Muere Abbas, el gran fot¨®grafo de la revoluci¨®n iran¨ª

El aclamado fot¨®grafo franco-iran¨ª Abbas Attar falleci¨® el pasado mi¨¦rcoles en Par¨ªs a los 74 a?os. Abbas, como era conocido profesionalmente, se hizo un nombre con su cobertura de la revoluci¨®n iran¨ª de 1979, lo que le llev¨® a trabajar para la prestigiosa agencia Magnum, de la que se convirti¨® en un pilar, y a ver sus im¨¢genes publicadas en cientos de revistas y peri¨®dicos. A partir de ah¨ª recorri¨® el planeta tratando de explicarlo con sus fotos y sus libros.

¡°Fue maestro de toda una generaci¨®n de fotoperiodistas m¨¢s j¨®venes. Iran¨ª trasplantado a Par¨ªs, [Abbas] era un ciudadano del mundo que document¨® sin parar durante toda su vida: guerras, desastres, revoluciones y levantamientos, y creencias¡±, ha escrito Thomas Dworzak, el actual presidente de Magnum, en la nota con la que la agencia ha anunciado su muerte.

Su curr¨ªculo incluye todos los principales conflictos de los ¨²ltimos cincuenta a?os: Biafra, Bangladesh, Vietnam, Chile, Cuba o la Sur¨¢frica del apartheid, adem¨¢s de Oriente Pr¨®ximo. Primero para las agencias Sipa (1971-1973) y Gamma (1974-1980), y desde 1981 para Magnum, que lleg¨® a presidir en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado. Pero su nombre qued¨® asociado para siempre a la revoluci¨®n de su pa¨ªs que cubri¨® entre 1978 y 1980, antes de tener que exiliarse.

Aquel impresionante trabajo est¨¢ recogido en abbas.site, un proyecto ejecutado por el documentalista Maziar Bahari. Abbas ¡°era uno de las personas m¨¢s curiosas, aventureras y eruditas que he conocido en mi vida¡±, escribe Bahari quien, en su ¨²ltima Newsletter, cuenta que las fotos del fallecido le mostraron la realidad de la revoluci¨®n cuando era adolescente. Tambi¨¦n anuncia que sigue adelante la exhibici¨®n que planeaban para el 40? aniversario de la revoluci¨®n el a?o que viene.

Muy celoso de su intimidad, Abbas sol¨ªa cubrirse la cara con un pa?uelo cuando alguien le fotografiaba. Pero sus preocupaciones se revelaban a trav¨¦s de los temas que eleg¨ªa para su trabajo. Entre todas, destaco su empe?o por comprender y hacer comprender las grandes religiones. Ese inter¨¦s, sin duda surgido cuando fotografiaba la revoluci¨®n iran¨ª, le llev¨® entre 1987 y 1994 a documentar el ascenso del islamismo en el mundo. Fruto de aquel trabajo public¨® Allah O Akbar: viaje al islam militante. Luego, sigui¨® su proyecto con el cristianismo, el animismo, el budismo y el hinduismo.

Menos conocido es su acercamiento a M¨¦xico. Durante nueve viajes en la primera mitad de los a?os ochenta, Abbas retrat¨® el alma de un pa¨ªs dividido entre las tradiciones y la modernidad que plasm¨® en un libro casi literario, Regreso a M¨¦xico. Viajes detr¨¢s de la m¨¢scara, con introducci¨®n de Carlos Fuentes. Para muchos cr¨ªticos, el propio fot¨®grafo escrib¨ªa con la luz.

En 1997, tras 17 a?os de exilio, Abbas regres¨® a Ir¨¢n y cubri¨® la elecci¨®n como presidente del reformista Mohamed Jatam¨ª, pero sobre todo, la vida esquizofr¨¦nica que llevan muchos iran¨ªes, no particularmente religiosos, pero obligados a comportarse como si lo fueran para no violar las estrictas normas morales del r¨¦gimen isl¨¢mico.