Ingmar Bergman, cien a?os del cineasta que film¨® el alma
Hoy se cumple el centenario del nacimiento del director sueco, uno de los grandes artistas del siglo XX, con pel¨ªculas como 'Fresas salvajes', 'Persona' o 'Gritos y susurros'
A los 10 a?os, Ingmar Bergman (Upsala, 1918 - F?r?, Gotland, 2007), un cr¨ªo que pas¨® la mayor parte de su infancia enfermo, se col¨® en el dep¨®sito de cad¨¢veres del hospital de Sophia, en Estocolmo, donde su padre, un estricto pastor luterano, ejerc¨ªa como capell¨¢n. Y se hizo amigo de uno de los bedeles, Algot. Empez¨® a visitarle con frecuencia y en una de esas, Algot le encerr¨® en la morgue. "Golpe¨¦ la puerta y llam¨¦ a Algot, fue in¨²til", recuerda en sus memorias, Linterna m¨¢gica (1987). All¨ª hab¨ªa un cad¨¢ver de una mujer ("Era una joven de largo pelo negro, bocacarnosa y barbilla redonda"), desnudo bajo una s¨¢bana, y el peque?o Ingmar curiose¨® y toc¨® de cabeza hacia abajo su cuerpo: el pecho le pareci¨® "peque?o y fofo"; intent¨® explorar otras partes; "Me mov¨ª para poder ver su sexo que quer¨ªa tocar, pero no me atrev¨ª a hacerlo". Y de repente sinti¨® que la mujer le observaba: "Todo se hizo confuso, el tiempo se detuvo y la fuerte luz se hizo m¨¢s intensa [Aqu¨ª al peque?o Bergman le entra el temor de volverse loco]. Me lanc¨¦ contra la puerta que se abri¨® sin dificultad. La joven me dej¨® escapar".
Y as¨ª se defini¨® el cine de Ingmar Bergman, el creador sueco que hoy hubiera cumplido 100 a?os. Cuerpo y alma, vac¨ªos infinitos y soledad, mujeres y amores g¨¦lidos. Curiosamente, Alfred Hitchcock cuenta un episodio parecido de su infancia -en su caso, algo fantaseado-: su padre le llev¨® a una comisar¨ªa y pidi¨® que le encerraran una noche en un calabozo. Casualidad o no, el cine del sueco nace de impulsos surgidos desde el subconsciente. Bergman lo explicit¨® as¨ª: "Lo que hace fascinante al cine es que evita el intelecto y se dirige directamente al consciente y al subconsciente". Y explica: "No hay arte que, como el cine, se dirija a trav¨¦s de nuestra consciencia diurna directamente a nuestros sentimientos, hasta lo m¨¢s profundo de la oscuridad del alma".
Dicho todo lo anterior, Bergman tambi¨¦n escribi¨® este magn¨ªfico requiebro a todo lo narrado: "La jornada laboral de mis padres no ten¨ªa l¨ªmite, su matrimonio era dif¨ªcil de gobernar, ten¨ªan una autodisciplina de hierro. Sus dos hijos reflejaban rasgos de car¨¢cter que ellos castigaban incesantemente en s¨ª mismos. Mi hermano no fue capaz de protegerse a s¨ª mismo ni de defender su rebeld¨ªa. Mi padre aplic¨® toda su fuerza de voluntad a destrozarlo, cosa que casi consigui¨®. A mi hermana la amaban mis padres intensa y posesivamente. Su respuesta fue la autoaniquilaci¨®n y un suave desasosiego. Creo que yo fui el que mejor parado sali¨® gracias a que me convert¨ª en un mentiroso. Cre¨¦ un personaje que, exteriormente, ten¨ªa muy poco que ver con mi verdadero yo. Como no supe mantener la separaci¨®n entre mi persona real y mi creaci¨®n, los da?os resultantes tuvieron consecuencias en mi vida hasta bien entrada mi edad adulta y en mi creatividad. En ocasiones he tenido que consolarme dici¨¦ndome que el que ha vivido en el enga?o ama la verdad".
La obra de Bergman ha marcado el cine del siglo XX de una manera absoluta y apasionante. Pero en los ¨²ltimos a?os tambi¨¦n ha tomado fuerza su escritura. No solo sus guiones y su libro de memorias. Ahora han salido a la luz sus diarios, Cuadernos de trabajo 1955-1974 (N¨®rdica), publicados simult¨¢neamente en Suecia y Espa?a (divididos en dos vol¨²menes, el segundo se lanzar¨¢ en oto?o), en donde reflexiona as¨ª sobre su proceso creativo: ¡°C¨®mo demonios conseguir una forma sencilla y limpia para esto. C¨®mo demonios conseguir que esto sea una pel¨ªcula y no un puto trasto. C¨®mo demonios conseguir que sea entretenida para que la gente quiera ver la dichosa pel¨ªcula. C¨®mo demonios se hace cine¡±.
