Codas
Daniele Gatti desat¨® y forz¨® el aplauso al frente de la Mahler Chamber Orchestra, ayer en Zaragoza
Las codas pueden convertirse en sucesos relevantes durante un concierto de m¨²sica cl¨¢sica. Hablamos de esas adiciones al final de un movimiento o una composici¨®n. En ellas, unas veces se desata y otras se fuerza el aplauso del p¨²blico. Se confirma el ¨¦xito o se empa?a el camino. Beethoven les otorg¨® un valor esencial. Lleg¨® a la excentricidad de componer una coda que ocupa casi la mitad de todo el movimiento final de su Octava sinfon¨ªa. Schumann, por el contrario, prefiri¨® dotarles de un cariz m¨¢s po¨¦tico y coyuntural. Vio la coda como un oasis de belleza que permite conectar movimientos. Su Primera sinfon¨ªa, ¡°Primavera¡±, es un ejemplo. Y la interpretaci¨®n que dirigi¨® ayer Daniele Gatti al frente de la Mahler Chamber Orchestra (MCO), en el Auditorio de Zaragoza, fue un modelo.
Gatti (Mil¨¢n, 1961), que ostenta desde 2016 la codiciada titularidad del Royal Concertgebouw de ?msterdam, es tambi¨¦n asesor art¨ªstico de la MCO. Con esta orquesta de c¨¢mara, que fund¨® Claudio Abbado en 1997, ha desarrollado ya un proyecto centrado en la integral de las sinfon¨ªas de Beethoven. Ahora lo combina con Schumann, de quien ya dirigi¨® en enero la Sinfon¨ªa Renana junto a la Cuarta de Beethoven de gira por Suiza. La presente tourn¨¦e primaveral por Italia, Espa?a y Alemania incluye la referida sinfon¨ªa estacional de Schumann junto a la S¨¦ptima, de Beethoven, que sonaron en Bilbao (anteayer) y Zaragoza (ayer), pero tambi¨¦n la Novena sinfon¨ªa beethoveniana que Gatti dirigir¨¢ el pr¨®ximo jueves, 26 de abril, a la MCO junto al Orfe¨® Catal¨¤.
El director italiano abri¨® la Primera, de Schumann, con altura de miras. Con ese metal que recita un verso de B?ttger: Im Tale bl¨¹ht der Fr¨¹hling auf! (¡°En el valle florece la primavera¡±). Pero tambi¨¦n con el verdor necesario para alcanzar el allegro molto vivace tras la introducci¨®n. Gatti dirigi¨® la obra con autoridad, pero dejando aire y espacio a esta magn¨ªfica orquesta. Cont¨® con una cuerda estupenda, aunque es en los vientos donde alcanza la excelencia. Y adem¨¢s con numerosos integrantes espa?oles: la flautista Julia G¨¢llego, el clarinetista Vicente Alberola , el fagotista Higinio Arru¨¦, el trompista Jos¨¦ Vicente Castell¨® y el trompetista Luis Gonz¨¢lez, entre otros.
MAHLER CHAMBER ORCHESTRA. Daniele Gatti, direcci¨®n. Obras de Schumann y Beethoven. XXIV Temporada de Grandes Conciertos de Primavera. Auditorio de Zaragoza, 24 de abril.
Cuando el crescendo parec¨ªa anunciar el final del primer movimiento, Schumann nos sorprende con una segunda coda que Gatti y la MCO convirtieron en un himno. Se trataba de un avance del encantador tema del larghetto. Y, de nuevo, al final de ese movimiento escuchamos otro anuncio del tema del scherzo subsiguiente con los tres trombones. El italiano lo subray¨® y enlaz¨® sin pausa. Reinaba la fluidez. De repente, la interpretaci¨®n perdi¨® algo de inter¨¦s en el tercer movimiento durante el segundo tr¨ªo, que son¨® pesante. Pero, a continuaci¨®n, en el allegro animato e grazioso final lleg¨® lo mejor de la velada. Primero en la transici¨®n a la recapitulaci¨®n, donde Gatti par¨® las m¨¢quinas y dej¨® que llegara la noche con esas dos gloriosas trompas y el vuelo estratosf¨¦rico de la flauta de Chiara Tonelli. Y despu¨¦s en la coda final, donde rellen¨® el poco a poco accelerando de tensi¨®n e intensidad, lo que desat¨® el delirio final.
Por desgracia, la S¨¦ptima sinfon¨ªa, de Beethoven, fue otra cosa en la segunda parte. Comenzamos con leves desajustes entre cuerda y madera ya en el inicio. El camino hacia el Vivace parec¨ªa algo encapotado. Tonelli lo despej¨® con su luminoso solo de flauta, pero Gatti se entreg¨® a una ferocidad r¨ªtmica sin h¨¢lito ni tensi¨®n. Qued¨® claro en la elaborada coda de ese movimiento donde el cl¨ªmax no llev¨® a ninguna parte. El popular allegretto fue un mero intermedio. Y en el presto volvieron los barullos; ahora con unos amanerados reguladores din¨¢micos en el tr¨ªo. Para terminar, el allegro con brio final se resume en su coda final. Aqu¨ª Beethoven utiliza, por vez primera en una sinfon¨ªa, la indicaci¨®n fortississimo (fff). Y Gatti la tradujo en un salvaje accelerando que forz¨® un exagerado aplauso final. Humo sin fuego.
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