¡®Primera dama de la Revoluci¨®n¡¯: una historia de Costa Rica en los a?os 40

?Qu¨¦ tan frecuentemente leemos la historia desde la perspectiva de una mujer? El documental Primera dama de la Revoluci¨®n cuenta un importante episodio de Costa Rica de la mano de Henrietta Boggs, esposa del presidente progresista costarricense Jos¨¦ Don Pepe Figueres, que cambi¨® la cara del pa¨ªs durante la d¨¦cada de los 40.

Contada en primera persona, la pel¨ªcula aborda la historia de Boggs (Alabama, 1918), hija de una familia presbiteriana cuyo mandamiento b¨¢sico era: ¡°no cuestiones, no dudes, cierra tu mente y cree en lo que debes creer¡±. La iglesia era el centro de la vida de sus padres, iban tres veces los domingos: a la escuela dominical, luego a la misa y tambi¨¦n en la noche, a lo que llamaban reuni¨®n de j¨®venes.

A Henrietta Boggs no le gustaba. ¡°Justo antes de que comenzara el serm¨®n en la iglesia dec¨ªa: ¡°tengo que ir al ba?o¡±, entonces, me escapaba, hab¨ªa una farmacia en la esquina, ped¨ªa una Coca Cola, ten¨ªa cigarros escondidos y, en lugar de escuchar ese serm¨®n aburrido que repet¨ªa las mismas cosas una y otra vez, me sentaba ah¨ª a fumar y justo antes de que terminara el padre volv¨ªa corriendo y me sentaba en el ¨²ltimo asiento y mientras sal¨ªamos dec¨ªa: ¡°qu¨¦ hermoso serm¨®n¡±, ¡°recuerdas cuando dijo¡­¡± e inventaba algo que por supuesto hab¨ªa dicho porque siempre lo dec¨ªa. Y me quedaba sonriendo¡±.

Como quer¨ªa ser escritora y periodista, se enlist¨® en el Birmingham Southern College, un conservador colegio religioso, que en plena segregaci¨®n hab¨ªa inscrito a sus primeros estudiantes negros. Harta de este ambiente y sabiendo que los tres hermanos que ten¨ªa su madre se hab¨ªan mudado a Latinoam¨¦rica, comenz¨® a intuir que fuera del presbiterianismo ¡°hab¨ªa un mundo gigante y maravilloso¡±. Un verano se march¨® con sus t¨ªos retirados en Costa Rica. Ser¨ªa su primer viaje al extranjero.

All¨ª conoci¨® a ¡®Don Pepe¡¯ Figueres. Despu¨¦s de recorrer el barrio en moto y conocerse mejor, un d¨ªa, sin m¨¢s le dijo a Boggs: ¡°creo que deber¨ªamos casarnos¡±. Al regresar solt¨® la bomba ante sus padres para quienes los ¨²nicos que val¨ªan la pena ten¨ªan que ser ¡°blancos, protestantes y sure?os¡±. Figueres era bastante rico y eso, seg¨²n cuenta Boggs, ocult¨® los defectos.

Su boda fue en la oficina del alcalde de San Jos¨¦. Su luna de miel consisti¨® en montar a caballo por dos d¨ªas, muchas veces bajo la lluvia, para llegar a su granja llamada La lucha sin fin, desde donde Figueres se levantar¨ªa contra el gobierno corrupto del presidente Rafael Calder¨®n Guardia.

Un d¨ªa, Boggs le convenci¨® de mandar su mensaje a trav¨¦s de radio, donde ¡°desenmascar¨ªa la verdadera organizaci¨®n nacional de sabotaje que mina la rep¨²blica y desvirt¨²a su acci¨®n internacional¡±. El resultado fue que Pepe entr¨® en prisi¨®n. Despu¨¦s, el exilio: El Salvador, M¨¦xico, donde alumbr¨® la idea de la revoluci¨®n. Con un nuevo presidente electo volvieron al pa¨ªs, acompa?ados de armas escondidas en piezas de cer¨¢mica mexicana.

Les recibieron como a h¨¦roes. ¡°En ese momento, Pepe mir¨® a la multitud y ofreci¨® un apasionado discurso y dijo que ya era hora de buscar el cambio; cuando termin¨® hubo un clamor de aprobaci¨®n. Hablaba sobre algo y luego preguntaba: ¡°?qu¨¦ piensas?¡±, me parec¨ªa emocionante, en cierta forma as¨ª comenz¨® todo. Me convert¨ª en primera dama inmediatamente despu¨¦s de la revoluci¨®n¡±, cuenta Boggs.

¡°La hija de Henrietta Boggs me dio su libro [Casada con una leyenda (1992)] Me fascino la historia de la Revoluci¨®n y me interes¨¦ en la mujer que triunfa sobre las restricciones sociales y que ha logrado ofrecer a otras derechos a trav¨¦s del tiempo. Boggs naci¨® dos a?os antes de que las mujeres pudieran votar en Estados Unidos, luego, ella llega a Costa Rica y se escandaliza de que las mujeres no puedan ni vestir pantalones, pero ella insist¨ªa en vestirlos y contin¨²o haci¨¦ndolo¡±, cuenta Andrea Kalin, directora del documental y ganadora de un premio Emmy.

Todav¨ªa una escritora aventurera a la edad de 100 a?os, Boggs relata en el documental el camino recorrido durante una d¨¦cada caracterizada por el activismo, el exilio y la agitaci¨®n pol¨ªtica que finalmente condujo a reformas en Costa Rica que aun permanecen vigentes. Entre otras, la que otorg¨® el derecho al voto a la mujer y la abolici¨®n de las Fuerzas Armadas.

¡°Cada vez que voto, pienso: esto es gracias a mi abuela. Est¨¢ en mi piel, mira mis cabellos. Hoy estoy votando porque t¨² lo influenciaste. Amo pensar en esa idea, que lo tengo en la piel. Es asombroso¡±, dice su nieta, Moni Figueres Facio.

La historia de Henrietta con Jos¨¦ Figueres no fue un ¡®fueron felices para siempre¡¯. Despu¨¦s de 10 a?os, ella deja a Jos¨¦ Figueres. ¡°Y lo deja cuando no era tan f¨¢cil divorciarte de tu marido. Y regresa a Estados Unidos, donde tiene que reincorporarse a una vida que hab¨ªa rechazado, donde las personas van a criticarla¡±, dice Andrea Kalin. Despu¨¦s de todo, como ella misma dec¨ªa ¡°las mujeres estaban definidas por los hombres en sus vidas, eran la ¡®hija de¡­¡¯, ¡®la esposa de¡­¡¯, nunca es qui¨¦n es, justo como es¡±. Y ella, quiz¨¢, decidi¨® lo contrario.