M¨²sica forjada en el firmamento
La cantautora Mar¨ªa Rod¨¦s vuelve cuatro a?os despu¨¦s con 'Ecl¨ªptica', disco que ahonda en la figura de su t¨ªo bisabuelo, el astr¨®nomo Llu¨ªs Rod¨¦s
Aunque Par¨ªs la vio nacer como cantautora, es en Espa?a donde Mar¨ªa Rod¨¦s (Barcelona, 1986) ha desarrollado su vocaci¨®n. El amor le hizo conocer la ciudad francesa desde el prisma m¨¢s bohemio, quit¨¢ndose la verg¨¹enza en jam sessions y haciendo sus pinitos en la guitarra y en las letras. "Olvid¨¦ la est¨²pida creencia de que, por haber salido de un pueblo de 3.000 habitantes, el arte era para otros", explica con ese aire desenfadado y un aura angelical que inunda inevitablemente el bar donde se produce la entrevista. Ahora, 11 a?os despu¨¦s, se caracteriza por ser una artista polifac¨¦tica, que se mueve en diferentes g¨¦neros musicales, desde la copla (Mar¨ªa canta copla, 2014), hasta el indie folk, y que toca casi todas las disciplinas del arte. En esta ocasi¨®n, queriendo salir de la melancol¨ªa que la ha acompa?ado todo este tiempo, publica su cuarto disco en solitario, Ecl¨ªptica, en el que ahonda en la figura de su t¨ªo bisabuelo, el astr¨®nomo Llu¨ªs Rod¨¦s.
"De peque?a mi padre me dec¨ªa, 'en la luna hay un cr¨¢ter que lleva tu apellido', y para m¨ª era un flipe total", recuerda Rod¨¦s. Ese cr¨¢ter fue el primer contacto que tuvo con su antepasado. Sin embargo, en la adolescencia se olvid¨® de ¨¦l hasta que volvi¨® la figura de su t¨ªo bisabuelo gracias a una residencia para artistas en el Observatorio de Castelltallat. Durante 15 d¨ªas el director del mismo le ense?aba el firmamento por las noches y ella deb¨ªa componer canciones inspiradas en lo que aprend¨ªa. Encontr¨® entonces un diario que hab¨ªan estado escondiendo los Jesuitas, orden a la que el astr¨®nomo pertenec¨ªa, porque no gustaba lo que dec¨ªa. Y ella comenz¨® a sentirse atra¨ªda por ¨¦l de manera inexplicable.
Llu¨ªs Rod¨¦s hab¨ªa sido director del Observatorio del Ebro entre 1920 y 1939. Hab¨ªa vivido la Guerra Civil espa?ola desde su puesto, lugar que nunca abandon¨® aunque m¨¢s de una vez fueran multitudes a apresarle. "?l les hablaba sobre la luna, el cielo, el sol y le tomaban por un sabio y le acababan dejando en paz", explica su sobrina bisnieta y apunta que lo m¨¢s fascinante era la manera que ten¨ªa de evadirse de la guerra al mirar al firmamento. "Hay un bombardeo, pero yo miro a las estrellas y siguen en su sitio, con lo cual, todo est¨¢ bien", escrib¨ªa el astr¨®nomo en su diario. "Me sent¨ªa muy identificada. La vocaci¨®n le hac¨ªa huir de lo que estaba ocurriendo a su alrededor y eso es parecido a lo que hacemos los m¨²sicos con nuestras canciones", se?ala la artista.
Para poder escribir los temas que conformar¨ªan el ¨¢lbum dedicado a su t¨ªo bisabuelo, Rod¨¦s se traslad¨® cerca del observatorio "para estar impregnada por la zona que acompa?¨® a aquel humanista que era Llu¨ªs". El t¨ªtulo Ecl¨ªptica, que significa el movimiento del Sol visto desde la Tierra a lo largo de un a?o, lo toma de la especializaci¨®n que escogi¨® su antepasado para el estudio de los astros, adem¨¢s de la necesidad que siente ella misma "de dejar de huir del sol". "El disco dedicado a la copla fue como una despedida de mi etapa dram¨¢tica. Este, en cambio, es un comenzar en otro lugar, es la nueva Mar¨ªa, m¨¢s madura y m¨¢s luminosa", sostiene y explica entre risas que lo gracioso es que justo cuando se encontraba enfrascada en el desarrollo su nueva versi¨®n, comenz¨® a padecer alergia al sol.
La polifac¨¦tica artista tambi¨¦n tiene carrera en la composici¨®n de bandas sonoras para pel¨ªculas por su participaci¨®n en No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, de Maria Ripoll y Villaviciosa de al lado, de Nacho Garc¨ªa Velilla. Adem¨¢s, public¨® en 2015 su primer libro, Duermevela, un recopilatorio de textos po¨¦ticos sobre sus propios sue?os acompa?ados de dibujos hechos cuando era peque?a. "Lo sorprendente es ver c¨®mo muchos de mis sue?os de adulta, coinciden con mis dibujos de cuando era peque?a. Nuestro?inconsciente no cambia tanto con la madurez".
Aunque vive enamorada de lo que hace, es un esp¨ªritu incansable de probar cosas diferentes y abordar nuevos proyectos. Por ello, su repertorio de canciones para este ¨¢lbum, que recorre desde el tema de la guerra, la vocaci¨®n como refugio, hasta la?espiritualidad que sent¨ªa su t¨ªo bisabuelo como jesuita, toca tambi¨¦n diferentes estilos musicales. Ha probado por primera vez con la cumbia en Chocar¨¢ conmigo, mantiene resquicios del folclore espa?ol de su pasado disco en Ni?a de p¨¢rpados negros o Luci¨¦rnaga en el suelo, y convierte su cl¨¢sico indie ac¨²stico en algo con "mucho ritmo y muy bailable" en Fui a buscar al sol, por ejemplo. Sin embargo, a¨²n tiene ans¨ªas de ser m¨¢s ecl¨¦ctica. "Estoy deseando jubilarme para ponerme a pintar", comenta entre risas.
De momento tendr¨¢ que esperar, porque ya tiene una idea que le ronda la cabeza sin cesar para su pr¨®ximo disco: las brujas. "Hace poco me enter¨¦ de que Catalu?a es el primer lugar de Europa en el que persiguieron a las brujas". Cuando se puso a investigar sobre el tema, se top¨® de nuevo con un libro que le dejo en shock, pero esta vez para mal. "Era un manual que ten¨ªa la Iglesia sobre c¨®mo identificar a una hechicera. Hablaba de que eran mujeres muy bellas, que ten¨ªan la lengua del diablo y que seduc¨ªan con el alma podrida", afirma la artista y explica que es el momento de hacer algo con mujeres, con muchas voces femeninas "para recordar que, hasta hace poco", a¨²n segu¨ªan obligadas a representar el papel de "seres dependientes del hombre, que no pod¨ªa ni conducir, ni votar, ni comprar un m¨ªsera lavadora sola".
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