¡®Westworld¡¯ ya fue una serie (cutre) en los ochenta
En 'Beyond Westworld', de cinco episodios, los androides se infiltraban en equipos de animadoras
Hoy puede parecer novedosa, rompedora y moderna, pero en realidad Westworld ya existi¨® como serie en 1980. Hace casi 40 a?os, eso s¨ª, no gust¨® a nadie. Beyond Westworld (m¨¢s all¨¢ de Westworld) no super¨® los cinco episodios y CBS solo lleg¨® a emitir tres. De hecho, casi es mejor olvidarse y no volver a hablar de aquel experimento nunca, salvo por lo mera curiosidad. Hab¨ªa exagerados cient¨ªficos malvados, submarinos nucleares y robots infiltrados en equipos de f¨²tbol y bandas de rock. Nada de distop¨ªas, conflictos morales ambiguos, saltos temporales y ciencia-ficci¨®n reflexiva. Era hija de una industria televisiva muy distinta, de otra manera de hacer ficci¨®n semanal.
Por no haber no hab¨ªa ni presupuesto para recrear el parque tem¨¢tico del oeste que hab¨ªa popularizado la pel¨ªcula original de 1973 (y su secuela de 1976 Futureworld, donde la compa?¨ªa Delos quiere reemplazar a poderosos mandatarios con androides, algo que recuerda a la segunda temporada de la serie actual). Michael Crichton, novelista que guioniz¨® y dirigi¨® la primera pel¨ªcula, tampoco ten¨ªa nada que ver con esta continuaci¨®n. Todo comenzaba, de hecho, con el parque destruido y 200 androides desaparecidos, en busca y captura alrededor del mundo y controlados por el cient¨ªfico loco Simon Quaid (James Wainwright).
En cada episodio el jefe de seguridad de la compa?¨ªa Delos, John Moore (Jim McMullan), ten¨ªa misi¨®n de encontrar a algunos de los infiltrados por todo el mundo. Una especie de ?ngeles de Charlie con robots y joven ayudante femenina incluida. Una aventura por episodio. Nada de serializaci¨®n ni trama continuada. Al final, por supuesto, todo sal¨ªa bien y cada cap¨ªtulo volv¨ªa al punto cero para contar una nueva historia con los mismos elementos en siete d¨ªas.
Quaid organizaba los planes m¨¢s inesperados, desde esp¨ªas androides que controlaban un submarino nuclear a punto de explotar hasta misiones de infiltraci¨®n como animadoras en un equipo de f¨²tbol universitario con el objetivo de hacerse con acciones petroleras. Todo muy alambicado. Estos robots lo ten¨ªan todo planeado, si no fuera porque la tecnolog¨ªa no les dejaba sobrevivir a un poco de magnetismo o a una ducha de agua fr¨ªa. En cada episodio, Moore encontraba el punto d¨¦bil de los androides. Luc¨ªan como humanos, pero en realidad en los ochenta no pod¨ªan prever c¨®mo avanzar¨ªa la tecnolog¨ªa. Daban para poco m¨¢s que tostadora. Como ocurr¨ªa con Gal¨¢ctica y su posterior remake, no se planteaba ninguna de las cuestiones morales que se entreve¨ªan en las pel¨ªculas anteriores y en la posterior serie. Todo era buenos contra malos. Robots controlados para el plan del villano. En sus autocontenidos episodios se dejaron ver actores famosos, aun as¨ª, como Robert Alda, Rene Auberjonois (un cl¨¢sico de la televisi¨®n conocido sobre todo por Boston Legal), Denny Miller (uno de los Tarzanes del cine), Ronee Blakley, Christopher Connelly, Monte Markham, Michael Pataki y George Takei (Sulu de Star Trek).
Pese al ¨¦xito de La Mujer Bi¨®nica o El Hombre de los seis millones de d¨®lares, Beyond Westworld solo pudo emitir en tres de sus mi¨¦rcoles de mitad de temporada (fue aplastada por la competencia de Real People en NBC y Con ocho basta en ABC). Los dos episodios restantes no aparecieron hasta que en 2014 Warner puso a la venta un DVD casi como edici¨®n de coleccionista. La serie logr¨®, al menos, dos nominaciones al Emmy por su maquillaje y direcci¨®n de arte, aunque no pasar¨¢ a la historia m¨¢s all¨¢ de una mera curiosidad que gan¨® peso cuando HBO hizo de ella un producto superior, mucho m¨¢s complejo y enrevesado.
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