Cine y teatro ponen coto al abuso a menores
La productoras tienen ya asumida la ley que exige el certificado de delitos sexuales para trabajar con ni?os
Los actores afrontan cientos de castings. Han de resultar cre¨ªbles, atractivos, hilarantes o terror¨ªficos, seg¨²n el proyecto. Pero, desde hace un tiempo, pueden verse obligados a cumplir con otro requisito imprescindible: no ser un delincuente sexual. Todo trabajador que vaya a participar en pel¨ªculas, series u obras teatrales que conlleven un trato continuado con menores est¨¢ obligado por la ley a presentar un certificado que demuestre que no arrastra ninguna condena con sentencia firme por delitos como acoso, abuso, exhibicionismo y provocaci¨®n sexual, o prostituci¨®n y explotaci¨®n. La reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil, que entr¨® en vigor en octubre de 2015, afect¨® a todo el mundo laboral y las artes tambi¨¦n est¨¢n haciendo los deberes. Especialmente en el ¨²ltimo a?o y medio, la gran mayor¨ªa de producciones tiene asumida la normativa como un tr¨¢mite m¨¢s, seg¨²n las fuentes entrevistadas. Se detecta todav¨ªa, eso s¨ª, alg¨²n retraso y desconocimiento, a la vez que la referencia de la ley al ¡°contacto habitual con menores¡± deja abierta la puerta a decidir caso por caso.
Las grandes productoras teatrales que trabajan habitualmente con menores, como Stage Entertainment o Som Produce, responsables de musicales como El Rey Le¨®n o Billy Elliot, entre otros, tienen sistematizada la gesti¨®n del papeleo. Saben que los tr¨¢mites cuando se contrata a ni?os son infinitos, as¨ª que incorporan de forma natural todas las novedades que introduce la ley. Imaginen la locura de poner en marcha un espect¨¢culo como Billy Elliot: casi doscientas personas implicadas y una decena de papeles interpretados por 60 menores que se alternan en las funciones diarias. ¡°Por supuesto, se ha exigido el certificado a todos los trabajadores que tienen contacto directo con los ni?os¡±, asegura un portavoz de Som Produce.
Todos aplauden la protecci¨®n que garantiza la ley a los m¨¢s peque?os y coinciden en la facilidad de obtener el documento, procedente del Registro Central de Delincuentes Sexuales: online, o en una oficina del Ministerio de Justicia. ¡°La ley atribuye la obligaci¨®n de presentar el certificado a quien ejerza o pretenda ejercer actividades que impliquen contacto habitual con menores. En caso de no hacerlo queda a criterio del empleador determinar los trabajadores que deben acreditarlo¡±, explican desde Justicia. En la pr¨¢ctica, suele ser la productora la que pide el documento a los trabajadores o a su agencia o incluso asume su tramitaci¨®n.
¡°Solemos hacer la solicitud grupalmente¡±, aclara Eugeni Margall¨®, director de producci¨®n de Diagonal. Lo habitual es que una persona de la compa?¨ªa obtenga las autorizaciones de quienes vayan a ser contratados y consiga los certificados en su nombre. ¡°Como valen 12 meses, si la producci¨®n supera el a?o, aunque los miembros del equipo sean los mismos, renovamos autom¨¢ticamente la solicitud para tenerla siempre en vigor¡±, a?ade.
¡°Los certificados se est¨¢n exigiendo, no hay m¨¢s, la ley es tajante¡±, confirman desde una de las principales compa?¨ªas de representantes. Sin los documentos, o en caso de certificaci¨®n positiva, ¡°no ser¨ªa posible la contrataci¨®n¡±, afirman en la productora Ganga, detr¨¢s de series como Cu¨¦ntame c¨®mo pas¨®. As¨ª lo comparten en la Uni¨®n de Actores y en el sindicato CNT, donde debieron explic¨¢rselo a un int¨¦rprete. ¡°Ten¨ªa antecedentes penales, no pod¨ªa trabajar con ni?os¡±, aclara Juan Javier Herrera, delegado de figurantes. Entre 2016 y 2018, se han expedido 4,6 millones de certificados en Espa?a, sumando todos los ¨¢mbitos profesionales: 1.306 han resultado positivos, en datos de Justicia.
