le import¨® mucho. Es pronto para tener favoritos y repudiados. Pero llegar¨¢n como en todas las ediciones. MasterChef sabe lo que quiere el p¨²blico cuando se sienta a su mesa. Por eso siempre ofrece el mismo men¨²: corren el riesgo de aburrir a parte de su p¨²blico, pero saben que los clientes de toda la vida piden ¡°lo de siempre¡±.
Hablando de men¨²... Aviso para masterchefers: por si no hay suficiente con la dosis de 180 minutos semanales, durante 13 semanas, desde el programa anunciaron que acaban de abrir el restaurante MasterChef en Madrid. Una nueva atracci¨®n.
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