Kyli¨¢n, desde un horizonte sombr¨ªo
'Gods and Dogs' es una casi perfecta obra de madurez del core¨®grafo

La Compa?¨ªa Nacional de Danza (CND) estrena en el Teatro de La Zarzuela un nuevo programa mixto basado en reposiciones (salvado in extremis de la huelga prevista en contestaci¨®n al proyecto de fusi¨®n del coliseo de la calle Jovellanos con el Teatro Real) y se produce con un cielo encapotado y presagioso. Por un lado, acaba en este 2018 (y es improrrogable seg¨²n normativa vigente) la ¨¦gida de Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez como director art¨ªstico y vuelve al cartel una obra de Nacho Duato al levantar el muy discutible veto que impuso a la CND cuando fue despedido, en cuanto a la exhibici¨®n de sus coreograf¨ªas, muchas creadas al 100% a expensas del erario p¨²blico espa?ol, como Por vos muero.
Ahora, casi en secreto, la CND (y el Ballet Nacional de Espa?a [BNE]como compa?ero de un viaje a ninguna parte) buscan desesperadamente sede al tener que abandonar m¨¢s pronto que tarde la nave de Matadero, propiedad reclamada del Ayuntamiento de Madrid, y donde piensa colocar su propio centro coreogr¨¢fico. La CND y el Ballet Nacional tienen adem¨¢s un futuro incierto en cuanto a su imprescindible espacio de exhibici¨®n, toda vez que en el vago proyecto de fusi¨®n antes mencionado no aparecen ni una sola vez las palabras danza y ballet en un razonamiento o promesa aceptable. Pero una cierta euforia domin¨® la velada de estreno.
La importancia art¨ªstica, m¨¢s all¨¢ de los fuegos de artificio medi¨¢ticos y de las inevitables especulaciones pol¨ªticas, es la incorporaci¨®n al repertorio de una coreograf¨ªa de Jir¨ª Kyli¨¢n, la excelente Gods and Dogs. El checo es con toda certeza uno de los m¨¢s importantes creadores de ballet contempor¨¢neo, ocupa sitio parnasiano junto al decano vivo de la especialidad, Hans van Manen, y hacen tr¨ªada con el sueco Mats Ek como faros est¨¦ticos.
COMPA??A NACIONAL DE DANZA
Hikarizatto: Itzik Galili. M¨²sica: Percossa. Gods and Dogs: Jir¨ª Kyli¨¢n. M¨²sica: Dirk Haubrich y Ludwig van Beethoven. Por vos muero: Nacho Duato. M¨²sica antigua espa?ola. Teatro de La Zarzuela, Madrid. Hasta el 10 de junio.
Para que no se tilde de taxativo ni arbitrario este parecer, vale resaltar que en paralelo y animada convivencia est¨¢ la rama estadounidense representada por dos nombres interrelacionados con los anteriores a trav¨¦s de John Cranko: John Neumeier y William Forsythe. Mientras Kyli¨¢n, Neumeier y Forsythe estaban haciendo fila en el cuerpo de baile de Stuttgart, Ek estaba en la misma posici¨®n pero en la ?pera de D¨¹sseldorf. ?Qu¨¦ quiere decir esto? Nacen con el ballet y la formaci¨®n ballet¨ªstica, en algunos casos m¨¢s org¨¢nica y regladamente que en otros, y todo el fermento se cocinaba en el eje alem¨¢n proyectado hacia Holanda, al Nederlands Dans Theater (NDT) de La Haya, donde Mats y Jir¨ª recibieron despu¨¦s la influencia de Van Manen: es un c¨ªrculo que m¨¢s que cerrarse se abre hacia la neomodernidad de otros lenguajes, los ballets que vemos hoy.
Para hablar en propiedad, debemos usar el t¨¦rmino ¡°ballet contempor¨¢neo¡± y nunca ¡°danza contempor¨¢nea¡±, que es otra cosa. Raz¨®nese que los bailarines usados en su momento para la creaci¨®n como ahora para la reposici¨®n, son todos de estricta formaci¨®n ballet¨ªstica y pertenecen a compa?¨ªas de ballet.
Gods and Dogs, creada en 2008 para la NDT, razona brillantemente desde un ¨¢ngulo casi antropol¨®gico sobre indumentaria y subsistente personalidad individual. Luego eso se vuelve un pretexto para la exploraci¨®n, a trav¨¦s del movimiento en pareja, de los m¨¢s veraces mecanismos de supervivencia. Muy vertical a s¨ª mismo en su estilo, Kyli¨¢n ofrece un dec¨¢logo descarnado del viaje de la vida y de los instrumentos disponibles para su trayecto en un maduro ejercicio de composici¨®n anal¨ªtica. Econom¨ªa gestual, s¨ªntesis, claridad en la exposici¨®n: una casi perfecta obra de madurez.
La pieza que abri¨® programa es Hikarizatto, de Itzik Galili, un coro efectista para 20 bailarines, mal ensayado, bailado irregularmente, de mucha traca sonora y saltarina pero poca profundidad.
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