El certificado solo recoge sentencias firmes: no aparecen investigaciones, casos abiertos ni antecedentes borrados (los plazos de cancelaci¨®n van desde pocos meses hasta 30 a?os por los delitos m¨¢s graves). ¡°No parece que el mero hecho de poder tener contactos con menores determine, per se, una limitaci¨®n para el acceso a determinadas profesiones. Es necesario que la actividad implique en s¨ª misma un contacto habitual. [¡] Se trata por tanto de un criterio casu¨ªstico, que habr¨¢ que valorar para cada puesto de trabajo¡±, afirma el dictamen 401/2015 de la Agencia de Protecci¨®n de Datos sobre la ley.
Una tarde de grabaci¨®n, por ejemplo, no precisar¨ªa de certificados, pero s¨ª varios d¨ªas en el set. El personal que trabaja en el funcionamiento diario de los teatros, como t¨¦cnicos, acomodadores o taquilleros, tampoco se ve afectado. No obstante, instituciones como el Centro Dram¨¢tico Nacional, que combinan la exhibici¨®n con la producci¨®n, solicitan el certificado para toda casi toda su plantilla ¡°para curarse en salud¡±, apuntan desde la entidad. Las salas m¨¢s peque?as, como la Cuarta Pared de Madrid, lo piden a los docentes que imparten clases de teatro a ni?os.
Aunque, sin experiencia en estas lides, el proceso puede complicarse. ¡°Lo desconoc¨ªa, pero si hay que implementarla se implementar¨¢¡±, reconoce Tono Folguera, vicepresidente de PROA, una de las principales asociaciones de productores audiovisuales. Acto seguido, subraya que en ¡°pr¨¢cticamente todas¡± las producciones los menores est¨¢n acompa?ados por su tutor legal: ¡°No he visto nunca un ni?o solo en un rodaje¡±. Adem¨¢s, las condiciones para contratar a menores son ¡°tan estrictas y complejas¡± que intentan evitarlos.
Toni Luque, productor ejecutivo de No Day But Today, lo est¨¢ descubriendo: se enfrenta por primera vez (y con espanto) a esa burocracia para poner en pie la versi¨®n catalana de Fun Home ¡ªmusical basado en la novela gr¨¢fica de Alison Bechdel que triunf¨® en Broadway y Londres¡ª, que tiene previsto estrenarse en septiembre en Barcelona. En el espect¨¢culo participan unas 50 personas y est¨¢ en proceso de obtenci¨®n del certificado para 30, las que tienen contacto directo con los ni?os.
¡°Cuando te metes en esto intuyes que la burocracia va a ser mortal, pero no te imaginas lo que es. Cuando pides informaci¨®n a la Generalitat, por ejemplo, te cuentan sus exigencias, pero no las de otras administraciones como el Ministerio de Justicia, que es el que obliga a solicitar el certificado. Vas descubriendo todo lo que tienes que hacer poco a poco, preguntando, pidiendo consejo a otras productoras con experiencia¡ En fin, hay que armarse de paciencia¡±, suspira.
M¨¢s all¨¢ de la cultura
Hace unos a?os, los casos de abusos a ni?os por parte de profesores, monitores, se suced¨ªan con frecuencia ante el pasmo de la opini¨®n p¨²blica. En 2015, el Gobierno exigi¨® por ley la presentaci¨®n de un certificado a aquellas personas que trabajaran con menores y dispuso la creaci¨®n de un registro espec¨ªfico en el Ministerio de Justicia. ¡°Eso ya funciona con normalidad, al principio tuvimos problemas y nos quejamos, porque no se hab¨ªa creado el registro espec¨ªfico y los docentes, monitores, conserjes, etc¨¦tera, ten¨ªan que presentar un certificado donde figuraban delitos comunes contra la hacienda p¨²blica o los de tr¨¢fico, por ejemplo; eso nos parec¨ªa una intromisi¨®n en sus vidas privadas que atentaba contra su libertad. Pero luego todo se normaliz¨® y hoy se sigue haciendo¡±, explica Francisco Garc¨ªa, secretario general de Ense?anza de CC OO.
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