As¨ª se lucha desde el feminismo ¡®geek¡¯
Kameron Hurley publica una gu¨ªa para no bajar la guardia ante el ciberataque machista
Kameron Hurley, escritora de ciencia-ficci¨®n, ganadora de dos Premios Hugo, y nominada a un Arthur C. Clarke, un Nebula y un Locus por una producci¨®n que no deja de crecer y expandirse hasta abandonar la ficci¨®n y sentarse ante el espejo para contarse c¨®mo ha llegado hasta ah¨ª y qu¨¦ batallas quedan por librar ¨C he aqu¨ª lo que cuenta en La revoluci¨®n feminista geek (Alianza) ¨C, est¨¢ tom¨¢ndose un descanso en la agencia de publicidad para la que trabaja, en Dayton, Ohio. Sobre la mesa hay una Coca-Cola Zero, un ventilador y un par de auriculares. Si estuviera en casa quiz¨¢ estar¨ªa jugando a alg¨²n videojuego online y soportando el sinf¨ªn de interferencias, tipos que le dir¨ªan en qu¨¦ otras cosas podr¨ªa estar empleando mejor su tiempo. En cualquier caso, Kameron no se callar¨ªa. Kameron les contestar¨ªa. Porque, dice, ¡°hay una revoluci¨®n en marcha¡±, y tiene que ver con acabar de una vez por todas con ¡°la aguda nostalgia¡± que sienten ¡°casi siempre hombres blancos¡± por ¡°aquellos d¨ªas en que se daba por sentado que eran el ¨²nico p¨²blico de las novelas pulp y los videojuegos¡±. Dicho de otro modo, que s¨®lo ellos ten¨ªan derecho a ser?geeks (personas fascinadas por la tecnolog¨ªa y la inform¨¢tica).
A Hurley, que ve?La jungla de cristal dos veces a?o ¨C ¡°tiene uno de los mejores guiones que se han escrito nunca¡±, dice, ¡°trata precisamente de un tipo tratando de dejar claro que, aunque su mujer gane m¨¢s que ¨¦l, sigue siendo un 'machote'¡± ¨C han intentado callarla. ¡°Al mismo tiempo que las oportunidades para las mujeres en los espacios geek han crecido, ha crecido el rechazo. Las campa?as de odio han alejado a algunas mujeres de la Red y de un mundo que consideraban suyo. Porque, les guste o no, las mujeres tambi¨¦n han sido siempre?geeks. Han sido?gamers y escritoras, lectoras de c¨®mics y fans de cosas como?Conan El B¨¢rbaro y?Star Trek. Lo ¨²nico que esos tipos est¨¢n intentando hacer es defender su relato de lo que se supone que debe ser el mundo, mantener el?statu quo de una situaci¨®n que les beneficia¡±, dice Hurley, que anima a toda mujer, y todo hombre que se sienta ofendido por las maneras impositivas de esa parte del mundo que cree que el mundo es suyo, a no callarse. A contestar. Porque ¡°en esto no se gana o se pierde de una vez, cada una de esas peque?as batallas importa, lo que debemos hacer es persistir, s¨®lo persistiendo el enemigo caer¨¢ en la cuenta de que el mundo ha cambiado mientras ¨¦l se dedicaba a intentar que no lo hiciera¡±.
Fan de la ficci¨®n oscura ¨C ¡°intent¨¦ leer a Terry Pratchett de adolescente, pero no iba conmigo, siempre he preferido a Angela Carter¡± ¨C, y defensora de la idea de que no s¨®lo hace falta talento para escribir sino tambi¨¦n, y mucho, ¡°trabajo duro¡±, Hurley lanza sus dardos contra el n¨²cleo duro del?fandom: ¡°Si no les gusta que toquemos sus cosas es porque creen que son eso, 'suyas'. Pero no han podido impedir que crezcamos y queramos escribir y que nuestras novelas gusten. No pudieron impedir que fuese Leigh Brackett, una mujer, la que escribi¨®?El Imperio Contraataca, para muchos fans de?Star Wars, la mejor pel¨ªcula de la saga. Intentan call¨¢rselo, pero no sirve de nada. Cuanto m¨¢s investigo, m¨¢s me doy cuenta de qu¨¦ manera las mujeres han sido borradas de la historia. O simplemente silenciadas. Pero eso ya no volver¨¢ a pasar. Hay mujeres como Anita Sarkeesian ¨C una diseccionadora de cuestiones de g¨¦nero en los videojuegos, a la que los?gamers han amenazado de muerte en numerosas ocasiones ¨C, o Mikki Kendall, mujeres como yo misma, que no van a callarse¡±, insiste.?La revoluci¨®n feminista geek, el libro, es, en ese sentido, a la vez mezcla de historia personal ¨C lo mucho que le ha costado llegar a d¨®nde est¨¢ y lo precaria que es a¨²n su situaci¨®n, pese al ¨¦xito ¨C y profunda y beligerante reflexi¨®n pop ¨C sus ataques se dirigen a obras cumbre de los ¨²ltimos tiempos, como?True Detective, en las que las mujeres ¡°nunca son personas¡±, s¨®lo ¡°obst¨¢culos o premios¡±- sobre el mundo de hoy.
¡°Al mismo tiempo que las oportunidades para las mujeres en los espacios geek han crecido, ha crecido el rechazo. Las campa?as de odio han alejado a algunas mujeres de la Red y de un mundo que consideraban suyo"
El libro artefacto, un aut¨¦ntico fest¨ªn feminista, y uno decididamente disfrutable, planta cara a esa visi¨®n ¨²nica de la ficci¨®n que tiene mucho que ver con lo que pensamos cuando o¨ªmos la palabra h¨¦roe. ¡°?En qu¨¦ pensamos? En un arquetipo. Un t¨ªo, m¨²sculos, blanco, machote. Cuando empec¨¦ a leer y a consumir cultura pop, no entend¨ªa por qu¨¦ todos eran hombres, por qu¨¦ ninguno pod¨ªa ser mujer, y tampoco por qu¨¦ las mujeres eran obst¨¢culos en la trama o premios¡±, se dice Hurley. Como criaturas que vivimos ¡°de las historias que nos contamos¡±, porque ¡°de eso estamos hechos todos, de historias¡±, la mejor, la ¨²nica manera, de luchar contra lo que no nos gusta del mundo es, dice, ¡°desafiar las expectativas¡±, y hacerlo, tambi¨¦n, a trav¨¦s de la ficci¨®n, porque la ficci¨®n ¡°es el ¨²nico ant¨ªdoto¡±.
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Autor:?Kameron Hurley.
Editorial: Alianza Editorial (2018).?
Formato: versi¨®n Kindle y tapa dura (264 p¨¢ginas).?
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