Lady Macbeth en Cape Cod

Nos hab¨ªan ense?ado mil maneras de ser desleales, adem¨¢s de habernos inculcado el motivo para serlo: entr¨¦gate por completo a alguien y te abandonar¨¢, te har¨¢ da?o, te defraudar¨¢, te destruir¨¢¡±. Las lecciones en la familia Justus (de ¡°Justice¡± o ¡°justicia¡±, ir¨®nicamente) siempre han sido amargas, y eso desde el nacimiento de Jay, el narrador, o incluso desde antes: ¡°La primera lecci¨®n de madre, m¨¢s impl¨ªcita que expresada abiertamente, fue que nuestro afecto por los otros era una se?al de debilidad. La lealtad era peligrosa, como una oscura forma de enga?o. Nuestro amor por los dem¨¢s nos volv¨ªa poco fiables, pues interfer¨ªa en nuestra primera y m¨¢s importante obligaci¨®n: la obediencia a madre¡±.

¡°Madre¡± es el centro en torno al cual todo gira en la nueva novela de Paul Theroux (Medford, Massachu?setts, 1941). ¡°Irresponsable y fr¨ªa, distra¨ªda, retorcida, corrupta, manipuladora, testaruda, vanidosa, materialista y dictatorial¡±, ¡°Madre¡± nunca ha ocultado su naturaleza, pero ¨¦sta se pone de manifiesto en toda su tremenda dimensi¨®n tras la muerte del marido, un hombre simple y escasamente rebelde obligado a castigar a sus hijos para satisfacer la rabia de la mujer y demostrarle su obediencia; tras su muerte, Jay (quien escap¨® en cuanto pudo de su familia, vivi¨® en ?frica, viaj¨®, tuvo hijos y escribi¨® libros, al igual que Theroux) regresa junto a su madre y a sus hermanos (siete m¨¢s una ni?a muerta al nacer con la que la progenitora dialoga diariamente) con la esperanza de dejar atr¨¢s las afrentas del pasado. Lo que descubre es que, en alg¨²n sentido, ¨¦stas reci¨¦n comienzan: manipulando a sus hijos y enemist¨¢ndolos unos con otros, la madre arruina las perspectivas amorosas de Jay, favorece econ¨®micamente a sus hijas Rose y Franny a cambio de que ¨¦stas la protejan (y de paso consigue que sus hermanos las odien), enfrenta a Jay con Floyd (el ¡°otro escritor¡± de la familia, que escribe una rese?a rabiosa de un libro del primero), pone sus asuntos en manos de Fred, el hijo abogado, y desplaza a Gilbert (el diplom¨¢tico) y a Hubby, el enfermero, al que le regala una propiedad controvertida y no muy ¨²til, ataca a los hijos ridiculizando a sus nietos, humilla regularmente a Jay, cuya actividad literaria le parece indigna de su tiempo, obtiene atenciones de todos ellos (lo que m¨¢s le gusta son las ostras) y dispone de sus vidas como cuando eran ni?os. Ni siquiera despu¨¦s de alcanzar los 100 a?os, ¡°Madre¡± deja de ser lo que siempre ha sido: la Lady Macbeth de un reino ¨ªntimo.

¡°Todas las familias felices se parecen entre s¨ª, pero las infelices son desgraciadas a su manera¡±, escribi¨® alguien; lo m¨¢s destacable de Tierra madre, sin embargo, es que pareciera haber sido escrita para demostrar que tambi¨¦n las familias desgraciadas se parecen. Da la impresi¨®n de que Theroux, cuya trayectoria es, por decirlo de alguna manera, irregular (sus mejores libros, El gran bazar del ferrocarril y La costa de los mosquitos, se alternan en ella con otros err¨¢ticos o prescindibles), hubiera deseado inscribir esa irregularidad en el interior de una obra ¡°total¡± pero excesivamente extensa y repetitiva (¡°Algunas partes son buenas, muchas son aburridas, una p¨¦rdida de tiempo¡±, resume su autor), cuyos mejores pasajes (traducidos con su solvencia habitual, como el resto de la obra, por el poeta Mariano Peyrou) consisten en la extra?¨ªsima transformaci¨®n del padre en un actor de minstrel, la evocadora estancia de Jay en Chiapas y las tiradas del recalcitrantemente erudito Floyd, el mejor personaje del libro.

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Autor: Paul Theroux.

Editorial: Alfaguara (2018)..

Formato: versi¨®n kindle y tapa blanda (648 p¨¢ginas)

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