Sanzol con Max y Latino

Alfredo Sanzol cierra temporada con un ¨®ptimo balance: Premio Nacional por La respiraci¨®n; La dama boba de Lope con la Joven Compa?¨ªa del Cl¨¢sico; dos obras en cartel esta primavera, una reposici¨®n (La ternura, en Abad¨ªa) y un estreno (La valent¨ªa, en el Pav¨®n, y ahora en gira); y la nueva versi¨®n del libreto de 24 horas mintiendo, la comedia musical del maestro Guerrero, dirigida por Jes¨²s Castej¨®n, en la Zarzuela. ?Descanso veraniego? ¡°Relativo, porque el 5 de octubre estrenamos Luces de bohemia en el Centro Dram¨¢tico, que no piso como director desde hace casi diez a?os: S¨ª, pero no lo soy (2009), la primera obra propia que me pagaron por escribir y dirigir, en la sala de la Princesa¡±, me cuenta.

Sanzol hab¨ªa hecho ayudant¨ªas con Gerardo Vera en el Valle-Incl¨¢n (Divinas palabras, Un enemigo del pueblo), ¡°y un valle breve, La cabeza del Bautista, pero nunca me hab¨ªan ofrecido una pieza larga suya, como ha hecho Ernesto Caballero. Era la ocasi¨®n de montar Luces de bohemia, uno de mis textos favoritos¡±. La ¨²ltima puesta de Luces... en el Mar¨ªa Guerrero corri¨® a cargo de Llu¨ªs Homar en 2012, con Gonzalo de Castro y Enric Benavent.

¡°Vuelvo a leer esta obra y no envejece: es como si cada vez sacara a la luz vicios de f¨¢brica del funcionamiento del pa¨ªs. Su esencia se repite por encima de las ¨¦pocas¡±, dice Sanzol. ¡°Formalmente es prodigiosa: parece escrita ayer. Hay un anhelo modern¨ªsimo de simultaneidad, de abarcar muchos espacios e historias a lo largo de un breve tiempo. Decir que es cinematogr¨¢fica es una obviedad, pero muy cierta. Y el gusto de Valle por jugar con el lenguaje es un placer de dioses. Yo la veo como una obra muy c¨¦ltica: cuanto m¨¢s la releo, m¨¢s se me conecta la noche de Max Estrella con la de Leopold Bloom en el Ulises de Joyce¡±. En la obra hay una cuarentena de personajes, que Sanzol repartir¨¢ entre 16 int¨¦rpretes. ¡°Max ser¨¢ Juan Codina. Y Chema Adeva, don Latino de Hispalis. Siempre me fascin¨® el personaje, por seductor y contradictorio. Esa es la mirada de Valle: admira su valent¨ªa, pero conoce muy bien los peligros de la bohemia. Max se patea el dinero que le da el ministro mientras su mujer y su hija se mueren de hambre. Y don Latino es de una bajeza monstruosa¡±. Imposible enumerar todo el elenco. ¡°Con Alejandro And¨²jar queremos hacer una escenograf¨ªa de espejos, de realidad duplicada: la esencia del esperpento. Y Fernando Vel¨¢zquez est¨¢ componiendo la partitura, que tocar¨¢ al piano Jorge Bedoya, sobre poemas de Valle y Dar¨ªo¡±, dice Sanzol.

Y a vuelapluma, sus tres pr¨®ximos proyectos: dirigir¨¢ la versi¨®n catalana de La ternura en enero, en el Poliorama; seguir¨¢ El barberillo de Lavapi¨¦s en marzo, en la Zarzuela, y para la temporada siguiente su nueva obra, que escribir¨¢ para las T de Teatre, en el Espa?ol.