Lo logr¨®. Decenas de veces. Y aqu¨ª repasamos las m¨¢s destacadas, las pel¨ªculas de un cineasta excepcional y dramaturgo impresionante, un mujeriego marcado por la pulsi¨®n vital y la consciencia de la presencia a cada paso de la muerte.
Fresas salvajes (1957). Isak Borg (Victor Sj?strom, con el que tuvo grandes discusiones al inicio del rodaje) es un veterano y famoso m¨¦dico al que le anuncian que va a ser nombrado Doctor Honoris Causa. Esa noche sufre un sue?o premonitorio -my bu?ueliano- en el que presencia el paso de un coche f¨²nebre del que cae un ata¨²d con su propio cuerpo. O lo que es lo mismo, Bergman se lanza a la vida, la muerte, la vejez, y las corrientes subterr¨¢neas de la psique humana.
El s¨¦ptimo sello (1957). Una de las im¨¢genes m¨¢s legendarias de la historia del cine: la de la partida de ajedrez entre la Muerte y el Caballero en mitad de la Europa Medieval. Primera de sus colaboraciones con Max von Sydow.
El manantial de la doncella (1960). Oscar a mejor pel¨ªcula extranjera. Una chica virgen y una criada embarazada van a poner velas a la Virgen. A mitad del camino se separan y la protagonista, la doncella del t¨ªtulo, es violada y asesinada por tres pastores de cabras. Su padre se vengar¨¢. Al basarse en una leyenda del siglo XIV, Bergman a?ade en su cine una profunda reflexi¨®n sobre paganismo y cristianismo.
Persona (1966). Impresionante juego de m¨¢scaras y espejos, entre una actriz que se queda sin voz antes de representar Electra y la enfermera que le cuida. Ambas se ir¨¢n a una casa en la playa y all¨ª crecer¨¢ la tensi¨®n emocional y sexual. El trabajo de Liv Ullmann y Bibi Andersson deja sin aliento.
La hora del lobo (1968). Liv Ullmann y Max von Sydow como pareja en una pel¨ªcula de terror en la que Bergman intent¨® rememorar el episodio de la morgue de su infancia (lo cort¨® y lo acab¨® incluyendo en Gritos y susurros). El pintor protagonista sufre pesadillas que plasma en su cuaderno de bocetos.
Gritos y susurros (1972). Tres hermanas se re¨²nen ante la inminente muerte de una de ellas en una gran mansi¨®n con una criada. Es una de las pel¨ªculas m¨¢s coloridas de Bergman -especialmente el carmes¨ª, ya que el guion naci¨® de un sue?o del cineasta que se desarrollaba en una habitaci¨®n roja-, que logr¨® un gran ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica. Obtuvo cinco candidaturas al Oscar -mejor pel¨ªcula, guion, direcci¨®n y dise?o de vestuario- y gan¨® el de mejor direcci¨®n de fotograf¨ªa, para el maestro Sven Nykvist.
Secretos de un matrimonio (1973). La autodestrucci¨®n de un matrimonio con una amargura, soledad y confusi¨®n como solo sab¨ªa darle Bergman. Primero fue serie de televisi¨®n y posteriormente pel¨ªcula, un formato en el que el artista supo moverse en varias ocasiones.
Sonata de oto?o (1978). Ingrid Bergman, la gran actriz, se re¨²ne con Ingmar -fue la primera y ¨²ltima vez, ya que la int¨¦rprete luchaba entonces contra el c¨¢ncer que acabo con su vida- en esta historia sobre la relaci¨®n entre una pianista de fama internacional y sus dos hijas, a las que abandon¨® para centrarse en su carrera.
Fanny y Alexander (1982). Dos ni?os viven felices en Upsala, en una familia dedicada al teatro hasta que muere su padre y su madre se casa de nuevo con un cruel e inflexivo obispo. Primero fue serie y en su lanzamiento internacional se edit¨® un montaje m¨¢s corto como pel¨ªcula. Esa versi¨®n gan¨® cuatro oscars.
Y LA HERENCIA:
Bergman influy¨® en innumerables directores, aunque los ecos m¨¢s directos se ven en la obra de Woody Allen y de Michael Haneke. Otros han llegado a adaptar guiones de Bergman, y la mejor de esas pel¨ªculas es Las mejores intenciones, de Bille August, Palma de Oro de Cannes en 1992, y que describe la relaci¨®n entre los padres de Bergman desde 1909 hasta la concepci¨®n de este en 1918. Es la mejor pel¨ªcula de Bergman no dirigida por Bergman.
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