Hermeto Pascoal, a los puntos
El m¨ªtico multiinstrumentista brasile?o recuerda su combate de boxeo con Miles Davis, antes de grabar juntos en 1970
Una entrevista con Hermeto Pascoal se sabe cu¨¢ndo empieza, pero no cu¨¢ndo acaba. Ni c¨®mo. Ingobernable, locuaz, el brujo de Alagoas arrolla al entrevistador sin darle tiempo, apenas, para respirar. ¡°?Sab¨ªa usted que Paco de L¨²cia y yo ¨¦ramos fans el uno del otro?¡±. Sin embargo, nunca toqu¨¦ con ¨¦l. Por respeto. Le dije: ¡°Paco, te aprecio tanto que no quiero tocar contigo¡±. Y ¨¦l lo entendi¨® perfectamente¡±.
Paco y Luc¨ªa Miles Davis: dos nombres que marcan la carrera de Hermeto Pascoal. El multiinstrumentista brasile?o va a conocer al genio del jazz en su primer viaje a Nueva York. ¡°Estaba esperando para entrar en un club donde tocaba Airto Moreira cuando se me vino por detr¨¢s un tipo de aspecto sospechoso¡ Total, que pequ¨¦ un brinco y me deshice de ¨¦l como pude. Hasta que entr¨¦ en el club y vi a Airto hablando con aquel sujeto: 'Oye, Airto, ?qui¨¦n es ese tipo?'. Me mir¨® como qui¨¦n ve a un extraterrestre: 'T¨ªo, que es Miles Davis!".Al final, Davis terminar¨¢ invitando al reci¨¦n llegado a su hogar. ¡°Ten¨ªa una casa elegantona en un barrio muy chic. Hab¨ªa salido del rollo de las drogas y estaba limpio. Y, bueno, empez¨® a hablarme de lo mucho que le gustaba el boxeo, que hasta ten¨ªa un cuadril¨¢tero, ah¨ª, en medio de su casa... y, de repente, me dice: 'Si tienes valor, boxea conmigo'. Yo pens¨¦: '?Ser¨¢ que nuestra amistad da ya para que boxeemos?'. Pero acept¨¦ el envite, me desnud¨¦, me calc¨¦ los guantes, y me sub¨ª con ¨¦l al ring".
El combate improbable entre los dos genios de la m¨²sica arranca. ¡°No s¨¦ si se ha dado cuenta pero mis ojos tienen vida propia. Me dije: 'Voy a aprovechar este don que me ha dado la naturaleza'. Entonces vi que Miles ten¨ªa su mirada fija en m¨ª y no se daba cuenta de que mientras mi ojo derecho segu¨ªa la direcci¨®n de su mirada el izquierdo miraba en direcci¨®n al resto de su cuerpo, as¨ª que le lanc¨¦ un croch¨¦ que le acert¨® en pleno rostro. 'Ch¨²pate esa, persona elegante', pens¨¦. Quedamos como amigos".
El 3 de junio de 1970, Miles Davis y Hermeto Pascoal acudieron al Estudio B, en el segundo piso del edificio Columbia, en Manhattan, para grabar dos composiciones originales del primero:?Igrejinha y?Nem um talvez. El disco con las dos piezas ver¨¢ la luz en noviembre de 1971 (Live-Evil) siendo as¨ª que, en su edici¨®n original, la autor¨ªa en ambos casos le es adjudicada al propio Miles Davis. Para Pascoal, un detalle sin importancia. ¡°S¨¦ que Airto habl¨® con ¨¦l del tema, y luego Herbie Hancock y Wayne Shorter, pero yo no lo hice, ?para qu¨¦?... Miles era una persona elegante, un ricach¨®n, ten¨ªa todo lo que se le apetec¨ªa, as¨ª que no har¨ªa algo as¨ª por dinero, mucho menos por vanidad, y tampoco creo que fuera capaz de hacerlo solo por meter ciza?a. Si ¨¦l dijo que es m¨²sica era suya, es que era suya¡±.
Hermeto Pascoal tiene 82 a?os y lo toca todo, sea l¨ªquido, gaseoso, objeto inanimado o semoviente. Adem¨¢s, es algo que muy pocos logran: un hombre feliz. Y pretende que tambi¨¦n lo sea quien le escucha. Y es esa necesidad convulsiva, irrefrenable, de crear, la que lleva al alagoano a editar sus discos de dos en dos, el caso de Hermeto Pascoal e sua Vis?o Original do Forr¨®, grabado en 1998 y editado este mismo a?o (aqu¨ª, Scubidu Music) con el consentimiento de su autor y un variado repertorio 100% fiestero; y?Natureza universal, en formato de big band; un disco comedido para los est¨¢ndares herm¨¦ticos y una muestra afinada del Hermeto Pascoal m¨¢s jazz¨ªstico. A ello se va a sumar en fechas pr¨®ximas el libro escrito por el madrile?o Adolfo Montejo, primero que se le dedica al artista: Hermeto. Ars sonora. In¨²til preguntarle por lo que va a sonar en esta noche en su concierto en el auditorio de Lanuza, dentro del festival Pirineos Sur. ¡°Eso, querido amigo, no lo s¨¦ ni yo¡±.
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