?Nos han cancelado el apocalipsis!
'El ¨²ltimo hombre en la Tierra', una de las comedias con una de las propuestas m¨¢s locas de la televisi¨®n, ha acabado a medias sin la compa?¨ªa de los espectadores
"Es el fin del mundo como lo conocemos y me siento bien". Lo cantaba R.E.M. Si est¨¢s solo en el fin del mundo, s¨¢lvate, disfr¨²talo, r¨ªete, y b¨¢?ate en una piscina de alcohol. ?Qu¨¦ m¨¢s da? Por una vez, s¨¦ ego¨ªsta. El resto est¨¢ muerto.
As¨ª empez¨® en 2015 una de las comedias con una propuesta m¨¢s loca de la televisi¨®n. El ¨²ltimo hombre en la Tierra ¡ªcuyo t¨ªtulo es autoexplicativo¡ª era surrealista, original y gamberra. No buscaba respuestas ni profundidad. Pero esta valent¨ªa (o que su argumento se haya vuelto repetitivo) le ha hecho perder cuatro a?os m¨¢s tarde incluso la compa?¨ªa de los propios espectadores. Hacer explotar a un can¨ªbal o arrancarse en un eterno karaoke era mucho para la televisi¨®n en abierto. Fox la ha cancelado cuando m¨¢s falta hac¨ªa.
Entre tanta distop¨ªa indignada, de esas de fruncir mucho el ce?o para pensar como ocurre con?The Handmaid's Tale a The Walking Dead, esta versi¨®n de nuestro futuro serv¨ªa de postre tras una copiosa comida.
El solitario hombre de Will Forte hab¨ªa dejado de estar solo hace tiempo (el concepto no se alarg¨® ni dos cap¨ªtulos), pero a su alrededor se hab¨ªa formado una familia disfuncional de la que ser¨¢ dif¨ªcil despegarse. La serie se hab¨ªa dado cuenta de que, como en cualquier comedia duradera, el concepto grandilocuente es lo de menos. Lo ¨²nico que acaba importando es la compa?¨ªa, la empat¨ªa. Sus personajes eran imperfectos e incluso a ratos insoportables, pero, como al cu?ado pesado o al vecino irascible, se les acababa cogiendo cari?o. Eran nuestros gilipollas, una y otra vez tomando las peores decisiones.
Y aunque no lo dijera R.E.M., s¨ª una copla flamenca: "cuando un amigo se va, algo se muere en el alma". Las comedias cumplen todav¨ªa en nuestra televisi¨®n esa funci¨®n de familiaridad. Incluso en el m¨¢s azaroso escenario. Este ¨²ltimo hombre nos deja a medias y con la sensaci¨®n de que nunca lo volveremos a ver. No hay peor apocalipsis para el seri¨¦filo.
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