¡°Us¨¦ la fotograf¨ªa como un ansiol¨ªtico¡±

Durante gran parte de 2017, Pedro Almod¨®var estuvo encerrado escribiendo el guion de Dolor y gloria. ¡°Intento abstraerme, que nada me moleste de la escritura, as¨ª que, por ejemplo, escucho m¨²sica sin letra, para que no me contamine¡±, recuerda. Solo se permiti¨® un divertimento: la fotograf¨ªa, un arte que habitualmente aparece en su cine, pero que el cineasta no hab¨ªa practicado por s¨ª mismo. Usando dos fondos, lo que ve en su oficina hacia la izquierda, y un enchufe y una ventana de su cocina, Almod¨®var se dedic¨® a crear bodegones, naturalezas muertas con elementos decorativos de su casa. ¡°Us¨¦ la fotograf¨ªa como un ansiol¨ªtico¡±, confiesa, ¡°cuando descansaba del guion¡±. El resultado ya se pudo ver en septiembre en La Fresh Gallery, en una exposici¨®n cuyas ventas tuvieron fines ben¨¦ficos, y desde ayer se prolonga en la galer¨ªa Marlborough, dentro de PHotoEspa?a.

¡°No quiero llamarlo hobby, porque no lo practico, pero tampoco tengo grandes pretensiones con ellas¡±, asegura Almod¨®var, sentado en una sala colindante a la que alberga su exposici¨®n. Ante todo defiende el ¡°poder narrativo de la fotograf¨ªa¡±. De ah¨ª la constante presencia de este arte en su cine. ¡°Cierto. A m¨ª, antes que los v¨ªdeos o los s¨²per-8 del pasado, me sugieren mucho m¨¢s las fotograf¨ªas. Provocan un gran misterio. El tiempo favorece el contenido expresivo de las fotos, va d¨¢ndole significados¡±. La recreaci¨®n en La mala educaci¨®n del retrato del seminarista portero realizado por Ram¨®n Masats (¡°Ese tipo de fotograf¨ªa espa?ola siempre me ha apasionado¡±); la fotograf¨ªa clave de Los abrazos rotos... ¡°Muchas fotos que salen en mi cine tienen adem¨¢s gran valor sentimental para m¨ª, como la de Pina Bausch en la cabecera de la cama de Leonor Watling en Hable con ella. En general, muestro retratos que tienen que ver conmigo¡±.

La exposici¨®n se titula Vida detenida, la traducci¨®n literal de still life, naturaleza muerta en ingl¨¦s. ¡°Utilizo flores, jarrones, elementos a mi mano. Algo muy grato, porque son mis cosas, y siento que est¨¢n dialogando conmigo. Pero es un divertimento, no puedo pretender igualar a, por ejemplo, el uso de las flores por parte de Robert Mapplethorpe¡±. Aunque, dicho esto, Almod¨®var elucubra: ¡°Est¨¢n realizadas con luz natural, con una c¨¢mara digital, sin m¨¢s trabajo ni retoque que la composici¨®n. A lo mejor me pongo a aprender algo de t¨¦cnica, sobre todo en cuanto a iluminaci¨®n. Hoy por hoy, mi ambici¨®n es homenajear a grandes cuadros¡±. De ah¨ª los t¨ªtulos: La hora Zurbar¨¢n; Morandi, siempre; Homenaje a Ettore Sottsass... ¡°Creo composiciones agradables, bonitas, con las que se puede vivir¡±. El mismo cineasta echa a re¨ªr antes de haya tiempo a la repregunta: ¡°Exactamente lo contrario que mi cine, basado en la provocaci¨®n, en la sensaci¨®n de plantearse cosas, inquietante¡±.

Retratos de soledad

El bodeg¨®n, habiendo encontrado eco por toda Europa, posee un arraigo especial en el arte espa?ol. ¡°Desde S¨¢nchez Cot¨¢n, de cuyos bodegones hay una gran muestra en el Prado, y Zurbar¨¢n, creo que todos los pintores se han acercado en alg¨²n momento a este g¨¦nero. Picasso, Antonio L¨®pez... Me gustar¨ªa ahondar en que la mayor parte de ellos retratan momentos de vida, no cosas muertas, y por eso he titulado as¨ª la exposici¨®n. Me siento, en esta labor, muy influido por Antonio L¨®pez, por el hiperrealismo, por su retrato de la soledad¡±.

El cineasta ha llevado la conversaci¨®n hasta su nueva pel¨ªcula, Dolor y gloria, que empieza a rodar a mitad de julio. ¡°De esta soledad de la que estamos hablando nace este proyecto. Cuidado, la pel¨ªcula no tiene relaci¨®n con las fotos, no quiero decir eso¡±. Su drama hablar¨¢ de un director (encarnado por Antonio Banderas) en su ocaso. ?Puede que est¨¦ preparando un Almod¨®var 8 1/2? ¡°No, pero esa pel¨ªcula est¨¢ presente en la historia, porque hablo de un cineasta en crisis y... ay, no puedo decir una palabra clave que lo explicar¨ªa mejor. Me gustan los filmes de directores en crisis, y s¨ª, hay Fellini 8 1/2 tanto como Opening Night, de Cassavetes; Arrebato, de Zulueta, o La noche americana, de Truffaut. Y poco m¨¢s puedo contar. Bueno, s¨ª, que yo estoy en cada una de las secuencias pero, atenci¨®n, no siempre en la figura del director. Beben todas de mis experiencias¡±.