El alegato antiesclavitud impreso en unas zapatillas de deporte que impact¨® a un ¡®youtuber¡¯
El norteamericano Jacques Slade reflexiona en su canal, en el que desempaqueta productos deportivos, sobre la importancia de concienciar acerca de una lacra que afecta a 40 millones de personas
?Pueden los youtubers hacer campa?a contra una de las mayores lacras de la humanidad como si estuvieran dando a conocer un producto a sus seguidores? Pueden y deben¡ o es lo que debi¨® pensar el norteamericano Jacques Slade, de 42 a?os, cuando en su canal de Youtube de m¨¢s de 850.000 suscriptores, form¨® parte del reto de la campa?a lanzada por Thomson Reuters Foundation bajo el t¨ªtulo Unboxing the real price of sneakers (¡°Desvelando el precio real de las zapatillas de deporte¡±). En apenas dos semanas, el v¨ªdeo ya acapara 86.000 visualizaciones. ¡°Espero que os guste porque es realmente incre¨ªble¡±, apuntaba ¨¦l mismo momentos antes de desempaquetar un envoltorio ¡°misterioso¡±. El angelino, acostumbrado a desenvolver productos para mostr¨¢rselos a su audiencia y explicar sus caracter¨ªsticas al detalle, se qued¨® impresionado al comprobar el mensaje grabado en la cubierta de la caja, toda ella de color negro. ¡°Hecho a mano por esclavos¡±.
¡°No s¨¦ si esto es una marca o el nombre de la compa?¨ªa¡±, dudaba en voz alta. Al abrirla, Slade se encontr¨® con unas deportivas blancas y una serie de leyendas tanto en el interior de la caja como en la superficie de las mismas. ¡°La esclavitud no fue abolida hace siglos. Hay gente que trabaja en todo el mundo por un salario inexistente o ¨ªnfimo, bajo amenazas, deudas o violencia. Podemos llamarlo de m¨²ltiples formas, pero todas equivalen a una misma cosa: la esclavitud moderna¡±, ley¨® con atenci¨®n el youtuber. Las letras, estampadas en color blanco resaltan sobre el fondo negro, mientras Slade iba apartando las distintas partes del envoltorio.
La vitalidad que mostraba al comienzo del v¨ªdeo se va apagando conforme su extra?eza se transforma en una silenciosa reflexi¨®n, solo salpicada por los continuos mensajes que va descubriendo. ¡°El 71% de las empresas del sector de la moda se?alan que, con toda probabilidad, existe esclavitud en sus cadenas de suministro¡±, rezaba el papel que cubr¨ªa el calzado. Las zapatillas, elaboradas con la ayuda de un destacado dise?ador de Los ?ngeles, son un motivo m¨¢s de denuncia ante este tipo de explotaci¨®n y una forma de concienciar a las generaciones m¨¢s j¨®venes del coste humano que se oculta tras las prendas: desde la leng¨¹eta, pasando por el acabado de los cordones, la tira anterior, los laterales e, incluso, la suela en la que se pod¨ªa leer: ¡°Los beneficios ilegales que se generan cada a?o gracias a la esclavitud ascienden a 150.000 millones de d¨®lares¡±.
Tras analizar el producto en profundidad, Slade se plante¨® a c¨¢mara cu¨¢l era su papel, la moraleja de por qu¨¦ a ¨¦l le hab¨ªan enviado un paquete de estas caracter¨ªsticas. ¡°No me lo esperaba pero es un mensaje que necesita hacerse p¨²blico y estoy feliz de poder mostrarlo¡±, argument¨®. Y a?adi¨®: "Que todav¨ªa haya esclavitud deber¨ªa hacernos sentir un poco inc¨®modos. No necesariamente vemos las implicaciones de ello, pero compramos los productos y esta reflexi¨®n es muy interesante".
Se estima que el 25% de las personas que padecen esta lacra son ni?os, de un total de 40 millones, seg¨²n un an¨¢lisis hecho p¨²blico por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, en septiembre de 2017. Si hablamos de trabajo forzado, el continente africano concentra casi la mitad de los ni?os trabajadores. El siglo XXI, como bien indicaba la etiqueta de las zapatillas que ten¨ªa en sus manos Slade, ha depauperado m¨¢s si cabe la situaci¨®n del colectivo esclavo en el trabajo. ¡°Unos 90 d¨®lares es el precio establecido para un esclavo en la actualidad. En 1840, se elevaba a 1.300, pero si lo ajustamos a la inflaci¨®n ascender¨ªa hasta los 40.000 d¨®lares¡±, explicaba. ¡°Es una locura¡±, remataba el youtuber.
En la ¨²ltima parte del v¨ªdeo, Slade descubre una carta dirigida a ¨¦l en la que se especifica que ¡°estas zapatillas fueron elaboradas por personas que reciben un salario digno, que trabajan en una f¨¢brica con ventanas y ventilaci¨®n¡±. Para el portavoz de la filial brit¨¢nica de la Thomson Reuters Foundation ¡°es fant¨¢stico que alguien como Jacques ¡ªque desempaqueta productos ante miles de personas cada d¨ªa¡ª suscite un debate sobre el precio humano de las cosas que la gente adquiere¡±.
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