Paul Yoon: la obsesi¨®n literaria de un ¡®outsider¡¯ solitario

La vida de Paul Yoon (Nueva York, 1980) se ha desarrollado en los m¨¢rgenes, en los caminos silenciosos, en cierta forma de soledad. Outsider de vocaci¨®n, hijo de una familia asi¨¢tica, ajeno a los c¨ªrculos literarios acad¨¦micos, Yoon ha sorprendido a p¨²blico y cr¨ªtica con tres libros que son peque?os solo en tama?o. Con su recopilaci¨®n de relatos Once the Shore se puso en el radar de la prensa especializada y con su primera novela, Cazadores de las nieves (que en Espa?a publica Nocturna con traducci¨®n de Teresa Lanero) gan¨® el premio de ficci¨®n Young Lions.

Yoon atiende a EL PA?S desde Nueva York y en todo lo que dice hay algo de poes¨ªa y algo de magia. Sus respuestas se parecen, quiz¨¢s porque esta entrevista se realiz¨® mediante un cruce de correos electr¨®nicos, a sus libros.¡°Era una especie de solitario por vocaci¨®n. Mi familia se mudaba mucho, as¨ª que siempre est¨¢bamos de un lado para otro, lo que hace muy dif¨ªcil invertir en algo importante como la amistad o las ra¨ªces. Por eso creo que es normal que me sienta c¨®modo y como en casa con personajes desubicados. He creado mi propia familia con ellos¡±, cuenta para explicar la g¨¦nesis de su libro.

Fui educado para amar y admirar la gran novela americana, libros que pesaban 20 libras

En Cazadores de las nieves Yohan es un veterano de la Guerra de Corea, machado por un s¨ªndrome de estr¨¦s postraum¨¢tico por aquel entonces no diagnosticado, que decide no volver a casa tras el conflicto y se refugia en Brasil. All¨ª vivir¨¢ una vida sencilla narrada sin adornos por Yoon en una novela breve e intensa; una vida de trabajo, algo de amor, de amistad, de b¨²squeda tranquila de un sentido a todo, de sanaci¨®n de las heridas.

¡°Cuando estaba investigando para mi primer libro me top¨¦ en alguna parte con una l¨ªnea que hablaba de un grupo de prisioneros de guerra norcoreanos que se negaron a volver a casa tras la Guerra de Corea. As¨ª que fueron realojados, creo, en Argentina. Nunca hab¨ªa o¨ªdo hablar de esto ¨Cme parec¨ªa extra?o, bestial e interesante¨C y no encontr¨¦ mucha informaci¨®n. As¨ª que me puse a imaginar. Y as¨ª es como empez¨® el libro. No era consciente de estar escribiendo un libro sobre el trauma o el estr¨¦s post traum¨¢tico pero estaba muy interesado en la fuerza de esta historia¡±, asegura.

Art¨ªsticamente, quer¨ªa explorar c¨®mo convertir algo enorme en algo tan m¨ªnimo como fuera posible

La obra de Yoon encierra una paradoja: es la ant¨ªtesis de la gran novela americana escrita por un fervoroso lector de la gran novela americana. ¡°Fui educado para amar y admirar la gran novela americana, libros que pesaban 20 libras, y tambi¨¦n las grandes novelas inglesas del XIX. Tengo que dejar claro que amo esos libros pero cuando me top¨¦ por primera vez con, digamos, So Long, See You Tomorrow, de William Maxwell o incluso Snow Country de Yasunari Kawabata, encontr¨¦ revitalizante y reveladora esa resistencia a lo ¡®grandioso¡¯. Art¨ªsticamente, quer¨ªa explorar c¨®mo convertir algo enorme en algo tan m¨ªnimo como fuera posible¡±, responde cuando se habla de libros con los que emparenta como Las ocho monta?as, de Paolo Cognetti o Toda una vida, de Robert Sheethaler.

Rutinas que salvan vidas

Parte de la novela se desarrolla en el pasado el campo de prisioneros en el que Yohan pas¨® meses con un amigo que se hab¨ªa quedado ciego. Esta historia terrible tiene su contrapunto esperanzador en forma de dos ni?os vagabundos de Brasil que se cruzan en la vida del protagonista en el tiempo presente. Nada de esto estaba pensado. Tampoco el formato final. ¡°Para ser sincero, cuando estoy escribiendo no tengo claro nunca si escribo una novela o un relato corto. Esta novela simplemente se ha hecho un poco m¨¢s larga. Es decir, me sent¨ª c¨®modo al pensar que esta historia pod¨ªa ir un poco m¨¢s lejos. Pero en mi m¨¢s reciente recopilaci¨®n, The Mountain, tengo historias que son muy largas, y me resulta casi como una novela¡±, cuenta con sencillez un tipo que dice que no piensa en el ¨¦xito y suena real.

Cuando estoy escribiendo no tengo claro nunca si escribo una novela o un relato corto

¡°Me interesa explorar hasta qu¨¦ punto podemos evocar o expresarnos con la m¨¢s m¨ªnima expresi¨®n y, lo que es m¨¢s importante, de la manera m¨¢s precisa posible¡±, insiste, preocupado por ser, en efecto, preciso.

Su vida, sencilla, entre las clases universitarias y la escritura, no ha cambiado mucho y en ella busca, como Yohan, tablas de salvaci¨®n. ¡°No tengo rutina. Escribo cuando puedo. La rutina que necesito estos d¨ªas tiene que ver con mi vida fuera de la literatura. Me gusta salir a correr por la ma?ana. Pasear al perro. Asegurarme de que puedo cenar con mi mujer tantas veces como pueda para as¨ª terminar el d¨ªa juntos. Estas son las bases de mi cordura. Todo lo dem¨¢s resulta tan fren¨¦tico hoy en d¨ªa que solo puedo escribir en la medida en que sea capaz de crear un ritmo alrededor de aquello sobre lo que escribo¡±.